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¿Cuándo los portátiles dejarán de calentarse tanto?

¿Cuándo los portátiles dejarán de calentarse tanto?
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¿Alguna vez te has parado a pensar por qué un portátil se calienta como un horno? Bueno, es cierto que no hasta ese punto... pero casi. Los portátiles se calientan una barbaridad, y todavía más cuanto mayor tiempo lo usamos.

¿Por qué? ¿A qué se deben estas temperaturas y, sobre todo, qué consecuencias tienen? Hoy vamos a hablar de uno de los problemas más comunes entre la tecnología y que también está entre los que más efectos negativos pueden traer consigo. Hoy vamos a hablar de portátiles, de calor y de cómo evitarlo.

¿Por qué se calienta un portátil?

Tanto los portátiles como otro tipo de dispositivos electrónicos se calientan a medida que los usemos, y cuanto más potente sea el cacharro, mayor calor generará. Esto es debido a que por los componentes electrónicos y por la circuitería pasa energía eléctrica, y debido a la resistencia de los conductores se genera un calor bajo el Efecto Joule.

A día de hoy no existen formas de mitigar este calor, salvo utilizar potencias muy reducidas (por ello los smartphones se calientan menos, aunque también lo hacen, o dispositivos como la Raspberry Pi no necesitan ventilación adicional). Es por ello por lo que los fabricantes inventan sistemas de refrigeración como los utilizados en ordenadores, y que ayudan a reducir su temperatura de funcionamiento.

Notebook Ref Schema
El funcionamiento de la refrigeración en un portátil: calor fuera y frío dentro

El calor es uno de los grandes enemigos de los portátiles en particular, y de todo dispositivo tecnológico en general. Es muy malo para un ordenador que el calor se mantenga en el interior, elevando la temperatura física a la que se encuentran los componentes, ya que en casos extremos puede llegar a crear un daño físico en los chips que muchas veces es irreparable y necesita reemplazar algunos componentes.

Además, el incremento de temperatura debido al uso está relacionado directamente con la potencia energética necesaria para hacerlo funcionar, y este término de potencia también es proporcional con la potencia de cálculo ofrecida por el ordenador. Cuanto más potente sea un ordenador, más se calentará. Tal vez te has fijado en alguna ocasión en que los ordenadores gaming son de generosas dimensiones, debido a que necesitan albergar tanto unos componentes más grandes... como un sistema de refrigeración también de mayor tamaño que sea capaz de reducir la temperatura de funcionamiento.

Computer Cooling
Cuando hace mucho calor... (imagen vía Wiremod)

¿Cómo se combate el calor de un ordenador? La solución más habitual en la electrónica moderna es hacer uso de una combinación de disipadores y ventiladores. Los disipadores van adosados a los chips y se encargan de 'sacar' su calor al exterior; por su parte, los ventiladores mueven el aire caliente alejándolo del componente.

Tradicionalmente siempre han existido algunos componentes que se calientan más que otros, algo que es fácil de comprobar en un ordenador de sobremesa: el procesador central (CPU) y el procesador gráfico (GPU) suelen equipar grandes sistemas de refrigeración, precisamente porque son los que más calor generan. En un ordenador portátil el funcionamiento es equivalente, aunque dado que todos los componentes están escondidos tras una carcasa no solemos verlo de primera mano (aunque cualquiera que destripe un portátil podrá comprobarlo).

Los límites del calor

Decíamos antes que existe un límite de temperatura en los componentes, que varía según el modelo concreto de chip. Por ejemplo, Intel es muy transparente en este sentido y las especificaciones técnicas de sus procesadores lo indican bajo la variable Tcase. Por ejemplo aquí están las características del Core i7-6700K, que señalan una temperatura máxima admitida de 64 grados Celsius.

Intel Tcase Max

En otros modelos de procesadores la temperatura es diferente, y generalmente se sitúa entre 80 y 100 grados. Los fabricantes de los componentes se refieren a esta temperatura Tcase como un valor tal que, si se sobrepasa, puede implicar daños físicos al chip, y por lo tanto un mal funcionamiento posterior.

