Aunque hoy es el día en el que podremos poner las manos encima al nuevo Windows Phone 7 que repasamos el lunes a fondo, las primeras impresiones tras la presentación de Steve Ballmer y el conjunto de primeros terminales de diferentes marcas dejan claro que hay esperanza con Windows Phone 7. Muchísima más de la que se esperaba.
El nuevo sistema operativo de Microsoft para teléfonos móviles va a funcionar y tanto Apple con su iOS como sobre todo Google con Android tienen ya trabajo por delante. Porque la mayor sorpresa de Windows Phone 7 es que es diferente a ellos y funciona. Microsoft ha cortado de raíz con su etapa anterior, se ha arriesgado principalmente con la interfaz, funcional y sencilla, y son ya muchas las voces, entre las que me incluyo, que quieren usarlo y sacarle todo el partido que promete.
La lucha será con Android
Si dejamos de lado a iOS, a quien igualan en interfaz y experiencia de usuario a priori pero que juega en una liga aparte, el gran rival de Windows Phone 7 será Android. Y contra ellos tienen una carta ganadora: el control sobre los teléfonos que incluirán Windows Phone 7 y la estandarización con libertades que les da. Que los teléfonos se parezcan más o menos no debe ser un problema, pues ha pasado con Android y seguimos vivos.
Microsoft obliga a cumplir una serie de requisitos en sus terminales, por ejemplo los controles físicos principales, además de ofrecer una actualización simultánea de todos los teléfonos. Contra eso, Android no puede competir ni de lejos por culpa de la dichosa fragmentación que todavía no solucionan.
También con el control por voz y el buscador Bing integrado Microsoft da en el clavo a la hora de competir con Android, pues ha sido muy bien implementado en el sistema operativo, enfocado desde el inicio en ser un servicio útil para un móvil. De nuevo sale mejor parado el nuevo Windows Phone 7.
Entrada con fuerza
A falta de que los desarrolladores vean el potencial de Windows Phone 7, muy interesante para el mercado empresarial, el punto fuerte de Windows Phone 7 es la integración con sus servicios y el añadido de sus mejores productos como Zune o la firma Xbox Live jugarán a su favor también.
Solo nos queda ver el recibimiento por parte del consumidor y si el factor número de aplicaciones acaba siendo algo determinante o no. Personalmente cada día me parece un elemento menos crítico en el teléfono avanzado para el gran público.
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