La invasión rusa de Ucrania sigue adelante. Después de muchas otras sanciones y de eternas discusiones entre los países que conforman la Unión Europea, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto un veto progresivo al petróleo ruso.
La decisión. Aunque era un movimiento que se llevaba debatiendo desde hacía días y propuesto semanas y meses atrás, finalmente, von der Leyen ha confirmado que la Unión Europea sacará al petróleo ruso de sus compras. "No será fácil, porque algunos Estados miembros dependen en gran medida del petróleo ruso. Pero simplemente tenemos que hacerlo”, ha confirmado la Presidenta. En los primeros seis meses se espera eliminar la compra de crudo y, cuando termine el año, también el petróleo refinado dejará de ser comprado en Europa.
A pesar del anuncio, todavía queda la aprobación por parte de los 27 a través del Consejo europeo, que tiene que debatir la medida. Hungría y Eslovaquia, por ser los mayores dependientes, son los que más reticencias han mostrado hasta ahora, aunque, según The New York Times, contarán con más tiempo para eliminar las compras. Se espera, por tanto, "una prohibición total de la importación de todo el petróleo ruso, marítimo y por oleoducto, crudo y refinado”, en palabras de von der Leyen.
Las consecuencias. La consecuencia más directa de sacar el petróleo ruso de la Unión Europea es, simple y llanamente, que los países miembros tendrán que suplir el 25% del petróleo que utilizan en estos momentos. Según Eurostat, esta cifra equivale a una factura de 48.000 millones de euros y de 75.000 millones de euros si se tienen en cuenta los productos derivados.
Aunque Europa ha sido la última en sumarse, Estados Unidos ya anunció hace tiempo que dejaría de importar petróleo ruso. Sin embargo, la diferencia es sustancial. En este caso sus peso es del 8% y unos 700.000 barriles diarios. Europa, por su parte, adquiere cada día de Rusia alrededor de 4,5 millones de barriles.
Las opciones. Desde que las primeras voces apuntaran a este movimiento y Estados Unidos anunciara su decisión, las estrategias para frenar el precio del petróleo se han sucedido. La Unión Europea ha liberado 60 millones de barriles de sus reservas energéticas y Estados Unidos otros 180 millones de barriles. Pese a todo, quien más tiene que ganar es Estados Unidos, que vende parte de esas reservas a Europa y aprovecha la crisis energética para sacar partido con el gas natural.
Estados Unidos, incluso, se ha acercado a Venezuela para proveerse de petróleo y sus petroleras buscan una nueva oferta en Ecuador. La OPEP está produciendo 1,45 millones de barriles menos de los esperados y ya anunció que no aumentaría su oferta. La crisis política de Libia ha llegado a cerrar las exportaciones de petróleo al completo.
La gasolina. Para el ciudadano medio, donde más se podrá notar el veto al petróleo ruso es en el precio de la gasolina. Tras las presiones de la oposición y la huelga de transportistas, el Gobierno terminó por subvencionar con 20 céntimos el litro del diésel y la gasolina. Pese a todo, un mes después volvemos a pagar lo mismo.
De momento, el precio del Barril de Brent ha repuntado hoy ligeramente, hasta alcanzar un máximo de 109,11 euros por barril. Pese a todo, aún está lejos de los 129 dólares alcanzados el pasado mes de marzo. Hay que recordar que en aquellos momentos también se hablaba del veto al petróleo ruso y que en Bloomberg recogían que el número de apostantes a que el Barril de Brent alcanzaría los 200 dólares habían aumentado considerablemente.
Foto | Matt Buck
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