Hasta hace poco, la utilidad del rayo láser se limitaba a la ciencia ficción. A cosas tan fantásticas como destruir planetas. Hoy sabemos que el láser es apto para corregir la miopía, imprimir documentos o para la depilación. Pero desgraciadamente también sirve para deslumbrar a los rivales. El partido de anoche crucial en los play-offs de la Copa del Mundo es la prueba. En los segundos previos a su penalti, Salah vio su rostro lleno de punteros láseres y otros segundos después su disparo mandado a la grada.
Egipto no estará en el Mundial de Fútbol. El motivo, en parte, podrían ser esos molestos puntos verdes. La guerra contra el láser ha comenzado.
¿Qué sucedió? Un curioso episodio en la tanda de penales que definió la serie entre Egipto y Senegal. El equipo de Mohamed Salah había ganado 1-0 en la ida y los de Sadio Mané vencieron por el mismo resultado en la vuelta, por lo que la llave fue a la prórroga. Como no hubo goles, todo se resolvió en los penaltis. El delantero del Liverpool se hizo cargo del primero de su equipo. Se paró frente al balón e inmediatamente en su rostro pudieron verse decenas de luces verdes: provenían de los punteros láser que los hinchas locales usaron para distraer a sus rivales durante todo el encuentro. Finalmente, Salah elevó su remate por arriba del travesaño.
Tras esto, los futbolistas comenzaron a acertar y el que estuvo más fino fue Senegal, que se quedó con la victoria y con la clasificación al Mundial de Qatar 2022. Cuando el delantero abandonó el campo, nuevamente fue atacado ya que la seguridad tuvo que escoltarlo por el túnel e intentar protegerlo de los misiles que llovían desde las gradas. La Asociación Egipcia de Fútbol presentó una denuncia formal ante la CAF y la FIFA.
How was this allowed? Why was the shootout not stopped until the lasers vanished? https://t.co/nEBkq1Uta3
— James Surowiecki (@JamesSurowiecki) March 29, 2022
Una problemática lejos de acabar. Hemos visto rayos verdes de Portugal a Grecia, pasando por el Clásico español, donde Cristiano fue el objetivo. En Italia se castigó con 15.000 euros al Nápoles por un incidente similar y ya se conocen casos de "francotiradores" censurados por la propia grada. Sin duda, ese es el camino. Una vez detectado el individuo en cuestión, se aconseja confiscarle la linterna y explicarle, amablemente, que las luces se utilizan para otra cosa.
Las multas del pasado. En 2020, la UEFA abrió un expediente disciplinario contra Inglaterra por el comportamiento de sus aficionados. En concreto, fueron tres los incidentes que se investigan, el más grave de ellos, el uso de punteros láser contra el portero de Dinamarca durante el lanzamiento de penalti de Kane que dio la victoria a los ingleses.
Era el minuto 104 cuando Harry Kane se encargo de lanzar el dudoso penalti señalado sobre Sterling. El portero danés, Schmeichel atajó el disparo en primera instancia, aunque no pudo evitar el gol en el rechace. En las imágenes de la acción se puede ver como varios punteros láser apuntan a la cara del guardameta, incomodándolo en un momento tan crucial. La Asociación de Fútbol inglesa fue multada con 30.000 euros.
¿Qué dice el reglamento? Tal y como se establece en las Normas de seguridad y protección de los estadios de la FIFA, los punteros láser se consideran artículos prohibidos y se confiscan cuando se controla a los espectadores en el perímetro exterior del estadio. Cuando ocurren incidentes dentro del alcance aplicable del Código Disciplinario de la FIFA, se pueden tomar medidas disciplinarias con base en el artículo 16, párrafo 2, que establece que los equipos son responsables por el comportamiento inapropiado de sus fans y pueden estar sujetos a medidas disciplinarias en caso de que lo hagan o se muestre cualquier negligencia al detener el "uso de punteros láser o dispositivos electrónicos similares".
El origen de la polémica. El 26 de junio de 2014, Rusia no llegó a la fase eliminatoria de la Copa Mundial de la FIFA en Brasil tras empatar 1-1 contra Argelia. El resultado hizo que el equipo se marchara de la competición más prestigiosa del fútbol, y la forma en que se desarrolló lo hizo aún más devastador para Rusia y sus seguidores. El gol del empate de Argelia llegó en el minuto 60 del partido, cuando Islam Slimani cabeceó un balón al fondo de la red tras un pase de falta. Cuando el compañero de equipo de Slimani ejecutó el tiro libre, las imágenes mostraron claramente un rayo de luz verde brillando en la cara del portero ruso, Igor Akinfeev, lo que puede haber provocado que perdiera de vista.
¿Fue el láser verde el culpable del gol? Samuel M. Goldwasser, Ph.D., consultor de ingeniería y autor de Sam's Laser FAQ (una especie de biblia del láser), dice que en EEUU el límite legal de un láser verde es de 5 milivatios, aunque las leyes varían según el país. "Eso es 5.000 de un vatio, lo que no parece mucho, pero cuando está en un haz concentrado puede ser muy, muy brillante. Y puedes comprarlos en cualquier lugar por pocos euros: eBay, Amazon, etc".
Goldwasser decía que el problema es que, si bien algunos de estos láseres verdes que se venden pueden estar etiquetados como de 5 mW, en realidad terminan siendo más potentes de lo que afirman. Según James Orgill, que dirige un canal de YouTube llamado The Action Lab en el que prueba láseres, el puntero que brilló sobre Vidal durante el partido Napoli vs. Barcelona fue "al menos 1W o tal vez incluso más alto" según su brillo. Eso sería aproximadamente 200 veces superior al límite legal.
Peligroso para la visión. Aunque la mayoría de los láseres verdes no son lo suficientemente potentes como para causar daños en la visión, existen versiones baratas y no reguladas en el mercado que pueden ser particularmente peligrosas si se apuntan a los ojos de alguien. Según un estudio del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, de los 122 punteros láser analizados, casi el 90% no cumplían con las normas de seguridad porque tenían demasiada potencia.
Esta alta potencia de un láser puede provocar incendios y causar ceguera instantánea a corta distancia. Sin embargo, el rayo verde se vuelve menos peligroso cuanto más lejos está los ojos del jugador. Debido a que suele estar a decenas de metros de distancia es complicado que pueda causar daños permanentes. Aún así, que haya incluso una pequeña posibilidad de que un jugador se lastime debería ser más que suficiente para que los oficiales del partido y los fans se tomen el asunto en serio.