La semana pasada se desataba un nuevo e incongruente experimento viral. A Jeff Gertsmann, el responsable del medio de videojuegos Giant Bomb, se le ocurría meterse un cartucho de la Nintendo Switch en la boca por alguna extraña razón. Su reacción era inmediata: el sabor de aquello era insoportable. Mucho más de lo que debería serlo un cartucho de plástico de por sí, claro.
Es muy probable que lo de meterse un cartucho de la nueva consola de Nintendo no se le ocurra a mucha gente, pero es que Nintendo añade un ingrediente secreto para que si se te ocurre la idea se te quite rápido de la cabeza. Ese ingrediente tiene un nombre igualmente amargo: benzoato de denatonio.
Ni se te ocurra probar esto en casa
En la Wikipedia la entrada correspondiente al denatonio ya perfila rápidamente por dónde van los tiros. Uno de los nombres registrados de este compuesto es "BITTER+PLUS", y otro, "Aversion", y de hecho se nos explica que el benzoato de denatonio "es el compuesto químico más amargo conocido".
"Las diluciones de este compuesto, aún a concentraciones tan bajas como 10 ppm resultan insoportablemente amargas para la mayor parte de los seres humanos", continúa diciendo en el artículo correspondiente de la Wikipedia, que deja claro que entre otras cosas este componente se utiliza como repelente de animales o en esmaltes de uñas para prevenir la onicofagia, o lo que es lo mismo, que nos las comamos.
Y este es precisamente el método que ha utilizado Nintendo para recubrir los cartuchos de la Nintendo Switch. Un portavoz de la empresa confirmaba en Polygon que la medida se había tomado pensando en los niños, para "evitar la posibilidad de una ingestión accidental". El componente, no obstante y como señalaba ese portavoz, no es tóxico.
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