Qué tener en cuenta a la hora de elegir seguro para coche

  • Carecer de seguro supone una multa de 600 euros que puede elevarse a 3.000 euros en caso de accidente

  • Para elegir un seguro hay que tener muy claro cuánto podemos pagar y a qué podemos renunciar

Usman Malik Ke 1vndxg4 Unsplash
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Elegir un seguro es imprescindible para ahorrar dinero en el día a día de nuestro coche pero, llegado el fatídico momento de utilizarlo, no tener sorpresas desagradables.

En primer lugar, hay que tener claro que, como conductores, estamos obligados a tener un seguro mínimo u obligatorio e imprescindible. De no contar con él, podemos vernos envueltos en un grave problema en caso de accidente.

Según Línea Directa, en datos recogidos por la DGT, en España circulan sin seguro 2,6 millones de coches, lo que supone alrededor del 8% del parque móvil actual.

Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir el seguro del coche

Como decíamos, antes de nada, hay que tener claro que todos los coches en España están obligados a circular con un seguro. No hacerlo tiene consecuencias directas sobre nuestro bolsillo. Y el problema al que nos tendremos que enfrentar en caso de accidente es muy grave.

¿Qué pasa si circulo sin seguro del coche?

En primer lugar, si circulamos sin seguro nos enfrentaremos a una multa de 600 euros, pues en el artículo 77 l) de la Ley de Tráfico encontramos que se considera infracción grave:

Circular con un vehículo que carezca de la autorización administrativa correspondiente, con una autorización que no sea válida por no cumplir los requisitos exigidos reglamentariamente, o incumpliendo las condiciones de la autorización administrativa que habilita su circulación

Si, además de circular sin seguro, nos vemos envueltos en un accidente, la multa por carecer del seguro puede incrementarse hasta los 3.000 euros (en función del tipo de vehículo), que recaerán sobre el infractor.

En este último caso, será el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) el que correrá con los gastos para indemnizar a las víctimas de los daños materiales o personales causados. Sin embargo, esta figura de auxilio de emergencia, interpondrá una denuncia contra el infractor y/o el propietario del vehículo para que sean ellos los que respondan en último lugar por los daños causados.

Además, hay que saber que si un agente descubre que estamos circulando sin seguro, en un control rutinario, por ejemplo, podrá inmovilizar nuestro vehículo aunque no demos positivo en un control de alcoholemia o no hayamos causado ningún accidente.

¿Qué tipos de seguro de coche hay?

Una vez tenemos claro que debemos tener sí o sí seguro, vamos a explicar cuáles son las diferentes pólizas que podemos contratar.

Seguro mínimo. Hablamos del seguro mínimo obligatorio que se exige a todo conductor y habilita para conducir en toda la Unión Europea, así como Andorra, Islandia, Noruega y Suiza. Este tipo de seguro cubre las siguientes cuantías:

  • Daños materiales: 15 millones de euros
  • Daños personales: 70 millones de euros, independientemente del número de víctimas

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el seguro mínimo no cubre los daños personales causados sobre el conductor cuando éste es el causante de un accidente.

Este seguro, sin embargo, no se suele ofrecer en España de manera aislada. Es necesario, por norma general, hacerse con un seguro ampliado que cubre otros aspectos interesantes pero que, evidentemente, aumentan la cuantía de la cuota.

Seguro a terceros. El seguro a terceros cubre siempre los requisitos mínimos antes mencionados y, además, suele añadir una cláusula de responsabilidad civil. Ésta suele ampliar la cobertura de las circunstancias no recogidas en el seguro mínimo u obligatorio.

En este tipo de seguros, la compañía se hará cargo siempre de los daños provocados a otros vehículos pero si los culpables hemos sido nosotros, se desentenderá de las reparaciones que haya que llevar a cabo sobre el propio vehículo.

Como es de imaginar, este seguro es más barato que el "todo riesgo" pero también supone un riesgo evidente de quedarnos sin coche o afrontar nosotros mismos todos los gatos de reparación en caso de accidente.

