En estos últimos días hemos conocido unas reuniones que tienen tintes de misticismo tal vez, y de futurismo tecnológico con total seguridad: las de Sam Altman y Jony Ive. El CEO de OpenAI, la empresa que ha cambiado la percepción mundial respecto a la IA; y el antiguo jefe de diseño en Apple, cuya huella marcó la estética de una empresa que sigue vigente a día de hoy.
Juntos, según dijo The Information, han mantenido dichas reuniones para hablar de cómo enfocar la creación de un nuevo dispositivo basado en Inteligencia Artificial.
Lo siguiente al smartphone o lo siguiente del smartphone
Nadie ha podido precisar si en esas conversaciones se está considerando la opción de mantener al smartphone como dispositivo de consumo por excelencia, o si se busca trascender a él y lograr que sea otro factor de forma el que lo reemplace.
La muerte del smartphone llegará algún día. No sabemos si quedan seis años o cuarenta, pero en algún momento tendremos que trascender a él. Han arrasado por muchos motivos, pero no están libres de inconvenientes: nos los podemos dejar atrás, olvidados; son ladrillos de cristal que aunque sean más resistentes siguen siendo frágiles y, a día de hoy, tienen una limitación muy marcada en el campo de visión que nos pueden ocupar.
Luego habrá que ver qué es lo que lo reemplaza. Por lo pronto tenemos varias propuestas recientes, todas orientadas como dispositivos corporales. La de Humane con su inquietante clip holográfico, la de Rewind con un colgante como registro de todo aquello que decimos y escuchamos o las gafas de Meta y Ray-Ban como puente para aprovechar Meta AI.
Llegarán muchas más, pero solo algunas sobrevivirán y perdurarán.
La llegada del iPhone y Android cambió por completo el estándar de diseño industrial del smartphone, y eso a su vez transformó a toda una industria.
Datos: GARTNER |
top fabricantes 2006 |
TOP FABRICANTES 2022 |
---|---|---|
1 |
Nokia |
Samsung |
2 |
Motorola |
Apple |
3 |
Samsung |
Xiaomi |
4 |
Sony Ericsson |
Vivo |
5 |
LG |
Oppo |
6 |
BenQ Mobile (Siemens) |
Realme |
De los seis de la derecha, solo Samsung ha sobrevivido como tal. Sony se desligó de Ericsson y sus ventas son residuales; Nokia acabó en manos de Microsoft, liquidada y luego vendida a HMD. Motorola, tras varios cambios de propietarios, continúa vendiendo bajo su marca, aunque lejos de la relevancia de antaño. LG dejó de hacer móviles y BenQ no solo tuvo que cerrar sino que incluso subastó sus activos en eBay. El mercado es implacable.
Y aunque no aparece en la columna derecha, Google es el otro gran ganador de la era móvil. Sus ventas de hardware serán un error de redondeo en comparación con las de Samsung, pero Android también ha sido implacable.
¿Qué viene ahora? Nadie lo sabe, pero sí tenemos algunas certezas.
Por un lado, que el salto hacia relojes o gafas como reemplazo del smartphone sigue lejos de ser una opción real. Los relojes inteligentes son cada vez más independientes, inteligentes y autónomos, pero solo permiten lograr una fracción de lo que ofrece un smartphone. Las gafas van ganando capacidades y tienen la ventaja de aumentar el campo de visión e integrar cámaras, pero la autonomía y la miniaturización siguen siendo desafíos demasiado grandes. Apple todavía no plantea unas gafas sino algo más parecido a un casco, con dos horas de autonomía gracias a una batería externa y con un precio de unos 4.000 euros.
Por otro lado, que los accesorios que hemos ido viendo en forma de dispositivos corporales (anillos, pulseras, colgantes, auriculares...) son eso, accesorios.
Si Altman e Ive se limitan a crear el llamado 'iPhone de la IA', que no es poco, y logran plantear un camino continuista para el móvil basado en la Inteligencia Artificial, a iOS y Android les empezará a apretar la corbata y el smartphone caminará.
Si en cambio son capaces de trascender al smartphone con dispositivos lo suficientemente completos y convincentes en potencia, capacidades y experiencia de usuario, empezaremos a vislumbrar en el horizonte un final para el teléfono móvil, como en su momento dejamos de llevar encima un MP3 o una agenda en papel porque el móvil absorbió sus funciones. Y el smartphone reventará.
En Xataka | Sam Altman tiene claro que "hay trabajos que van a desaparecer, y punto". Lo que no está tan claro es cuáles.
Imagen destacada | Xataka.
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