Los ganaderos de Extremadura se las prometían felices con la campaña de Navidad. Hasta que llegó la lengua azul

El sector lidia con la enfermedad en una época clave del año para su producción y ya advierte de sus peligros

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"Hemos tenido una buena primavera, se había producido una bajada del precio de los piensos y tenemos unos precios históricos de venta de los corderos. Ahora nos llega este desastre". La frase es de Rafael Chávez, un ganadero extremeño que hace unos días resumía así al diario Hoy la impotencia con la que ve los focos de lengua azul que se han registrado en granjas de España y han llevado las administraciones a movilizar sus vacunas. Hay preocupación. De forma especial en Extremadura, con 26 focos detectados, cuatro de ellos con serotipo 3, que llegan en una época sensible para el sector, cuando ya ve (no tan lejos) la campaña de Navidad.

La gran pregunta es… ¿Cuál será su balance final?

¿Qué es la lengua azul? Una enfermedad vírica. Una que no afecta a los humanos, pero resulta especialmente importante por el impacto que tiene en el ganado. Su peculiar nombre lo toma de uno de los síntomas que muestran los animales infectados, aunque tampoco es el más común. Además de fiebre alta, hemorragias, exceso de salivación, diarrea y pérdida de peso, la lengua de los ejemplares enfermos puede volverse "azulada" por una mala oxigenación.

La Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) aporta una serie de claves que ayudan a conocer mejor la dolencia: no es contagiosa, la transmite la picadura de ciertos mosquitos (Culicoides) y del virus que la causa, de la familia Reoviridae, se conocen una veintena larga de serotipos distintos. En cuanto a los animales a los que afecta la enfermedad, se incluyen algunos rumiantes con un peso importante en la economía española, como los ganados ovino, bovino y caprino.

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¿Por qué es importante? Por el impacto que puede tener en los animales infectados. La "lengua azul" tiene a sus espaldas un amplio historial de casos que han afectado de forma demoledora al sector ganadero. La WOAH recuerda que en 1956 se detectó un foco en Portugal y España de una "cepa virulenta" del virus que causó la muerte de unos 46.000 ovinos en el primer país y 133.000 en el segundo. El organismo recuerda que se hay identificados 24 serotipos y "la capacidad de cada cepa para provocar la enfermedad varía de forma considerable".

¿Disponemos de más datos? Sí. Aunque conviene manejarlos con cierta responsabilidad. Que la enfermedad golpee con más o menos fuerza depende en parte de la especie. Los síntomas más graves se detectan en los ovinos. Entre ellos la enfermedad puede extenderse de forma amplia, con una morbilidad de hasta el 100%, lo que importa sobre todo si se tienen en cuenta los síntomas que sufren los animales infectados, como abortos, pérdida de peso, "interrupción del crecimiento lanar" o incluso la muerte. En cualquier caso, WOAH recuerda que el virus no se transmite por el contacto con los animales y su lana o el consumo de leche.

La mortalidad media oscila entre el 2 y 30%, según la WOAH, aunque las autoridades advierten también que en las razas más susceptibles el dato puede llegar al 70%. Hace unas semanas se detectó por ejemplo un foco en la región de Évora, en Portugal, del serotipo 3 del virus. En ese caso los datos recabados por las autoridades en Francia y Países Bajos, países que también lo han sufrido, apuntan a una mortalidad entre el ganado ovino relevante: de entre el 10 y 25%.

¿Y cuál es la situación en España? El virus no es un desconocido, ni en España, ni mucho menos en el resto de Europa, pero durante las últimas semanas, sobre todo tras los focos del serotipo 3, ha cobrado una relevancia especial que ha llevado a la administración a mover ficha.  Los datos del Ministerio de Agricultura, (MAPA) muestran el seguimiento de la enfermedad a lo largo de los últimos meses. En junio se informó de un foco del serotipo 8 en Girona, cerca de Francia.

Unos meses después, a principios de septiembre, el MAPA alertó de otro caso de serotipo 8 en Mallorca, semanas más tarde reseñó otro caso en Extremadura del serotipo 1 y el pasado día 30 lanzó una nueva alerta, en este caso por la detección de tres focos del serotipo 3 del virus en explotaciones de ovino repartidas por las provincias de Badajoz y Huelva. Las granjas se situaban más o menos cerca de la frontera con Portugal, que unas semanas antes ya había identificado un caso.