Seguro a todo riesgo. Es un seguro que cubrirá todos los daños causados en un accidente, tanto a los provocados a otros conductores o usuarios de la vía como a nosotros mismos.

Este tipo de seguros es el más caro pero la compañía afronta siempre el pago de las reparaciones, incluso siendo nosotros mismos los causantes. Además, estaremos cubiertos ante posibles casos de vandalismo, pues aunque no sea posible identificar al causante del daño, las posibles reparaciones correrán a cuenta de la aseguradora.

¿Qué son las coberturas ampliadas?

Las coberturas ampliadas de un seguro de coche son aquellas cláusulas en las que se establecen algunas excepciones, con las que estaremos más protegidos a cambio, evidentemente, de gastarnos más dinero en el seguro del coche.

Este tipo de coberturas se aplican, sobre todo, en los seguros a terceros. Están pensadas para que el coche quede asegurado en circunstancias concretas. Con el seguro a terceros básico, habrá situaciones (como un acto vandálico) en el que el coche no esté asegurado pero que sí lo esté si hemos contratado la cobertura ampliada que le corresponde.

Algunos ejemplos de las coberturas ampliadas más contratadas son las siguientes:

  • Lunas, incendios o robos: en caso de que el coche sea incendiado por una persona pero no se encuentre al responsable, la compañía indemnizará al conductor con la cuantía firmada en las condiciones del contrato. Lo mismo sucede si el coche es robado o alguien rompe las lunas del vehículo.
  • Defensa jurídica: un seguro  a terceros básicos carece de asistencia jurídica si se necesita en un accidente o ante cualquier otro hecho. De no contar con ella, nos asistirá la justicia de oficio o tendremos que correr nosotros con los gastos de contratar a un abogado y todos los producidos durante el juicio.
  • Asistencia en viaje: tales como grúas, talleres que puedan reparar nuestros coches o retorno del automóvil a la vivienda en caso de accidente. Esta cobertura se suele aplicar en un radio de kilómetros desde nuestra vivienda y, en los mejores casos o en los fronterizos, es importante comprobar si tiene vigencia solo nacional o internacional.
  • Asistencia sanitaria en caso de accidente: la aseguradora correrá con los gastos oportunos de traslados o ingresos. Estas coberturas suelen ser fruto de una colaboración entre empresas, por lo que a la hora de contratar el seguro es algo que podemos tener en cuenta.
  • Capital ampliado sobre el asegurado: si el asegurado fallece o queda inválido se podrá ampliar la cuantía a entregar que, como mínimo, suele ser de 6.000 euros. En este tipo de pólizas se suelen superar los 100.000 euros de indemnización (dependiendo de la gravedad de las consecuencias del accidente).
  • Coche de sustitución: si solo tenemos un coche disponible y lo necesitamos a diario para nuestras obligaciones, puede ser interesante contar con esta alternativa si el coche se accidenta.
  • Daños producidos por animales cinegéticos: como decíamos, en los seguros a terceros básicos, los daños no están cubiertos cuando el accidente es responsabilidad nuestra o no hay un culpable. En este caso, por ejemplo, hablamos de animales salvajes. Si nos causan un daño, no estarán cubiertas las reparaciones por lo que es interesante contar con esta cobertura si nos movemos por lugares donde habitualmente estas especies pueden saltar a la carretera.

¿Qué es la franquicia de un seguro?

Como decimos, los seguros a todo riesgo son los más caros pues la compañía correrá con todos los gastos de reparación o indemnización, independientemente de quién haya sido el causante de un accidente y de cómo haya sido el siniestro.

El problema es que este tipo de seguros son mucho más caros que los de terceros. A medio camino hay una tercera vía: el seguro a todo riesgo con franquicia.

Estos seguros representan una opción intermedia entre ambas opciones, son un poco más caros que los seguros a terceros pero son sensiblemente más baratos que los a todo riesgo. La desventaja es que, en caso de accidente, tendremos que pagar la primera parte de la factura.

