"Los datos de los cuatro últimos días indican que se ha producido la inflexión del brote, aunque aún no se ha terminado”, explicaba José Miguel Cisneros, el experto en enfermedades infecciosas que ha estado ejerciendo de portavoz del gabinete andaluz para el seguimiento de la crisis de listeriosis. “Lo esperable es que la reducción del número de casos se acentúe en los próximos días para entrar en una fase con casos poco frecuentes que puede durar hasta el mes de octubre incluido".
Y es que, efectivamente, los datos de la Junta de Andalucía permiten ser optimistas: en las últimas 24 horas, el número de pacientes ingresados en los hospitales de la comunidad se ha reducido un 20%. Mientras la semana comenzaba con 108 ingresados, hoy solo quedan 86 personas.
Un brote en remisión que aún dará muchos nuevos casos
Y es buena noticia porque, aunque ayer se confirmaron tres nuevos casos de infección por la bacteria en Sevilla, el ritmo de nuevos casos se ha reducido de forma importante. Si en los primeros días del brote se identificaban en torno a los 40 casos diarios, durante el fin de semana (con cuatro casos el sábado y tres el domingo) ya se apreció la (aparente) remisión.
Ahora, según confirman desde el gabinete técnico, no solo se han reducido los ingresos, sino que las infecciones visitadas en urgencias también han reducido (hasta situarse en valores normales a los de esta época del año). Así que, con los productos retirados del mercado y la alarma activa, todo parece indicar que hemos pasado lo peor de la crisis.
Algo que, como hemos repetido en varias ocasiones, no quiere decir que el brote haya terminado. Por un lado, a la vista del enorme caos de gestión por parte de la empresa y las autoridades, no podemos descartar que haya productos en casas particulares que no estuvieran debidamente envasados y etiquetados. Por el otro, los tiempos de incubación de la listeria nos hacen esperar un rosario de nuevos casos hasta, al menos, finales de octubre.
¿Y ahora qué?
En las últimas horas, a medida que aparecían nuevas informaciones sobre Magrudis, la empresa que fabricaba los productos que han causado el brote, ha quedado claro que más que un fallo o un golpe de mala suerte, lo que teníamos entre manos era todo un entramado productivo que ignoraba sistemáticamente todo lo que tenía que ver con la seguridad alimentaria.
Por eso, conforme se vayan esclareciendo los detalles que originaron el brote, tocará analizar, reflexionar y, sobre todo, tomar medidas para que este tipo de problemas no se vuelvan a repetir.
Durante los últimos años, ya sea por compromiso propio o por exigencia de los clientes, la industria ha avanzando muchísimo en autocontrol. Los análisis de peligro, los simulacros de retirada de lotes y los controles de seguridad son prácticas habituales en la industria; pero si algo muestra el caso de Magrudis es que otra parte de la industria que prefiere encomendarse a la suerte.
Algo que, como hemos visto, es una bomba de relojería. En conclusión: aún queda mucho para saber qué hay detrás del mayor brote de listeria de la historia de España, pero mientras sigue el goteo de casos cada vez más voces piden que se tomen medidas para que la confianza en el sistema alimentario no se derrumbe como un castillo de naipes.
Ver 5 comentarios