Hasta ahora nos ha ido bien con con cinco dedos y nos ha ayudado a marcar diferencias con otras especies, pero está claro que un par de unidades extra nos pueden venir bastante bien, según las circunstancias y necesidades.
Los avances en robótica e ingeniería mecánica de Harry Asada y su gente en el MIT, nos proponen una mejora a partir de un guante con dos nuevos dedos de generosas dimensiones. Lo interesante es que responden de forma inteligente a nuestros movimientos naturales.
La idea es que nos asistan sin tener que estar controlándonos de alguna forma concreta - no hay botones, ni órdenes -, deben funcionar en sintonía con el resto de músculos. Lo mejor es que conozcamos el desarrollo en vídeo:
Lo primero que se nos viene a la cabeza es poder levantar elementos que sobrepasen el peso que podemos soportar con nuestras manos, o hacerlo durante el tiempo que sea necesario. Lógicamente también nos permite abordar elementos que son demasiado grandes, o que se encuentren en temperaturas incómodas de agarrar.
Herramientas que actúen como una extensión del cuerpo, no es novedad, lo interesante es que la comunicación sea lo más natural posible
No nos dan excesivo detalle sobre el funcionamiento del sistema, pero básicamente funciona con algoritmos que permiten a los nuevos dedos actuar en consonancia con sensores que detectan como nuestros dedos se doblan y mueven en el espacio.
En la mente de sus desarrolladores ven una evolución hacia unidades plegables - o escamoteables -, que solo aparecerían en caso de necesidad, para no molestar con el volumen de los nuevos apéndices.
Más información | Wired
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