España es uno de los países de Europa más permisivos con la presencia de restos de alcohol en sangre cuando nos ponemos al volante.
La afirmación tiene matices porque el límite de 0,5 gr/l de alcohol en sangre se repite en 19 países de Europa. Sólo Lituania (0,4 gr/l) y Estonia, Polonia y Suecia (0,2 gr/l) permiten tasas menores. Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumanía castigan la sola presencia de alcohol en sangre. En este caso, no hay límite que valga.
Entonces, ¿por qué España es de los más permisivos con el alcohol? Porque para los conductores noveles, sólo Bélgica, Finlandia, Bulgaria y Dinamarca permiten tasas superiores a nuestro límite de 0,3 gr/l para estos conductores. Por debajo, otros 12 naciones ponen el límite en 0,2 gr/l. Austria lo deja en 0,1 gr/l y, además de los países antes mencionados donde la tasa es 0,0, Lituania, Alemania, Croacia y Eslovenia tampoco permiten beber a quienes recién se han sacado el carné.
Para los profesionales, mismo límite y, más o menos, misma situación. España no permite que quienes estén trabajando lo hagan con más de 0,3 gr/l de alcohol en sangre al volante (0,2 gr/l para los conductores de autobús). Seis países elevan el límite a 0,5 gr/l. Ningún otro se marca los 0,3 gr/l españoles. 20 países europeos tienen tasas inferiores o tienen un límite de 0,0 para sus profesionales.
Todos estos datos, recopilados por El País, son suficientes para demostrar que España es uno de los países donde más permisividad se tiene con la bebida.
Una permisividad que, sin embargo, está duramente castigada cuando se rebasan los límites, con 600 euros de multa y cuatro puntos en el carné de conducir cuando la tasa es de hasta 0,50 mg/l en aire espirado. 1.000 euros y seis puntos cuando se superan los 0,50 mg/l en aire espirado y el añadido de pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, además de la retirada del carné de conducir de uno a cuatro años cuando se superan los 0,60 mg/l en aire espirado.
Y una permisividad que el Gobierno ya se plantea que empiece a dejar de ser tal. Según el propio diario, fuentes internas están desarrollando un borrador con modificaciones en el Reglamento General de Circulación para rebajar la tasa de alcoholemia a 0,2 gr/l como máximo.
¿Por qué no eliminarlo por completo?
Aunque el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no ha confirmado la cifra adelantada por el diario, sí ha señalado en el desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum que hay un consenso entre asociaciones de víctimas y la DGT en que el actual límite debe rebajarse.
"Lo estamos trabajando seriamente. Es una discusión para la que la sociedad está madura y es un compromiso del ministerio abordar este debate porque nos parece muy importante", ha aclarado Grande-Marlaska en palabras recogidas por El País.
El Gobierno ya ha dado pistas en los últimos meses. En junio ya sonó con fuerza una rebaja del 50% en la cantidad de alcohol permitido en sangre para los conductores noveles y los profesionales. Ahora se habla abiertamente de ampliar a todo el espectro de conductores.
Además, ya se aplica la tasa 0,0 para los menores que circulan en patinetes eléctricos. Infracción que cuentan con el mismo castigo económico pero que no resta puntos en el carné de conducir. Lo mismo sucede si el infractor circula en bicicleta.
Si España adopta una tasa máxima de 0,2 gr/l de alcohol en sangre, los datos del Ministerio de Sanidad dicen que un varón no podrá coger el coche hasta dos horas después de tomarse un tercio de cerveza. Una mujer tendrá que esperar hasta tres horas. Al menos eso es lo que tardará en metabolizar por completo el alcohol tomado, será difícil pasar con tranquilidad una prueba de alcoholemia habiendo ingerido una bebida de baja graduación, como sucede ahora.
Según los datos aportados por Sanidad, sí se podrá superar la prueba a poco que esperemos en coger el coche si hemos tomado una copa de vino. En este caso, un varón tarda una hora y 20 minutos en metabolizar el alcohol y una mujer se irá a las dos horas. Sin embargo (y siempre hablando de medias), la tasa máxima que refleja una copa de vino en una mujer es de 0,35 gr/l en sangre, lejos de los 0,48 gr/l de una cerveza o los 0,55 gr/l de un combinado.
La gran duda es por qué no saltar, directamente, a la tasa 0,0. Con las drogas ya se castiga la sola presencia de la sustancia, pese a que en algunos casos pueden haber pasado más de 48 horas desde el último consumo. En ese caso, la multa es de 1.000 euros y la retirada de seis puntos del carné de conducir.
Los datos dicen que el consumo de alcohol está disminuyendo en toda Europa y el gasto en bebidas alternativas o sin alcohol está en pleno crecimiento. Según los últimos datos, en nuestro país, el consumo intensivo de alcohol disminuyó 2,7 puntos porcentuales en 2022 en la población de entre 15 a 64 años respecto a 2020, pasando de un 19,4% a un 16,7%.
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