El próximo fin de semana se estrena en Netflix 'El asesino', que también se ha podido ver brevemente en su paso por cines. Es la nueva gran producción de la plataforma dirigida por David Fincher, y como muchas otras de las que están por venir en próximos meses, confirma que las películas recientes de la plataforma tienen un acabado visual y técnico que rivaliza con cualquier otra película estrenada en salas. Es algo de lo que quizás solo pueda presumir también Apple TV+, que con producciones como 'Napoleón' está apostando a su vez por el cine de calidad.
Esto no siempre fue así. Aunque Netflix hace tiempo que lanza un par de películas por temporada con las que aspira a triunfar en la época de premios (el pistoletazo de salida fue 'Roma' y, poco después, 'El irlandés' de Scorsese), lo cierto es que durante años sus largometrajes han despedido el inevitable aroma a "producto para televisión", y lanzaba sin problemas un puñado cada mes. Netflix era una churrería de contenido.
En declaraciones a Variety, Scott Stuber, responsable de la división de películas de Netflix, justifica aquellos tiempos de exceso de producción: "Estábamos haciendo crecer un estudio nuevo. Llevábamos pocos años en esto y nos enfrentábamos a empresas centenarias". Y continúa: "Tuvimos que preguntarnos cuál era nuestro modelo de negocio. Y durante un tiempo fue simplemente asegurarnos de que teníamos suficiente material. Necesitábamos volumen".
El resultado es de que de aquellos 50 películas anuales se pasará a una cifra mucho más modesta, entre 25 y 30. Y lo cierto es que, sobre el papel, Netflix tiene de qué presumir: sus próximos estrenos están atrayendo una atención de la que no podían presumir 'Ruido de fondo', 'The King', 'Imperdonable', 'Death Note' o 'El proyecto Adam', entre muchas otras que ahora forman parte del fondo de catálogo de la plataforma y de las que pocos se acuerdan. Los tiempos de 'superservir' al público, como ellos mismos lo llamaban, podrían haberse acabado. Al menos en lo que toca a las películas.
Un futuro de calidad
Stuber recuerda que hace solo tres años, el éxito de Netflix generó un impulso de imitación por parte de nuevos actores en el negocio del streaming: Disney+, Paramount+, Peacock... hasta Prime Video y HBO reformularon sus planteamientos para acercarse a la fórmula Netflix. Y muchos de ellos lo hicieron con un inmenso catálogo propio y exclusivo con el que Netflix, una relativa recién llegada, tenía que competir... pese a haber llegado la primera. "Estaba claro que estas empresas iban a recuperar sus propias películas para sus propios ecosistemas. Así que tuvimos que ir por todo el mundo comprando todo lo que podíamos para asegurarnos de tener el volumen que nuestros consumidores estaban acostumbrados a ver", afirma el ejecutivo
Y eso les dio el problema de que estaban más atentos a la cantidad que a la calidad. Stuber lo resume afirmando que "éramos una máquina construida para avanzar y avanzar. Eso no siempre se traduce en calidad. Muchas empresas de streaming cometieron el error de ir tan rápido que hicimos muchas cosas que no estaban listas para producirse".
Entre los estrenos prometedores con los que quieren cambiar la situación destaca, sin duda, 'Maestro', la biografía del compositor Leonard Bernstein, protagonizada por Bradley Cooper y en la que Netflix ha puesto todas sus esperanzas para la temporada de premios. Pero también están la indie 'Fair Play', la comedia negra 'Pain Hustlers' con Emily Blunt y Chris Evans, el biopic deportivo 'Nyad' con Annette Bening y Jodie Foster o el drama 'May December' con Natalie Portman y Julianne Moore. Y, por supuesto, la 'Rebel Moon' de Zack Snyder. Solo oteando sus repartos se puede comprobar hasta qué punto apuesta Netflix por los nombres de primera fila.
Ahora Netflix ve cómo, en medio de un posible estallido de la burbuja del streaming, la competencia se vuelve más conservadora: Warner, por ejemplo, reduce notoriamente su catálogo en HBO, e incluso comienza a licenciar productos con los que Netflix se está beneficiando. La próxima tendencia en el streming posiblemente sea una apuesta general menos por la saturación de contenidos exclusivos y más por convertirse, sencillamente, en la mejor plataforma. Y para eso, nada mejor que unas cuantas películas de calidad.
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