Barcelona y Venecia ya lo saben, el turismo sostenible es un fracaso. Pero aún tenemos alternativas

Barcelona y Venecia ya lo saben, el turismo sostenible es un fracaso. Pero aún tenemos alternativas
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Este año es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo de las Naciones Unidas. Taleb Rifai, Secretario General de la Organización Mundial del Turismo de la ONU, afirmaba que:

...es una oportunidad única para ampliar la contribución del sector del turismo a los tres pilares de la sostenibilidad (económico, social y del medio ambiente), así como para aumentar la concienciación sobre las verdaderas dimensiones de un sector que se suele infravalorar.

La idea de turismo sostenible procede del desarrollo sostenible y según el informe de Brundtland de 1987 se trata del:

...desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

Sin embargo, el ecologista británico George Monbiot argumentaba que, en los últimos años, el desarrollo sostenible ha pasado a ser más bien un crecimiento sostenido. Básicamente, su argumento se basa en que existe poca voluntad de ir más allá de las palabras porque las crisis medioambientales nos dicen que deberíamos limitar nuestro uso del medioambiente, pero nuestras economías no hacen más que crecer.

En este momento, el crecimiento económico supera los límites medioambientales, por lo que la sostenibilidad es más bien algo utópico.

¿En qué consiste el turismo sostenible?

El turismo es importante si queremos lograr un desarrollo sostenible porque se trata de una de las mayores industrias y son muchos los países que dependen del turismo a nivel económico. En 2016, más de 1.200 millones de personas viajaron como turistas a nivel internacional y otros 6.000 millones lo hicieron a nivel nacional.

Según la Organización Mundial del Turismo de la ONU, el turismo sostenible es:

...aquel turismo que tenga plenamente en cuenta sus repercusiones económicas, sociales y ambientales actuales y futuras, pudiendo satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del medio ambiente y de las comunidades de acogida.

A raíz de las críticas de Monbiot, podríamos preguntarnos si los esfuerzos se centran en "hacer el turismo sostenible", o si en realidad se trata de aprovechar el turismo para otros objetivos de desarrollo sostenible más importantes. Si echamos un vistazo a algunos lugares donde el turismo es un problema, está claro que no llueve a gusto de todos.

Barcelona
La playa de la Barceloneta, un verano cualquiera. (Otto Normalverbraucher/Wikipedia)

Los habitantes de Venecia han acusado a los turistas de "destruir su ciudad", el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una ley para limitar los nuevos alojamientos turísticos y en la Islas Galápagos ven la llegada del turismo de masas como una amenaza para su icónica vida silvestre que tanto atrae a los visitantes.

El turismo crece a sus anchas porque no hay ningún lugar que no se pueda convertir en un nuevo destino turístico. Irónicamente, los turistas incluso quieren hacer turismo en la Antártida para visitar su naturaleza inmaculada antes de que desaparezca ("turismo de última oportunidad"). Todo esto a pesar de que el impacto del turismo contribuye al calentamiento global y amenaza la pureza de la zona.

Es difícil hacerse una idea de todas las formas en las que el turismo supone un impacto para el medio ambiente porque nadie está trabajando en ello y los datos son fragmentados. No creemos que los "años" de la ONU vayan más allá de la pura retórica, pero aún así debemos aprovechar la oportunidad para hacer que el turismo sea más sostenible.

¿Cómo puede ser el turismo más sostenible?

Podemos hacer que el turismo sea más sostenible si implantamos medidas razonable. Algunos buscan soluciones tecnológicas para que podamos seguir como hasta ahora, mientras que otros hacen hincapié en el consumo responsable y en ideas como el slow travel (viajar sin prisas). Pero la población mundial cada vez es mayor y la demanda de productos de consumo ejerce más presión sobre el medio ambiente, de ahí que sea imprescindible realizar un esfuerzo en común mucho mayor.

Los gobiernos tienen que implementar políticas que fomenten el desarrollo sostenible teniendo en cuenta las tasas crecimiento y solamente se ha de desarrollar el turismo dentro de los parámetros de desarrollo sostenible. Los gobiernos deben hacer frente a los límites medioambientales del crecimiento y a los retos del cambio climático a los que nos enfrentamos. El desarrollo del turismo requiere una planificación integral y los departamentos de turismo de los gobiernos tienen que centrarse de forma equitativa en la planificación integral como principal reclamo.

Mykonos
Turistas en Mykonos, Grecia. (Mstyslav Chernov/Wikipedia)

Los consumidores tienen que conocer las opciones de turismo responsable. Por ejemplo, poca gente se da cuenta de que los hoteles de “todo incluido” no suelen ayudar a la economía local porque normalmente pertenecen a grandes corporaciones y multinacionales. Una forma de educar a la sociedad sería enseñando a los niños sobre el turismo responsable en los colegios.

Muchas veces las comunidades locales son tratadas como una pequeña parte del turismo, pero tienen que tener derecho a participar en la toma de decisiones sobre el turismo y sobre si quieren que sus comunidades se conviertan en destinos turísticos.

Hay que respetar los derechos de los trabajadores del sector turístico con condiciones laborales dignas. No se puede permitir que el turismo siga siendo una fuente de empleo precario con salarios bajos.

Foca
En lugares como las Galápagos, el turismo es una amenaza medioambiental seria. (p.j.k./Flickr)

La industria del turismo tiene que asumir mayores responsabilidades, cumpliendo sus obligaciones fiscales y las normativas locales y haciendo que su presencia ayude al progreso de la comunidad, en vez de debilitarla. La industria se tiene que ganar el respeto social para poder operar en la zona y debe educar a sus clientes sobre el turismo responsable.

Las ONGs son esenciales a la hora de informar sobre los abusos de turismo, incluyendo la apropiación de tierras, las violaciones de los derechos humanos, la posible oposición de la comunidad local y la corrupción.

El "año del turismo sostenible" de la ONU tendría mucho más sentido si las partes implicadas tomasen medidas en cuanto al desarrollo sostenible, en vez de querer mantener el turismo a toda costa.

Autor: Freya Higgins-Desbiolles, lecturer en Turismo, Universidad de Australia del Sur.

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.

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