Por qué deberías elegir bien a tu tatuador (antes de que muchas cosas salgan mal)

Por qué deberías elegir bien a tu tatuador (antes de que muchas cosas salgan mal)
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Puede que tatuarse ya no sea una decisión irreversible, pero no significa que haya que tomárselo a la ligera. Una mala decisión, como grabarse caracteres en idiomas desconocidos o, simplemente, hacerse una chapuza en casa con un colega en pleno arrebato adolescente, son malas ideas. Nos lo cuentan en primera persona varios profesionales del tatuaje (desde tatuadores con casi 25 años de experiencia y bellísimo arte, hasta expertos en su eliminación) y todos coinciden: ya no hay excusas para hacerse un mal tatuaje.

Gracias a Internet, que se ha convertido en el book de los artistas. También hay que tener en cuenta qué quieres grabar en tu piel. ¿El nombre de tu novio o novia a los 18 años? Mejor no. Y, curiosamente, dónde te lo hagas influye. Lucía, de Tattoo Cleaner, nos cuenta que la inmensa mayoría de los casos de eliminación son de los tatuajes "que están en tu campo de visión". ¿Tatuarse algo en la espalda? Te arrepentirás menos a largo plazo.

Ariel, tatuador en Tattoo Magic: "El nivel del mundo del tatuaje ha subido muchísimo en cinco años"

Tattoo Magic

En parte, por la influencia de Internet, que ha extendido un montón el tatuaje en los últimos 15 años. Yo soy de Argentina y llevo tatuando 24 años, tengo 42. Empecé dibujando para unos tatuadores en un estudio de barrio en Brasil, que acababan de comprar unas máquinas. Dibujaba para ellos hasta que me propusieron empezar a tatuar.

 


No me gustaba la idea porque me daba pavor el tema de las agujas y la responsabilidad. Estás dibujando sobre una persona, es algo complicado. Pero lo superé (risas). Hoy en día el nivel del tatuaje es bastante alto, entre la formación de la gente que viene de Bellas Artes y las mejoras tecnológicas en agujas, máquinas, pigmentos... Ya puedes hacer prácticamente un cuadro sobre la piel. Son avances que hemos visto en los últimos cinco años y permiten un nivel de realismo increíble.

Máquina de tatuar

Lucía, Tattoo Cleaner: "es más fácil quitar un mal tatuaje que uno bueno"

Tattoo cleaners

La gente se tatúa en muchos casos por impulso. Lo que le parece maravilloso con 18 años, con 30 ya no les parece tan bonito. Durante el último mes hemos tenido más clientes por las oposiciones de Guardia Civil y militar, que no pueden llevar tatuajes que se vean.

¿El proceso? Quitar un tatuaje depende de los colores que te hayan puesto, el tamaño del tatuaje y la profesionalidad del tatuador. Curiosamente se tarda más en quitar un buen tatuaje, los malos tatuadores dejan calvas, no repasan, no meten bien la tinta y esos son más fáciles de eliminar. Los muy profesionales llevan más tiempo, hacen auténticas obras de arte y da hasta pena quitarlos.

Flor, distribuidora, La Morgue: "hemos pasado de hacernos nuestras propias agujas a un proceso industrial"

La Morgue

Flor ha sido testigo directo de la evolución que comentaba Ariel: lleva tres años al frente de una distribuidora de material para tatuadores y dos décadas en el mundo del tatuaje, desde tatuadora a formadora.

La gente que ama este oficio sabe cómo cuidar a su cliente. Aún así, desde hace una década contamos con una normativa y unos pocos requisitos: un curso higiénico-sanitario que sirve más como 'censo' de tatuadores que como caso práctico, y una homologación que en España va por su cuenta en algunos elementos como las tintas, distintas a las admitidas en el resto de Europa.

Agujas Las agujas antes se fabricaban artesanalmente.

Todo ha evolucionado mucho: antes nos hacíamos nuestras propias agujas, las soldábamos nosotros, las esterilizábamos y les dábamos un único uso. Así trabajábamos hasta que las fábricas vieron el negocio y ahora casi todas las agujas, por ejemplo, vienen de China, homologadas y revisadas por Sanidad. Yo tenía a cuatro amigos haciendo agujas para mí, y ahora...

Lucía: "los tatuajes que se quita la gente: chapuzas, modas y exparejas"

Nombres

Vemos muchos exnovios y exnovias, que se tatúan el nombre en el cuello, en la ingle, en el pecho... Luego lo dejan y, claro, se lo quieren quitar. En su mayoría son gente muy joven, recién entrados en la veintena, los típicos de "¡estoy enamorado, va a ser para toda la vida!". Y luego no lo es. Siempre les digo lo mismo: un padre, una madre, un hijo, un hermano, sí, son para siempre. Pero un novio... Es que no lo sabes.