Un seguro a todo riesgo con franquicia es una vía más asequible para tener sus ventajas a cambio de cubrir parte de las reparaciones

Por ejemplo, en un seguro a todo riesgo con franquicia de 200 euros, pagaremos religiosamente nuestras cuotas. Si, llegado el caso, tenemos un accidente o sufrimos un acto vandálico, estaremos cubiertos en todos los casos pero tendremos que cubrir la primera parte de la reparación.

Si hemos rozado el retrovisor del coche y la reparación cuesta 150 euros, como conductores tendremos que pagar la suma total de la factura. Si, por el contrario, alguien nos ha roto las lunas del coche y la reparación se valora en 1.500 euros, nosotros pagaremos 200 euros y los restantes 1.300 euros correrán a cargo de la aseguradora.

Por último, si hemos sufrido un accidente y el coche es declarado siniestro, la aseguradora nos pagará la cuantía correspondiente pero descontará la parte de la franquicia (en este caso 200 euros) al dinero que tendrá que entregarnos.

Otros detalles a tener en cuenta a la hora de elegir un seguro

Antes de firmar un seguro, recuerda que lo mejor es comparar opciones, llamar a las aseguradoras en las que podamos estar interesados y comprobar facilidades de pago, cuánto dinero nos cubre en cada tipo de accidente o siniestro y, evidentemente, el precio final del mismo.

Pero, además, hay otros detalles que podemos tener en cuenta. Por ejemplo, un conductor recién salido de la autoescuela pagará más por el seguro, pues las compañías creen que hay un mayor riesgo de que se vea involucrado en un accidente. En este caso, si el coche lo utilizan varias personas, es recomendable dar de alta como conductor habitual a una persona con más años de experiencia al volante pues el seguro del coche cubrirá al conductor, independientemente de quién sea este.

También es importante tener presente cuánto dinero nos entregará cada aseguradora si sufrimos un siniestro total en el coche (la compañía no lo repara), nos lo incendian o lo roban. Si el coche es nuevo, es probable que nos ofrezcan una cantidad de dinero que decrecerá con el paso de los años. Esta suele ser primero el valor del coche durante los primeros años de contrato para, posteriormente, reducirse hasta el valor venal del coche.

¿Cuál es el seguro de coche que más me interesa?

Teniendo todo lo anterior en cuenta, llega el momento de elegir seguro, ¿cuál es el que más nos interesa en función de nuestro uso diario?

  • Seguro a terceros: nuestro coche es muy antiguo y su valor venal es tan bajo que no interesa pagar más dinero por coberturas superiores. Asumimos que si tenemos un accidente o sufrimos un robo o incendio, tendremos que buscarnos otro coche.
  • Seguro a terceros con coberturas ampliadas: el coche es antiguo pero queremos protegernos ante algunas incomodidades en caso de sufrir un percance. Estamos dispuestos a pagar un extra por contar con asistencia jurídica o una grúa que nos devuelva el coche a casa, llegado el caso. Si el coche duerme en la calle, puede ser una buena idea tener la cobertura de lunas, incendios y robos.
  • Seguro a todo riesgo con franquicia: el coche todavía tiene valor en el mercado y queremos estar protegido ante cualquier eventualidad pero tenemos garaje y, por tanto, el riesgo de sufrir un daño es menor. También es interesante si la diferencia entre el seguro a terceros o terceros con coberturas ampliadas y el a todo riesgo es tan grande que, entre medias, nos merece la pena pagar la franquicia. Por ejemplo, si el seguro a terceros cuesta al año 200 euros y el a todo riesgo cuesta 600 euros, será rentable pagar un a todo riesgo con franquicia siempre que la suma del plus de la cuota anual y un parte no sume más de esos 400 euros de diferencia.
  • Seguro a todo riesgo: tenemos un coche con un alto valor en el mercado, lo tenemos fuera de un garaje (expuesto a un mayor riesgo de actos vandálicos o robos), somos descuidados y damos varios partes al año o nuestro coche es de gama alta y, por tanto, nos compensa pagar el extra en el seguro porque las reparaciones son muy costosas.

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Foto | Usman Malik

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