Mia, la primera buitre biónica del mundo que ha podido volver a aterrizar y andar gracias a un "rollito de suchi" de titanio

Mia, la primera buitre biónica del mundo que ha podido volver a aterrizar y andar gracias a un "rollito de suchi" de titanio
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Las prótesis son algo que existe desde hace mucho tiempo en medicina veterinaria y, gracias a los avances tecnológicos los animales biónicos son una realidad también desde hace años. Uno de los últimos en incorporarse ha sido la primera buitre biónica del mundo, que tras recibir su implante vuelve a tener dos patitas funcionales.

El ejemplar se llama Mia y se trata, concretamente, de un quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). y sufrió una lesión seria aún siendo un pollo. La amputación era inminente y, con ello, la reducción de sus posibilidades de supervivencia, pero un equipo de veterinarios pudo dar con una solución para que su esperanza de vida en libertad pudiese ser mayor.

Una prótesis a la que el hueso "abraza"

Aunque la traducción de su nombre científico sería "buitre barbado", en español esta especie recibe el nombre de quebrantahuesos por su peculiar manera de alimentarse. Estos animales agarran huesos (u otros restos como caparazones) y desde una altura muy elevada los sueltan al suelo para que al caer se rompan, y así ingerirlos.

De ahí que, mientras que perder un miembro puede no predeterminar la supervivencia de un animal cuadrúpedo como un perro (aunque sea cazador), en este caso implica una dificultad más directa para levantar el vuelo, aterrizar y alimentarse. Lo que le ocurrió a Mia es que las fibras de lana de oveja que componían su nido se enrollaron en su tobillo herido, de manera que el extremo del miembro quedaba sin poder oxigenarse e irrigarse causando necrosis en los dedos.

La necrosis requiere amputación, dado que es tejido muerto y de no eliminarlo puede ocasionar problemas al tejido vivo aún conectado. Así que a Mia se le tenía que amputar el pie, y eso era una mala noticia pensando en las posibilidades de supervivencia de vuelta a su vida en libertad.

De ahí la idea de la prótesis, pero para ésta se debían contemplar aspectos como el impacto del aterrizaje, soportar el peso del animal y los largos y veloces vuelos que de manera habitual se experimentan en la pauta de vida de este animal, algo que una prótesis estándar no es capaz de aguantar. De ahí que pensasen que una técnica que aún no se había usado en aves, según los veterinarios: la osteointegración. Es decir, no simplemente añadir una prótesis externa, sino que ésta pasase a integrarse y formar parte de la estructura del animal como un hueso más.

De ahí que el Dr. Oskar Aszmann, el cirujano especializado en la construcción de prótesis para humanos al que recurrió el equipo de veterinarios a cargo de Mia, hable del primer pájaro biónico del mundo. Su equipo, junto a los veterinarios de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena dirigidos por Sarah Hochgeschurz, operó a Mia instalando lo que Hochgeschurz y los suyos describen en el trabajo publicado en Nature como reconstrucción biónica con osteointegración.

La idea es, básicamente, anclar internamente la prótesis al hueso, el cual posteriormente osifica sobre la misma. Con esto se consigue una integración del pie prostético en el esqueleto, a diferencia de una prótesis externa estándar o una placa de fijación de las que se usan en fracturas complicadas.

Protesis 02
C) Radiografías del implante durante y después de la cirugía. D) Representación del implante tras la cirugía, mostrando la localización medular del mismo (en el interior el hueso).E) Diseño de la parte exterior de la prótesis. Sarah Hochgeschurz et al.

El implante está hecho de titanio y algunas capas de goma que lo rodean. En vez de un pie con garras, el animal ahora tiene lo que describen como "un rollito de sushi", pero es una solución que según su criterio puede absorber el impacto de los aterrizajes y cuyo diseño debería mminimizar el riesgo de engancharse en ramas y resultar herido de nuevo.

Aszmann explicaba que Mia hizo los primeros intentos de andar tras tres semanas (después de la operación) y que la prótesis quedó fijada tras seis semanas. Un largo proceso que acabó bien, según describen, ya que Mia ha podido andar y aterrizar de nuevo, así como sostenerse.

Los quebrantahuesos son una especie que ha ido desapareciendo de muchas regiones de Europa, estando en estado de "casi amenazado" según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), por lo que al menos en estas regiones suele estar vigilada. Ahora, entre esa población de grandes aves de presa, hay una biónica que vuelve a poder alzar el vuelo para reventar huesos contra el suelo.

En Xataka hemos visto más animales biónicos, aunque ésta es una aproximación algo distinta (y se trata de un vertebrado superior). Previamente vimos a medusas con un microchip implantado e incluso cucarachas, for real.

Imágenes | Sarah Hochgeschurz et al

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