También tenemos a mucha gente que quiere tatuarse otra cosa encima. En ese caso hay poco problema: se trata de unas pocas sesiones en las que quitamos capas de tinta para que te puedan hacer otro encima. Hacerse un tatuaje de algo que está de moda se hunde totalmente al cabo de los años. Es como si te tatúas ahora a Miley Cyrus o a Justin Bieber. Pasó con los Backstreet Boys: gente que se tatuaba la cara de alguno de ellos y, al cabo de unos años, a quitárselo.

Ariel: "A los tatuadores nos ha venido muy bien la eliminación por láser"

Lo mejor es que el láser nos ha ayudado mucho, nos salvó bastante. Había mucha gente con muchas malas experiencias o que no se tatuaban porque pensaba que era para toda la vida. Y ahora nuestro queridísimo láser nos ha venido muy bien, ya no está el miedo a hacer algo irreversible.

Pero sí, he tenido mucha gente que me pide que tape chapuzas por quererse tatuar con el amigo en casa, o incluso los que prueban por su cuenta. Que ves unas cosas... Es mejor no hacer algo que no controles, el DIY aquí mejor no. Y en todo caso, por favor que sea algo pequeño.

Lucía: "¿Los tatuajes más eliminados? Tribales, animales salvajes y falsas "letras chinas"

Los chicos especialmente. Se hacen águilas, tigres, pumas... Las chicas se hacen cosas más "finas", enredaderas o nombres, pero los chicos se quitan cosas más grandes. Y tribales de brazos: los chicos tienen el brazo muy grande, y un tribal grande queda bien, pero para quitarlo... Uf.

Aparte, ellos tienen el umbral del dolor más bajo, y tienes que hacer parones porque la persona se agobia y no puedes estar todo el rato con el láser. Para tatuajes pequeños no es necesaria la crema anestésica, eso sí. Y letras chinas, también. Sólo en esta semana he tenido dos casos de letras chinas falsas. Uno porque era parecido pero no lo que había pedido y otro porque no tenía nada que ver lo que ponía en el tatuaje de lo que creía que ponía. Cuando se dan cuenta de eso, se lo quieren quitar.

Siempre explico claramente a la gente todo, porque vienen con miedo. Que no tengan dudas y se vayan con la tranquilidad de que el tatuaje se va a ir y no va a quedar ninguna cicatriz. De primeras vienen muy asustados, sobre todo los jovencitos. Sólo hay que concienciarles de que las curas hay que hacerlas bien: no rascarte ni quitarte la costra, que eso es lo que te deja cicatriz.

Flor: "los tribales eran el tatuaje comodín"

Antes todo el mundo que quería un tatuaje para ser un poco moderno y no tenía claro cuál quería tiraba por los tribales. Porque no dice nada, no te compromete con nada. Es una mancha negra y punto. Era el tatuaje comodín. Ahora sí se hacen obras de arte en la piel. Pero es que en aquella época no era un requisito ser un buen dibujante: con tener buen pulso y saber copiar bastaba. Ya en el 2000 llegaba gente que ya sabía dibujar. Aprendían más rápido, tenían más destreza... Como distribuidora también he visto la popularización del tatuaje. Antes, en ciudades pequeñas, a lo mejor sólo había un estudio. Ahora existen siete o diez.

Ariel: "Internet ha traído variedad, demanda... Y exigencia por parte del público"

 

Ah, los tribales. Por eso dibujaba para tatuadores en mis inicios, porque no había muchos diseños. El cliente venía, miraba un poco y decía "pero a mí me gustaría una sirena, que tenga un arpa y...". Y no había. Entonces yo tenía que dibujarlo desde cero y era muy bonito. Hoy en día, con Internet, alguien piensa "quiero una sirena" y pum: cinco mil millones de sirenas, ¿cuál quieres? [risas] Bromas aparte, Internet es maravilloso, ayuda mucho. Nosotros subimos fotos diariamente al blog, a Instagram, a Facebook. Y se nota el cambio, la respuesta de la gente, les gusta ver los tatus. Porque los tatus causan curiosidad, atrapan la vista, te paras en Instagram a mirarlos.

También, por suerte, ha subido el nivel de exigencia de la gente junto al de la demanda. Todavía hay gente que experimenta con su primer tatuaje, pero son los menos. El público ya busca a un tatuador específico, una línea de trabajo concreta: tradicional, realismo, blanco y negro, japonés. La gente va más a lo certero. En los últimos dos años hay una moda, por ejemplo, de hacerse tatuajes pequeñitos y geométricos, más fashion. El Photoshop está muy involucrado hoy en día para ese tema. Se trabaja con ordenadores para preparar los diseños. El tatuador clásico que sacaba punta al lápiz para dibujar un diseño sigue estando, pero convive con la tecnología.

