El tamaño de los coches ha crecido a un ritmo desproporcionado. Hay una solución: un impuesto al espacio

El tamaño de los coches ha crecido a un ritmo desproporcionado. Hay una solución: un impuesto al espacio
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No, no somos nosotros los que hemos crecido. Tampoco las calles son más estrechas. Los que han crecido son los coches. Y, con ellos, el espacio disponible para otros agentes del tráfico se ha reducido proporcionalmente. Todo un problema ahora que se quiere priorizar el uso del transporte público, de las bicicletas y de los VMP en las ciudades.

Una muestra teórica. Hace unos días, un tweet que se hizo viral reflejaba lo que ha supuesto el crecimiento desmedido de los automóviles. En el mismo espacio que en 1840 entraban cuatro primitivos automóviles, en 1980 sólo dejaba espacio para tres coches (representados por un Volkswagen Golf) y una bicicleta. De hecho, de circular en paralelo, los dos Volkswagen ya estarían superando el eje central del carril.

42 años después, la calle de doble sentido ha desaparecido. Donde primeramente podían circular dos vehículos por sentido con otros dos estacionados flanqueándolos, ahora sólo hay espacio para un carril y un sentido, con dos automóviles estacionados. Ya no hay espacio para cruzar una bicicleta y un automóvil y la presencia de estos dos vehículos en paralelo sobrepasa con mucho lo que antes era el eje central de la calzada.

Y varias muestras gráficas. Por si quedaba alguna duda de cómo han crecido los coches en nuestras ciudades, el siguiente tweet ofrece una imagen mucho más clara y precisa. Aunque en España es raro ver este tipo de automóviles, impresiona ver un moderno SUV de Chevrolet junto a un coupé de décadas atrás.

En la imagen del Tweet podemos ver cómo un compacto de Kia ya tiene problemas para aparcar dentro de los límites y permitidos e, incluso, pisa las líneas que delimitan el espacio de aparcamiento. Pero haciendo un poco de scroll en la publicación, otros usuarios también comparten impresionantes comparativas entre vehículos, especialmente en el caso de SUV estadounidenses.

Todo un problema. Ya no es sólo una cuestión puramente de volumen. Los SUV de gran tamaño son un problema para la seguridad... de otros agentes del tráfico. Ya hay estudios que aseguran que los SUV y los pick-up americanos son entre dos y tres veces más peligrosos para los peatones que cualquier otro vehículo.

La probabilidad de fallecer en un atropello por un SUV es un 11% mayor que con otro coche. El punto ciego de un Cadillac Escalade es tan grande que podría tener hasta siete niños sentados delante y no verlos. Y no sólo es cuestión de modelos americanos. Los europeos, como estos BMW, Mini o el ya mencionado Volkswagen Golf, también han seguido la misma tendencia. De hecho, el compacto mide un 15% más de largo, 11% de ancho y 3% de alto respecto al modelo original de 1974.

Hay un freno: pagar. Como para la mayor parte de las modas, hay una manera de frenar las tendencias: pagar por ellas. En Japón hace mucho tiempo que son conscientes del problema del espacio. Por ello, los vehículos pagan impuesto de circulación, de matriculación, de peso... y de tamaño. Esto hizo que se popularizaran los Kei Cars (abreviatura de keijidōsha, automóvil ligero).

El resultado es un vehículo muy estrecho que gana el espacio interior en altura. Es perfecto para la ciudad porque ocupa muy poco. El máximo permitido antes de dar el salto al común de los automóviles es de 3,4 metros de largo y 1,48 metros de ancho. Para hacernos una idea, un Mini Cooper clásico medía 3,05 metros de largo y 1,41 metros de ancho. Un Volkswagen Golf de primera generación ya se va a 3,82 metros de largo y 1,61 metros de ancho. O, lo que es lo mismo, 26 centímetros más estrecho que un Smart EQ Fortwo actual.

Y da resultado. No es magia, es el mercado, amigo. ¿Los cinco coches más vendidos en 2021 en Japón y Corea? Todos ellos fueron Kei Cars. Y todavía hay hueco para que otros dos automóviles de este tipo se cuelen entre los 10 primeros. Los otros tres vehículos tampoco son especialmente grandes: Toyota Yaris, Yaris Cross y Nissan Note.

Además, los Kei Cars tampoco pueden montar motores de más de 600 centímetros cúbicos que rindan por encima de los 64 CV. Contado todo lo anterior, ¿qué sentido tiene pedirle más a este tipo de automóviles? Son coches pensados por y para moverse en ciudad ocupando poco. No hay que perder de vista que, para los viajes largos, los Shinkansen siguen siendo el transporte preferido.

Foto | crash71100

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