Imaginemos que estamos usando una aplicación de citas online, en ella están nuestros datos públicos como nombre, correo electrónico y ciudad, pero además el sistema sabe desde qué smartphone nos conectamos, nuestra ubicación exacta vía GPS y hasta nuestro estado de VIH y cuando fue la fecha de nuestra última prueba. Ahora, toda esta información está siendo compartida, sin nuestro consentimiento, a otras empresas y además, sin ningún tipo de cifrado.
Esto es lo que la compañía de seguridad noruega SINTEF y BuzzFeed acaban de descubrir que ocurre en Grindr, el llamado "Tinder Gay", donde a día de hoy más 3,6 millones de usuarios se conectan diariamente para conocer personas y concertar citas.