Una nave en un polígono. Un estudio de televisión y dos espacios independientes para asistir a un par de talleres para conocer de cerca todo lo nuevo (y lo que no es nuevo) con la gran renovación del Dacia Spring, el modelo eléctrico de la compañía rumana.
Efectivamente, las presentaciones estáticas de un coche no suelen impresionar por su glamour. Son sencillas, prácticas y se suele ir al grano. Pero, al mismo tiempo, se trata de cuidar todos los detalles al máximo para dejar con el mejor sabor de boca posible lo allí mostrado.
Las presentaciones estáticas son, en definitiva, una metáfora de aquello en lo que se está convirtiendo Dacia. El Spring es el último ejemplo. El coche eléctrico de Dacia ya no priorizará atraer al público única y exclusivamente por su precio. Ahora se trata de vestir el coche lo mejor posible para atraer miradas.
Los competidores de Dacia empiezan a hacer acto de presencia en un mercado que, hasta ahora, dominaban por incomparecencia de los rivales. La compañía ganó enteros en España durante los años 2000 por hacer "lo mismo que cualquier otro coche pero por solo 7.350 euros".
Con el coche eléctrico se encontraron en la misma situación. Si echamos un vistazo a los coches eléctricos más baratos (y atendemos en exclusiva en su precio de venta al público, sin ayudas), ningún coche se sitúa por debajo de sus 19.990 euros en España. Esto le ha permitido mantenerse entre los cinco coches eléctricos más vendidos en nuestro país en 2023, quedándose apenas nueve matriculaciones por detrás del Fiat 500e, el cuarto coche eléctrico más vendido.
Pero con los rivales amenazando esta posición, ha llegado el momento de renovarse. Por eso, Dacia ha presentado un nuevo Dacia Spring. Uno que tiene mucho y muy poco de nuevo pero que ejemplifica el cambio de rumbo que está siguiendo toda la firma.
El nuevo (y viejo) Dacia Spring
Si atendiéramos a la renovación mecánica del Dacia Spring, acabaríamos rápido este artículo. La batería se mantiene en unos escuetos 26,8 kWh, siendo la gran novedad su motor de 48 kW (65 CV), que se añade a la opción ya conocida de 33 kW (45 CV) y que mejora la seguridad y facilita los desplazamientos cuando salimos del entorno puramente urbano en nuestros trayectos del día a día.
Hasta ahora, el coche sólo contaba con la mencionada versión de 45 CV, lo que podía dejar un poco vendido al vehículo en una vía rápida pese a ser uno de los pesos pluma del mercado situándose por debajo de la tonelada de peso.
Si hablamos de autonomía, se espera que todas las versiones se muevan por encima de los 220 kilómetros aunque las pruebas de homologación se están realizando en estos momentos, nos explican desde la marca. La recarga queda limitada a un máximo de 7 kW en corriente alterna (del 20 al 100% de la capacidad en cuatro horas, según la marca) y a 30 kW en corriente continua (pasando en 45 minutos del 20 al 80%).
Hasta aquí. Si solo nos fijáramos en esto, el Dacia Spring no ofrecería nada más. Pero no es en este apartado donde Dacia ha puesto más esfuerzos. La compañía rumana sabe que con la llegada de los Citroën ë-C3, un BYD Dolphin Mini o los rumoreados Fiat Panda y Hyundai Casper asomando en el horizonte, la competencia en el segmento se va a complicar mucho en el corto y medio plazo. Había que ofrecer algo más.
Cómo Dacia se está Skodizando
Si pensamos en Skoda, es fácil ver en ella una marca con fama de tener una buena relación calidad/precio. De hecho, el Grupo Volkswagen ha decidido finalmente cederle todo el terreno en la parte inferior de su pirámide en detrimento de Seat.
Ahora, es fácil confiar en Skoda, aunque como recogen en Coches.net, tienen algunos modelos que bien podrían venderse más. Pero esto no ha sido siempre así. Rescatando una prueba de un Skoda Octavia en 2009 en Motorpasión, se hablaba de un coche injustamente tratado.
Javier Costas decía en aquella prueba que "este coche tiene una injustificada mala fama. No se compra mucho por ser barato, es que es barato y además está bien hecho. Por ejemplo, tiene detalles de calidad que superan al Seat León y otros empatan hasta con el Audi A3. Está mejor hecho que los Citroën C4 y Peugeot 308".
Con el tiempo, Skoda fue refinando poco a poco su imagen y acabados para elevar un poco más su percepción de calidad, siempre por debajo de los hermanos del grupo, como Volkswagen o Audi, pero siendo evidente que no tenía mucho que envidiarles. Los Skoda Superb, por ejemplo, ayudaron mucho a ello. Y, al mismo tiempo, la firma checa mantenía su filosofía simply clever, llenando el coche de detallitos la mar de prácticos.
Skoda, Hyundai o Kia también empezaron vendiendo coches muy baratos y, poco a poco, fueron convenciendo refinando su producto
Es decir, Skoda, como también hizo progresivamente Hyundai o Kia, fueron mejorando sus percepciones de calidad, modernizando sus líneas y alejándose del "coche barato" como único argumento de compra.