La industria, consciente de este problema, ha implementado barreras muy comunes en la tecnología de hoy en día: dado que los ordenadores disponen de una amplia variedad de sensores, entre ellos de temperatura de varios de sus componentes, si los chips se acercan a los límites impuestos (los 64 grados Celsius de los que hablábamos antes) el propio ordenador se reajusta automáticamente para evitar llegar a esa cifra. En caso de continuar elevándose puede llegar incluso a apagarse, algo que ocurre también en teléfonos. Los ordenadores suelen permitir una amplia configuración para avisar al usuario en caso de que se alcance una temperatura crítica, llegando incluso a apagarse automáticamente; consulta tu BIOS o UEFI para más información.

Bios Temperature Limit
Te avisa a los 70 grados, se apaga a los 75. Una imagen de Timtrott

El reajuste automático del hardware implica que los componentes limitan su rendimiento, con la finalidad de reducir la energía necesaria para funcionar y así generar menos calor. El lado negativo es precisamente que la potencia capaz de ofrecer el ordenador 'en su conjunto' será menor, y si bien no suele ser una diferencia muy significativa sí puede tener algún impacto en determinados casos.

Es importante mencionar que una exposición prolongada al calor puede implicar una reducción en la vida útil del portátil en general, aunque hemos de reconocer que cada vez son más duraderos. Un usuario que sólo utilice su portátil para jugar puede tener mayores problemas que otro que sólo lo utilice para navegar por Internet, pues los videojuegos necesitan más potencia de cálculo, y por lo tanto más energía necesitarán y más calor generarán. Esto no tiene impacto en el corto plazo, pero sí cuando la acción se repite durante muchos años.

Burned Notebook
No, tu ordenador no se va a quedar así porque lo uses mucho. Esto es por un incendio (imagen vía TechHamlet)

De igual forma el calor también puede producir cambios en el entorno, y nos referimos a las mesas, paredes u otros objetos situados alrededor del portátil. Por ejemplo, cuando las salidas de aire de tu portátil están siempre ubicadas en el mismo lugar de forma que el aire calienta la misma superficie de la pared, pueden llegarse a dar pequeños daños (muchas veces sólo estéticos) por el contínuo flujo de aire caliente en la misma localización.

Polvo, el gran enemigo de los portátiles

Es posible - y muy habitual - que los portátiles vayan degradándose con el paso del tiempo, y que las temperaturas de funcionamiento sean cada vez superiores a medida que utilizamos el dispositivo. Y es que hay un enemigo que muchas veces es casi invisible a nuestros ojos, pero que actúa irremediablemente sobre la tecnología: es el polvo.

Cualquier cacharro electrónico atrae al polvo, y esto tiene múltiples perjuicios. Además del estético (a nadie le gusta que la pantalla esté llena de polvo), está uno íntimamente asociado con el calor: se forman núcleos de polvo que se adosan a los componentes y reducen el espacio entre ellos. Cuanto más tiempo pase, más polvo se generará; cuanto más polvo se genere, más espacio ocupará y por tanto menos espacio libre existirá.

Portatil Polvo
El interior de un portátil con muchos años a sus espaldas (imagen vía Poradna)

Existe la idea de que los ventiladores de los ordenadores introducen aire frío en los componentes, una medida que parece bastante lógica para enfriar algo. La realidad es justo la contraria: los disipadores y ventiladores extraen el calor de los componentes.

Y es por ello por lo que, en los casos en los que existan grandes cantidades de polvo en un ordenador, este calor tiende a quedarse dentro del propio ordenador, sin la capacidad para salir al exterior. Si el calor se queda en los alrededores de los componentes - recuerdo, ya calientes de por sí - entonces no se consigue reducir la temperatura, sólo elevarse continuamente.