Lucía: "Conviene elegir un buen tatuador porque te puedes cansar fácilmente de ver tu tatuaje"

Elegir un buen tatuador es muy importante. Porque aparte de la calidad influye otra cosa que también he visto en mi trabajo: la gente tiende más a quitarse antes los tatuajes que tienen en su campo de visión que los que tengan en la espalda, por ejemplo. Creo que porque los ven constantemente. Los de la espalda u otros sitios nos lo piden menos, creo que porque no son tan conscientes de llevarlos. Casi el 90% de los casos que nos piden son de tatuajes que están en su campo de visión inmediato. Y se cansan de verlos.

Chicos y chicas por igual, quizás más en el caso de chicos. Las chicas suelen venir con tatuajes más pequeños y tienen pocos, dos como mucho. Los chicos vienen con más tatuajes y más grandes, brazos y pecho sobre todo. Lo curioso es que los chicos no suelen tener tatuajes en las piernas. Y las chicas en muñecas, tobillo y, eh, en un pecho.

Ariel: "Un buen tatuador no es sólo un buen artista"

 

Los primerizos vienen con muchas dudas. No saben si les va a doler, si va a costar mucho dinero, si se van a arrepentir... Al final lo terminan haciendo porque realmente lo quieren. Pero siempre tienes que pensar que esa persona se está abriendo completamente, te está dando su intimidad, su piel.

Se puede llegar a desnudar delante de ti dependiendo de dónde quiera el tatuaje. Ponte en su lugar: "me tengo que desnudar delante tuyo, yo no te conozco, y no sé si me va a doler o me va a quedar bien". ¡Es algo que pondría nervioso a cualquiera! Así que un buen tatuador tiene que tener mucho tacto y empatía. Transmitir calma.

A mí me gusta trabajar directamente sobre la piel de la persona porque es un proceso más puro. A lo mejor viene una persona pidiendo "una calavera mejicana". Vale, yo te puedo dibujar una, pero a lo mejor no es la que realmente quieres. Entonces, hablando con la persona vas llegando al tatuaje puro. Hablando y trabajando con ella hasta llegar al 100% de conexión con el cliente, algo esencial.

Ariel: "Mira mucho antes de decidir" y otros consejos para primerizos

Primero tienes que saber lo que quieres, dónde, qué quieres representar y, con esa base, mirar mucho Internet. Por ejemplo, quieres un tigre. Perfecto. Pero qué tipo de tigre, qué estilo quieres. Acudes a Internet y ya puedes ver si te gusta más tradicional, más japonés, más... Lo grande de Internet es que ya ves directamente a la gente tatuada, ayuda mucho a ver cómo queda, ya tienes un 70% hecho del proceso. Siempre aconsejo mirar bien los books y decidir. Y no el precio: hay que mirar siempre la calidad del tatuaje, antes que el precio.

Pero siempre importó mucho el tatuador, antes de Internet funcionaba el boca a boca. Ahora es más simple. Y a un tatuador primerizo le recomendaría, aparte de las escuelas que ya tenemos a día de hoy, que entrase de pricipiante o aprendiz en un estudio. Porque con un tatuador experimentado al lado en el día a día es otra cosa, se aprende de verdad. Y sí, funcionamos un poco como gremio, hay buena relación entre los tatuadores profesionales.

"El mundo del tatuaje está cada vez más interesante"

Tanto Flor como Ariel coinciden: de unos años para acá hay "mejores tatuadores, mejores máquinas y mejor tecnología". El tatuaje se ha extendido socialmente, antes "en una playa podías contar a las personas que tenían tatuaje; ahora es a la inversa", nos cuenta Flor.

Lo que era un símbolo "de moteros y rebeldes", ahora ya es una cultura urbana. "Hoy en día", nos cuenta Ariel, " todo el mundo se ha dado cuenta de que puedes expresar con tu cuerpo lo que más te guste. También se han vuelto más permisivos en el trabajo: ahora es normal ver dependientes tatuadas en grandes franquicias, por ejemplo. Antes no se veía tan bien".

"Y la situación es mejor", concluye Ariel: "las máquinas eran más burdas. No sólo duele menos, sino que hacen mucho menos ruido (antes te podía recordar a un dentista y lo asociabas al dolor), con lo que hacerse un tatuaje es más cómodo hoy. También para nosotros: antes costaba meter los colores, ahora es muy fácil y muy rápido. Con gente con experiencia no tienes ningún problema".

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