¿Qué significa eso? Ha sido esta última notificación, del serotipo 3, la que ha dado más relevancia a la enfermedad por su posible impacto. Al fin y al cabo, como reconocía en septiembre el MAPA, tras los tres casos registrados en Évora, se trata de una variante "de especial importancia". ¿El motivo? "Produce cuadros clínicos severos y elevada mortalidad en ovinos (entre un 10 hasta el 25%), así como clínica en bovino con pérdidas en la producción láctea, no descartándose mortalidad en las explotaciones afectadas", explicaba el departamento de Luis Planas.

Desde octubre de 2023 se ha extendido ya por diferentes países de Europa, incluidos Países Bajos, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Dinamarca, Noruega, Suecia, República Checa, Francia, Reino Unido y Portugal, con casos notificados a lo largo de este o el año pasado. El comunicado del MAPA llegaba acompañado también de un llamamiento a la tranquilidad: la lengua azul es una enfermedad vírica que afecta a los rumiantes de varias especies, no al hombre.

¿Cuál ha sido la respuesta? Mover ficha. En septiembre, después de que se notificasen los casos de Évora, el Gobierno anunció la compra de 655.000 dosis de vacuna contra el virus de la lengua azul serotipo 3. El Ejecutivo apuntó además a fondos que debían ser completados por partidas de las propias comunidades autónomas para apoyar a los ganaderos por sus pérdidas y gastos extra.

Desde los gobiernos regionales, como la Junta de Extremadura, la de Andalucía o la de Castilla y León, se han dado diferentes pasos ya para conseguir vacunas con la que evitar la propagación de la enfermedad. Sin ir más lejos, hace poco el Gobierno extremeño anunció la reserva de 1,5 millones de dosis de vacunas frente al serotipo 3 que se sumarían, afirmaba, a las 175.000 repartidas por el Gobierno central.

¿Qué dicen los ganaderos? No ocultan su preocupación. De forma especial en Extremadura, por los focos registrados. El Periódico de Extremadura publicó ayer un artículo en el que habla de ciertos de ovejas muertos y cita a un ganadero que se lamentaba del impacto de la lengua azul en su explotación. "Se está llevando toda mi vida por delante". No es el único. El diario Hoy habló también con otro que, en cuestión de una semana, ha perdido ya 32 ovejas y unos 40 corderos fallecidos al poco de nacer por no tener leche materna o directamente a causa de abortos.

"Esto es una catástrofe cuya magnitud aún no se conoce. Todos los días se están muriendo animales o enfermando y muchos de estos, sobre todo ovejas madres y corderos, no sobrevivirán", lamenta. La preocupación se extiende también a otras zonas de España en las que aún no se han detectado casos, pero temen sufrir las consecuencias. Hay quien cree que las medidas para frenar los contagios "llegan tarde" al menos en parte de las zonas afectadas de la península. "La ola fuerte de contagios de la lengua azul en Extremadura ya nos la hemos tragado", zanjan.

¿Importa el momento? Sí. El golpe llega, recuerda Rafael Chávez al diario Hoy, tras "una buena primavera". "Se había producido una bajada de los precios de los piensos y tenemos unos precios históricos de venta de los corderos. Pero ahora nos llega este desastre en plena paridera de las ovejas", lamenta el ganadero.

El presidente de la Indicación Geográfica Protegida para los corderos de la dehesa de Extremadura, Corderex, Mario Mera Gómez-Bravo, ha advertido a EFE también del efecto que puede tener la enfermedad en la producción si no el escenario no se cambia a lo largo del próximo mes. El motivo, recuerda, es que otoño es una época clave para el sector. "Hay una paridera muy importante, que abastece para la Navidad", insiste: "En un mes sería importante que hubiera libertad de movimiento porque si no afectaría seriamente a la producción".

¿Qué les preocupa? "Sin vacunas, la campaña de Navidad se va al garete", concuerda en declaraciones recogidas por El Economista Carmen Gómez Cosme, ganadera extremeña con una explotación de 150 cabezas de ovino. El sector de la región mira ya con expectación a la campaña de Navidad y el posible impacto de la enfermedad en sus negocios, aunque con opiniones divididas, entre quienes temen que pueda peligrar y los que consideran que todavía es pronto para saberlo. La situación se sigue también con atención desde otros puntos, como Andalucía.

Imágenes | Ana Rey (Flickr) 1 y 2

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