Cuando sales a hacer fotografías con tu cámara siempre tienes que hacer el día antes una revisión de todo el equipo. Hay que revisar las tarjetas, mirar la carga de las baterías y, por supuesto, limpiar los objetivos y el sensor. Forma parte de las obligaciones de un fotógrafo. Hoy vamos a ver cómo tener todas las partes de nuestra cámara impolutas sin hacer grandes desembolsos ni salvajismos inútiles.
La higiene es fundamental hasta en el mundo de la fotografía. Además, aunque seas la persona más cuidadosa, la suciedad siempre hará acto de presencia cuando menos lo esperemos. Un sensor y un objetivo llenos de polvo siempre serán evidentes en la mejor fotografía de la sesión.
Normalmente, no veremos las motas de polvo a simple vista en nuestro sensor; tampoco en nuestro objetivo. Siempre estarán ahí, agazapadas hasta que cerremos el diafragma y se muestren con todo su esplendor en las zonas con colores claros y uniformes, como los cielos azules o encapotados.
La suciedad de los objetivos hará que nuestras fotografías aparezcan sin contraste, planas y con las zonas de luz difuminadas por la acumulación de polvo o grasa. Las motas de polvo en el sensor, sin embargo, provocan manchas en las fotografías. Se reconocen fácilmente como anillos cuando contrastamos la imagen al máximo.
Cómo evitar mancharlos
Es imposible mantener limpios ambos elementos, por lo que es importante aprender a limpiarlos correctamente. Y fundamental, ensuciarlos lo menos posible.
Es fácil mantener la limpieza en los objetivos:
- Llevarlos siempre que se pueda con tapa.
- No tocar nunca la superficie con los dedos.
- Utilizar siempre el parasol (los filtros solo quitan calidad de imagen).
- Vigilar que la bolsa de transporte esté siempre limpia.
No hay ningún método perfecto (salvo que seas dueño de una cámara micro cuatro tercios, por supuesto) para no manchar el sensor. La estática que provoca la electricidad hace imposible tal proeza. Siempre se dan los mismos consejos, pero sé por experiencia que solo sirven para retrasar la limpieza:
- Cambiar de objetivo en zonas limpias de polvo.
- Poner siempre la cámara boca abajo a la hora de cambiar el objetivo.
- Cambiarlo lo menos posible y siempre con la cámara apagada.
Pero llegará siempre un día, antes o después, en el que tendremos que limpiar tanto los objetivos como el sensor. Vamos a ver cómo lo hacemos.
Limpiar los objetivos
Como siempre me gusta recordar, nunca hay que llamar lente a un objetivo. Es una mala traducción directa de 'lens'. Las lentes son los cristales que forman parte del esquema óptico del objetivo. Y las que se manchan son las dos de los extremos.
A mis alumnos jamás les recomiendo utilizar los filtros protectores que nos regalan con los objetivos o que compramos con todo nuestro esfuerzo. Protegen el objetivo, pero a costa de perder nitidez, generar reflejos internos, cambiar el color y perder mucha luz.
Un parasol cumplirá esta misión con mucha más eficacia y con muchos menos problemas. Como suelen ser muy anchos, es difícil meter el dedo y dejar una hermosa marca de grasa. Y a los niños traviesos basta con explicarles que ahí no se mete la mano bajo ningún concepto.
Para limpiar la lente frontal del objetivo no hay que usar líquido alguno, no hay que desmontar nada ni tenemos que hacer una carrera. Si por desgracia vemos que la suciedad está en el interior, no queda más remedio que enviarlo al servicio técnico para que la limpieza sea un éxito y no estropeemos el objetivo. Pero es un caso extremo.
El mejor complemento para limpiar la lente frontal de un objetivo es un paño de microfibra. No hay nada como un buen paño de gafas. Y hay que evitar, salvo casos extremos, limpiar con la camiseta que llevamos puesta... A lo mejor está sudada, por ejemplo.
No hay que olvidar tampoco que la mayoría de los objetivos actuales llevan una fina capa que repele la grasa. Mi consejo es que no probéis si funciona o no. En estos casos hay que fiarse.
Lo que nos podemos encontrar con el paso del tiempo es polvo sobre la superficie, tanto en la lente frontal como en la trasera. Para quitarlo, yo sigo estos pasos desde tiempo inmemorial (había carretes y todo):
Giottos Rocket-air - Limpiador de aire a presión para cámaras y videocámaras, Negro
- Sentarse y colocar la cámara y el objetivo en una mesa limpia, sin mil cosas desperdigadas.
