En Italia se vive una situación complicada estos días. La emergencia sanitaria y la crisis política tienen al país en vilo. Y ajeno a todo ello, se celebra estos días el mayor juicio contra el crimen organizado que ha visto el país en décadas. Cientos de presuntos miembros del grupo mafioso más poderoso de Italia —la famosa organización 'Ndrangheta— comparecen ante la justicia en un macroproceso de una magnitud gigantesca pocas veces vista. Cualquiera diría que se trata de una película de Martin Scorsese. Pero la realidad es que Calabria vive estos días un acontecimiento que quedará para siempre en los libros sobre la mafia.
La magnitud. Son 355 los mafiosos y funcionarios corruptos que se sientan en el banquillo. Están acusados por cargos que van desde el homicidio y el tráfico de drogas hasta la extorsión, secuestro o lavado de dinero, pasando por tenencia ilícita de armas y explosivos o tráfico de influencias. Al juicio acuden también 900 testigos que darán sus testimonios y aportarán pruebas, cuya duración se prevé en más de dos años. En Italia no se ha celebrado ningún pleito contra la mafia a tal escala desde la década de 1980. Entre los acusados también figuran políticos, policías y funcionarios públicos. Para que os hagáis una idea de la envergadura: durante sólo la audiencia preliminar se necesitaron más de tres horas para leer los nombres de todos los imputados y sus acusaciones.
Los colaboradores. Y es que el número de los acusados aumenta hasta los 400 si tenemos en cuenta los otros 92 sospechosos que eligieron un juicio acelerado por separado. Declaran también en este juicio mafiosos colaboradores de la justicia italiana muy importantes de la 'Ndrangheta, Camorra, Cosa Nostra, Sacra Corona Unita y de la mafia Basilischi. Y detrás de todo esto está la pieza fundamental: el fiscal antimafia más famoso de Italia, Nicola Gratteri, de 62 años, quien ha vivido bajo protección policial durante más de tres décadas y que solo en 2019 detuvo a más de 400 personas en Italia, Alemania, Bulgaria y Suiza, en el marco de la operación Rinascita-Scott.
Para celebrar uno de los juicios más importantes para Italia desde la época del juez Falcone y Borsellino se ha construido una estructura de 3300 metros cuadrados. Las cifras del procedimiento son una absoluta locura, 355 procesados de la Mafia calabresa, más de 900 testigos. pic.twitter.com/eVrLlCKaFw
— NIPORWIFI © (@niporwifi) January 13, 2021
Un búnker. El juicio engloba a tantas personas que se ha tenido que construir un búnker de 3.300 metros cuadrados, edificado a contrarreloj en un polígono industrial de la localidad calabresa de Lamezia Terme, en pleno corazón de la organización. El edificio, que anteriormente era un centro de llamadas, ha sido reconvertido en una sala de audiencias fortificada para acomodar a los cientos de personas que asistirán al proceso y para mantener la seguridad en todo momento.
Beute wird in der Bunkerhalle von Lamezia Terme der erste Maxi-Prozess gegen die Ndrangheta namens Rinascita Scott eröffnet.
— Alessandra Molinari (@pikkiata82) January 13, 2021
Oggi inizia il Maxi Processo contro l’Ndrangheta- Rinascita Scott
#Ard#Ndrangheta#mafia#italia pic.twitter.com/wpsDIF2bFh
¿Quiénes son? Las personas que se sientan en el banquillo estos días son nada más y nada menos que la familia Mancuso, una agrupación de la gigantesca 'Ndrangheta. Y también algunos otros miembros de clanes de la misma organización involucrados como Lo Bianco-Barba, Pugliese, Pardea-Camillò-Macrì, Accorinti, Bonavota, Cracolici, Mazzotta, Barbieri, Fiarè-Razionale-Gasparro o La Rosa. La mayoría de los acusados fueron detenidos en redadas nocturnas en diciembre de 2019.
A la cabeza de todos ellos está la joya de la corona: el presunto jefe del clan, Luigi Mancuso, de 66 años, también conocido como "El tío". También entre ellos se encuentra Giancarlo Pittelli, abogado y exsenador del partido Forza Italia del ex primer ministro Silvio Berlusconi, el empresario Mario Lo Riggio o el exalcalde de Nicotera, Salvatore Rizzo.
¿De qué se les acusa? Se cree que la 'Ndrangheta controla el suministro de grandes cantidades de cocaína que ingresan a Europa desde América del Sur y otros lugares. Pero la extensa hoja de cargos de los cientos de acusados va mucho más allá de los delitos relacionados con las drogas. La lista incluye asociación con la mafia, asesinato, intento de asesinato, extorsión, usurpación de préstamos, divulgación de secretos oficiales y abuso de poder.
Esta organización mafiosa, una de las más poderosas del planeta y que nació con el robo de ganado, la extorsión y los secuestros, ha levantado un imperio de la droga, del juego y de la corrupción en las licitaciones públicas que, según las autoridades italianas, arroja unos beneficios de en torno a 50.000 millones de euros cada año.
La historia se repite. No es la primera vez que Italia asiste a un acontecimiento de tal magnitud. Hacía tres décadas —entre 1986 y 1987—el país puso en marcha una operación judicial contra la Cosa Nostra siciliana, en el que se destapó toda su estructura criminal y se condenó a más de tres centenares de acusados. Aquel juicio también se celebró en otro búnker de Palermo, diseñado específicamente para el evento y junto a la cárcel.
Marcó un punto de inflexión en la lucha contra la mafia: sentó en el banquillo a más de 460 criminales y a algunos de sus capos. Durante todo este tiempo, la ‘Ndrangheta, parasitando alrededor de los vínculos familiares y extendiendo sus raíces en la remota Calabria, una de las zonas más pobres de Italia y del continente, comenzó a crecer y a ejercer su poder y opresión en el territorio. En silencio, y sin grandes delitos de sangre, atemorizaba a la población desde la sombra y se hacía un nombre que hoy en día muchos no quieren escuchar.
Imágenes: ilQuotidiano