Dunkerque, la película de Christopher Nolan, ha levantado sospechas recientemente sobre cómo se ignora el papel de la India en los méritos de la guerra: en la película no hay ni soldados indios ni referencias a su papel en la guerra. Pero incluso en la India, el papel del país en el conflicto tiende a ser eclipsado por lo que pasó durante el movimiento de independencia del país, un hecho que coincidió con los años de la Segunda Guerra Mundial.
Si nos paramos a reflexionar sobre cómo se ha reinterpretado la guerra en las diferentes culturas, es importante hablar de cómo la industria cinematográfica de la India respondió a la guerra y la forma en la que filtró sus historias a través del prisma del cine.
Tal y como se escribía en un editorial de la edición de diciembre de 1941 de la revista semanal de cine indio The Mirror, la industria cinematográfica del país tenía una “obligación moral en estos momentos cruciales” para “entretener a un pueblo que está decidido a seguir adelante".
El periodismo cinematográfico indio no creyó conveniente esconder a sus lectores las noticias de la guerra y consideraba que informar sobre la guerra era una obligación moral mientras a su vez seguía informando sobre la industria del cine indio y la de Hollywood.
La propaganda del pueblo
Una imagen a página completa en la revista de cine Picturpost en 1945 con el título “Nuestra Guerra” y que representa civiles indios de ambos sexos marchando detrás de un soldado proclamaba que: “cuando los gángsters nazis soltaron su maquinaria de guerra contra el mundo, la India luchó con orgullo contra dicha agresión”. También recordaba a los lectores que, a pesar de que los nazis se hubieran rendido, la guerra no había terminado hasta que no cesaran las hostilidades con Japón.
El mensaje de solidaridad de la India con China y con los aliados contra la invasión japonesa es obvio en la película Dr Kotnis Ki Amar Kahani, dirigida por el incondicional de la industria V Shantaram. La película describe las experiencias de la vida real de cinco médicos indios que se ofrecieron para ir a China como parte de la misión médica durante la invasión japonesa. Shantaram también actuó en la película en el papel de Dr. Dwarakanath Kotnis, todavía considerado como un héroe de guerra en China a día de hoy.
El cartel de la película, diseñado por el renombrado artista indio SM Pandit representa al Buda, sereno y quieto, de pie en medio de la quema de los restos de la guerra. Esta imagen es una representación de la eterna esperanza y sirve como recordatorio de los lazos culturales históricos entre China y la India.
La película se refiere a la misión médica como “la obligación de la India de ayudar a nuestro vecino” y representa la resistencia como un esfuerzo de colaboración que sólo podía tener éxito con la unidad de los indios: desde el agricultor que trabaja en el campo al médico en el frente en calidad de voluntario. Un mensaje que tenía un paralelismo claro con el movimiento nacionalista contra los británicos.
La guerra y el movimiento de independencia
La División de Películas del gobierno británico encargó un corto propagandístico de cinco minutos titulado Face of India en 1942 para realzar los esfuerzos bélicos de los aliados y el papel de la India en la guerra, fortaleciendo a su vez la imagen positiva del imperio.
Los archivos nacionales de Kew, Londres, tienen registros de las múltiples versiones del guión redactado por el documentalista y productor británico Alexander Shaw (que también estuvo al frente de Consejo Asesor de Cine de la India) a quién se le encargaron funciones propagandísticas en la India.
La correspondencia entre los funcionarios del Ministerio de Información, la División de Películas y la Oficina de la India revelan que no se pudo lograr un consenso sobre cómo la película podría defender el papel la India en la guerra sin abordar el creciente movimiento de desobediencia civil contra los británicos en la India. Al final, la película se dejó de lado por temor a que si se destacaba el papel de la India se acabaría validando su derecho a la autonomía.
A día de hoy existen hechos de la guerra que siguen siendo ignorados en la India, precisamente por la complejidad de la herencia de la guerra dentro de la historia del movimiento de independencia de la India.
Nacido en Mysore, Sabu Dastagir, estrella de producciones británicas como The Elephant Boy (1937) y El ladrón de Bagdad (1940), no solo fue el actor indio más importante del mundo en su momento, sino también un distinguido héroe de guerra. Dastagir se convirtió en ciudadano estadounidense en 1944, donde se unió a las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos como artillero de cola y fue galardonado con la Cruz de Aviador Distinguido por sus servicios.
Sin embargo, el increíble legado cinematográfico y bélico de Dastagir sigue siendo ignorado en su lugar de nacimiento, en parte por sus papeles en películas como El tambor (1938) de Alexander Korda, criticada en la India por hacer caricaturas ofensivas de los indios y porque estaba generalmente considerada como propaganda británica.
Su contribución a la industria cinematográfica de la India sigue siendo muy poco conocida; Dastagir hizo una prueba para obtener uno de los papeles principales en Mother India (1957) (película que llegaría a convertirse en una de las más icónicas de todos los tiempos en el país) pero fue rechazado.
Tal y como demuestran estas historias, incluso en medio de la propia lucha de la India contra los británicos, el país asumió su parte de responsabilidad colectiva trascendental. La industria del cine en la India optó por no ser un mero espectador, sino que se otorgó un papel más importante para sí misma como mensajera y aliada en la lucha mundial contra el fascismo.
La importancia de revisar estas historias va más allá de la relación entre la India y su antiguo colonizador, Gran Bretaña. El apoyo de la India hacia sus vecinos asiáticos en sus propias luchas contra la colonización fascista tampoco se suele recordar y la relación actual entre la India y China se generaliza con la disputa sobre la frontera del Himalaya. Sin embargo, el cine de la India durante la guerra nos demuestra que los lazos de solidaridad son más profundos y duraderos.
Autor: Shruti Narayanswamy, Doctor en Estudios de Cine por la Universidad de St Andrews.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Traducido por Silvestre Urbón.