- Colocar, al lado de la cámara con el objetivo, una buena pera de aire, el paño de microfibra y las tapas del objetivo y la montura.
- Desmontar el objetivo, cerrar con su tapa la montura de la cámara y apretar un par de veces la pera de aire para asegurarse de que no hay polvo en su interior.
- A continuación soplar sobre la lente para quitar las motas de polvo más grandes.
- Sacamos el paño de microfibra de su funda (¿no lo tendrás al aire, no?).
- Empezamos a quitar el polvo empezando por el centro de la lente y nos desplazamos, con movimientos circulares, hacia el extremo.
- No hace falta apretar en exceso, ni utilizar líquidos, ni nada parecido.
- En un momento tendrás el objetivo limpio.
- La lente interior es muy difícil que esté sucia, pero si tu objetivo es un angular puede que esté a ras de la montura. La forma de proceder es idéntica.
Limpiar el sensor de nuestras cámaras sin morir en el intento
Se puede decir que es uno de los temas más recurrentes en internet. ¿Cómo hay que limpiar el sensor? ¿Se puede limpiar? 'Los peligros de limpiar el sensor', 'Limpiar el sensor es malo'... Yo llevo muchos años con cámaras digitales y he probado todo.
El mejor consejo es llevarlo al servicio técnico y que un especialista te lo limpie. Pero si sabes cascar un huevo, sin dejar rastros de la cáscara en la sartén, podrás hacerlo sin problema tú mismo en tu casa. Y lo que siempre se dice, si haces lo que vas a leer siempre será bajo tu responsabilidad.
El sensor es delicado, pero no pasa absolutamente nada por tocarlo con la debida precaución. He probado bastoncillos, gomas, líquidos... Lo más práctico y económico es, simple y llanamente, el famoso celo Scotch Magic 810 de 3M.
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Tengo los bastones con el alcohol isopropílico (que evapora sin dejar rastro), el bastón de goma que se pega al sensor, pero el que mejor resultado me ha dado siempre ha sido el famoso celo. Lo importante es seguir siempre los pasos que voy a poner a continuación:
- Preparamos todo en una mesa libre de polvo. Sería ideal hacerlo en una habitación húmeda como el baño o la cocina.
- En la mesa tenemos a mano el celo Scotch Magic 810 de 3M junto a un bastoncillo de los oídos o una punta de goma para las pantallas táctiles, la pera de aire y las tapas del objetivo y la montura.
- Solo debemos hacerlo con la batería de la cámara totalmente cargada.
- Antes de empezar abriremos el celo, cogeremos un trozo y lo pegaremos en la pantalla de un móvil para comprobar que no deja restos, que no es una imitación o que no esté en mal estado.
- Quitamos el objetivo y lo guardamos correctamente, con sus tapas puestas.
- Encendemos la cámara, buscamos el modo Limpieza y lo activamos.
- Pasarán dos cosas, el sensor vibrará para sacudir el polvo y se quedará fijo hasta que apaguemos la cámara. Este paso es fundamental para no estropear nada.
- Ponemos la cámara boca abajo (la gravedad ayuda) y soplamos con la pera de aire para intentar sacar el polvo del interior. Por favor, no hay que tocar el sensor con la punta.
- Colocamos la cámara sobre la mesa con el sensor a la vista.
- Ahora cortamos un trozo largo de celo, suficiente para poder unir los extremos y sin tocar la zona que vamos a pegar al sensor.
- Lo posicionamos sobre el sensor con cuidado y dejamos que se pegue. Con el bastoncillo o la goma presionamos levemente para que se pegue.
- Lo despegamos con cuidado (sin brusquedad) y repetimos los pasos hasta cubrir todo el sensor. Como siempre depende del tamaño (puede que tengamos que contarlo para sensores más pequeños que un FF). Solo hay que pegarlo al sensor, nunca a otra parte de la cámara.
- Apagamos la cámara para que el sensor recupere su posición.
No hay método más rápido, fácil y efectivo en el mercado. De verdad. Si lo llevas al servicio técnico seguro que quedará mejor, pero esta solución es perfecta. Hay pocas cosas tan sencillas en la vida de un fotógrafo que ofrezcan un resultado mejor por tan poco dinero.
Así que si te ves con el valor suficiente, tus fotografías están llenas de motas y quieres mejorar la nitidez de tus fotografías y evitar manchas por doquier, ya sabes cómo puedes hacerlo sin gastar mucho dinero. Y con resultados perfectos, siempre y cuando sigas todos los pasos, bajo tu responsabilidad, eso sí.
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