Para evitar esto existen varias medidas. Primero, la más arcaica - pero una de las que mejores resultados ofrece - es, simplemente, limpiar tu ordenador periódicamente. Es algo sencillo de hacer en un sobremesa en el que el acceso a los componentes es directo, pero ligeramente más complicado en un portátil que muchas veces tendremos que desmontar parcialmente. Evita el contacto directo con un aspirador (los aspiradores suelen tener demasiada potencia, lo cual puede arrancar algunos componentes) y sigue unas indicaciones lógicas: no uses líquidos y desconecta las fuentes de energía.

Ten en mente que no es necesario dejar el ordenador como el primer día, sino eliminar los grandes núcleos de polvo que hayan podido crearse con el paso del tiempo. Un pincel o brocha pueden ser de gran ayuda.

Segundo, si tu ordenador ha tenido una enorme carga de trabajo sobre un amplio periodo de tiempo es posible que algunos componentes se hayan deteriorado. Llévalo a un servicio técnico para que te lo pongan a punto, y es que al igual que los coches necesitan de un cambio de aceite, en los ordenadores hay veces que también es necesario reemplazar, por ejemplo, la pasta térmica, una sustancia que se coloca entre el chip y el disipador para que la superficie de contacto sea mayor. Actualmente las pastas térmicas tienen una vida útil muy larga, pero en algunos casos es conveniente cambiarlas.

Tercero, ayuda a tu ordenador a enfriarse. Esto puede ser útil en los casos más extremos donde ni la limpieza ni la puesta a punto en un servicio técnico haya funcionado: prueba a utilizar una superficie fría, como por ejemplo puede ser una base de ventilación, que siempre vienen bien. También puedes intentar aplicar un flujo de aire directo al ordenador, por ejemplo a través de un ventilador, para instar al movimiento del aire.

Coolermaster Notepal
Incluso las hay ergonómicas y con ventiladores, como esta de Cooler-Master

Si aún así no ha funcionado sigue habiendo otra opción, aunque es la más drástica de todas: limita el rendimiento del ordenador para que este consuma menos energía, y por tanto genere menos calor. Esta solución también puede verse como algo temporal mientras encuentras la definitiva, y se realiza a través del panel de configuración que BIOS/UEFI ponen a disposición de la mayoría de usuarios

ASUS RoG GX700

Dentro de la gama de productos para jugar de ASUS se encuentra el ASUS RoG GX700, un portátil gaming pensado para el público más exigente, y en el que la temperatura juega un papel crucial.

Asus Rog Gx700 Docking

Sus componentes están entre los más potentes del mercado (Intel Core i7, gráficos NVidia GTX 980 de sobremesa, 64 GB de memoria RAM DDR4, etc.), y es por ello por lo que ASUS ha incorporado Hydro Overclocking, un sistema de refrigeración líquida mucho más eficiente que los sistemas de flujo de aire.

Asus Gx700 Rl Docking

Este se ubica en un accesorio externo, dado que sería imposible integrarlo en el interior de la carcasa del portátil, de forma que cuando lo necesitemos podemos conectar el ASUS RoG GX700 a esta 'base' para que la refrigeración líquida entre en funcionamiento.

Cuando ASUS RoG GX700 funciona con el accesorio de refrigeración líquida es capaz de ofrecer un rendimiento mucho mayor, para lo cual eleva el consumo hasta los 330 vatios. Esto es ideal, por ejemplo, para obtener la mejor calidad en videojuegos, o para todo tipo de tareas muy exigentes. Por contra, también puede funcionar sin base ya que integra su propio sistema de refrigeración por aire aunque, eso sí, limitado a 180 vatios.

En España existirán varias configuraciones del ASUS RoG GX700 disponibles, todas ellas tope de gama con procesador Intel Core i7-6820HK, 32 GB de memoria RAM y gráficos NVidia GeForce GTX 980M. Los modelos se diferenciarán en la pantalla (FullHD o 4K, ambas en 17.3 pulgadas) y en el almacenamiento (SSD M.2 RAID 0 con hasta 256 o 512 GB de capacidad), en todos los casos con compatibilidad con la base RoG Hydro Overclocking System que añade la refrigeración líquida.

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