Esto es lo que pretende Dacia y ha puesto en marcha ahora con el Spring. No es la primera vez que lo vemos y el Duster, su modelo más atractivo para la mayor parte del público, ya ha ido viviendo esta renovación y este cambio de rumbo.
Como le ha sucedido al SUV de combustión, el Dacia Spring intenta con este nuevo modelo parchear lo que antes era un modelo extremadamente sencillo. Han cambiado pequeñas cosas que, en conjunto, han terminado por sumar un todo que hace al vehículo eléctrico mucho más atractivo. Como quien mejora su chaqueta vaquera planchando un buen puñado de parches encima. Sigue siendo una chaqueta vaquera pero ahora le resulta más atractiva.
La estética del nuevo Dacia Spring, por ejemplo, ya se asemeja al resto de la gama de la firma y da una sensación mucho más moderna. Tanto en la zona frontal como en la trasera, incluido el nuevo diseño del logo o algunos detalles bien cuidados, como el Spring del pilar C o la palabra Dacia en gran tamaño sobre el portón trasero. Los parachoques incluyen una pieza de plástico especialmente pensada para disimular los pequeños desperfectos del uso intensivo en ciudad.
Pero es por dentro donde más enteros gana este nuevo modelo. En primer lugar, todos los acabados cuentan ya con pantalla de siete pulgadas a color para el cuadro de instrumentos. De los tres acabados, solo el de acceso (ahora veremos cómo lo resuelve) carece de una pantalla que se eleva hasta las 10 pulgadas, compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Como decíamos, la opción de menor precio no contará con una pantalla central. En su lugar queda espacio para una tapa que se abre y en la que se puede fijar el teléfono móvil. El teléfono se puede conectar mediante Bluetooth o una entrada USB situada en ese mismo espacio. Con la aplicación propia de Dacia, será el teléfono el que haga las funciones de sistema de infoentretenimiento, como sucede en un Citroën AMI. Con la ventaja de que éste se puede controlar con los propios mandos del volante.
En la presentación estática, no tuvimos la oportunidad de probar esta solución, por lo que nos queda la duda de hasta qué punto es firme y práctica la sujeción del teléfono móvil. Si parece, sin embargo, una buena alternativa para quien busca el coche más barato posible y sólo va a utilizar puntualmente el navegador del coche, pues dedicará la mayor parte de sus trayectos a entornos ya conocidos.
En ambos casos, tanto con pantalla central como en la aplicación del teléfono móvil, Dacia se ha centrado en la simplicidad del diseño del sistema de infoentretenimiento. En una disposición de cuadros que recuerdan ligeramente a Android Automotive, la compañía se ha centrado en tener las funciones principales del vehículo siempre a mano. No es el sistema más atractivo, no es el más bonito pero, en lo poco que pudimos manejarlo, quedó claro que era extraordinariamente efectivo.
El punto simply clever de esta suerte de skodización termina de llegar con unos accesorios que apuestan por la practicidad o soluciones para ampliar los usos del vehículo más allá de herramienta de transporte. Por ejemplo, un sistema llamado YouClip que permite enganchar tres objetos repartiéndolos por el salpicadero o bien jugar con un sistema tres en uno al que se le puede incorporar accesorios como un soporte para el teléfono móvil (con o sin cargador de inducción), un portavasos, un gancho para un pequeño bolso o una batería portátil.
Se suma, además, un transformador que se engancha a la toma de carga del vehículo para aprovechar éste como una batería externa a través de su carga bidireccional. En la prueba se mostró cómo puede utilizarse para hacer cafés en una cafetera de cápsulas o se puso el ejemplo de enchufar una pequeña barbacoa o unas luces LED.
Puede que Dacia se haya visto obligada a tomar este camino. En 2022, Denis Le Vot, CEO de la compañía, aseguraba a Autocar que "el mundo está cambiando. Mira al Jogger: los competidores están, mínimo, en 25.000 euros. Nosotros estamos en 15.000 euros. Por ese precio (los 25.000 euros), nosotros les damos todo. Ellos miran el valor y el 85% opta por las versiones más equipadas. No somos low cost, pero somos la mejor elección por dinero. Estamos cambiando la forma en la que nos presentamos".
Parte de ese cambio llega obligado por los rivales pero también por las decisiones de la Unión Europea que han obligado a Dacia a ofrecer sistema que ellos consideran accesorios y que les obligan a elevar su precio de venta al público, como los sistemas ADAS de ayuda a la conducción obligatorios.
Aunque en el mercado del coche eléctrico haya margen para bajar los precios, poco a poco las exigencias medioambientales y de seguridad han ido encareciendo el producto. Dacia apostó antes que sus rivales por el coche eléctrico de menor coste para el cliente. Tomó posiciones y, ahora, con la competencia llamando a la puerta estaba necesitada de una profunda renovación del Dacia Spring que, aunque en batería no tenga cambios, parece verdaderamente otro coche.
Fotos | Xataka
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