26 minutos de sueño y un 34% más de productividad: la siesta perfecta según la NASA

Siesta Perfecta Nasa 26 Minutos
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¿Cuánto debes dormir al día? Es una pregunta que la ciencia del sueño lleva investigando décadas. Sabemos que dormir es esencial para nuestro organismo, aunque aún no tenemos del todo claro por qué. Si se debe a nuestra necesidad de ensayar experiencias potencialmente conflictivos (sueños, pesadillas), o a un mero ejercicio de reinicio de nuestro organismo, hábil para un día más de enérgica actividad diaria.

Varía en función de la edad, pero lo recomendable suele oscilar entre las 7 y las 9 horas. ¿Pero y si hiciera falta aún menos?

Dentro siesta. La cultura española parece haberlo comprendido siglos atrás. Es posible disfrutar de los efectos beneficiosos del sueño, de su poder vigorizante, sin dedicar largas horas a la tarea. La siesta es una tendencia al alza en países donde solía pasarse por alto, cuando no ridiculizar sin disimulo. Desde Google hasta Huawei, son numerosas las empresas que han incluido la siesta en la rutina diaria de sus trabajadores.

¿Pero cuánto tiempo? Es otra cuestión que la ciencia ha tratado a menudo. La respuesta más precisa la ofreció un grupo de investigadores de la NASA hace ya casi un cuarto de siglo: 26 minutos. El estudio analizó el rendimiento y la actividad fisiológica de pilotos espaciales en servicio, y descubrió que poco menos de media hora de reposo contribuía a mejorar su nivel de alerta un 54%, aumentando su rendimiento laboral y efectividad hasta un 34%. Dormir la siesta era buena idea. Incluso en el trabajo.

Evidencias. Desde entonces otros estudios han ahondado en la cuestión. Este, publicado en 2008, descubrió que incluso "mini-siestas" de apenas 6 minutos contribuían a afianzar recuerdos y conocimientos en la memoria. Otros han ido algo más lejos, analizando el impacto de distintos periodos de sueño. Sus resultados también son ilustrativos: la siesta de 10 minutos es la que más beneficios ofrece a nivel cognitivo y aliviando el cansancio. Suficiente para rendir mejor y postergar el sueño.

Ahora bien, debería ser quirúrgica: dormir 5 minutos apenas tiene impacto; y hacerlo hasta 30 minutos puede aletargarnos lo suficiente como para no percibir los efectos positivos del sueño hasta media hora después de despertarnos.

¿Cómo dormir? Siestas breves destinadas a mejorar nuestro rendimiento, o a permitirnos breves descansos para recuperar los niveles de actividad y energía de la mañana, son conocidas popularmente como "power naps". Y hay quien las ha llevado al extremo. YouTube está repleto de vídeos y composiciones específicamente diseñadas para que durmamos a la perfección durante los 26 minutos fijados célebremente por la NASA.

Aquí va un ejemplo:

En general, duerme. Como vimos en su momento, dormir nos da la vida. De una forma literal. La falta de sueño y la ruptura habitual de los ritmos circadianos, muy habitual entre los late-sleepers, aumenta el riesgo de muerte en un 10%. Dormir tarde y mal está asociado a una mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares, diabetes o enfermedades respiratorias. De igual modo que las siestas breves son vigorizantes, la falta de horas en la cama también impacta en nuestra salud.

El vínculo entre salud y dormir, más o menos, es bastante claro. De ahí que la idea de sueños precisos y muy breves, capaces de ofrecernos similares beneficios fisiológicos y mentales a los de una plácida noche, haya ganado tanta popularidad. Muy en especial en el trabajo.

Imagen: Kuo-Chiao Lin

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