Adiós a Ouka Leele, la artista que pintaba sus fotografías y fue clave para La Movida

Adiós a Ouka Leele, la artista que pintaba sus fotografías y fue clave para La Movida
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El 24 de mayo de 2022 murió Bárbara Allende Gil de Biedma, más conocida como Ouka Leele, una de las fotógrafas más importantes del panorama español. Fue Premio Nacional de Fotografía en 2005 y su obra está en los principales museos. Para siempre quedará como una de las artistas de la Movida Madrileña gracias a sus fotografías en blanco y negro coloreadas a mano con acuarelas.

Poco después de la muerte del dictador, muchos artistas encontraron la inspiración al salir del mundo gris. Y empezaron a romper las barreras morales y tradicionales. Bárbara Allende (1957) venía de una familia con muchos apellidos. Hija de María de las Victorias Gil de Biedma y Vaillant y Gabriel Allende Maíz, hermana de la fotógrafa Patricia Allende, sobrina del poeta Jaime Gil de Biedma y prima de Esperanza Aguirre.

Ouka Leele De su serie 'Peluquería'

Ella se refugió en el mundo de la creación. En los movimientos artísticos que surgieron en torno al Rastro de Madrid, donde reinaban los espíritus ingobernables de Alberto García Alix, Ceesepe o el mismo Pedro Almodóvar. Fueron la cuna de la Movida que llenó de arte las calles del Madrid de aquellos años de cambio.

La trayectoria artística de Ouka Leele

Su obra es muy reconocible. Tiene un estilo propio que permite ver una fotografía suya y reconocerla. Sobre todo los de su primera época, en la que publicaba en la mítica revista 'Nueva lente' llenos del color de la acuarela sobre la imagen en blanco y negro.

Su nombre artístico viene de un cuadro de 'El hortelano', en el que figuran los nombres de las estrellas. Y una de ellas era Ouka Leele. Con el paso del tiempo renegó del pseudónimo, pero todos volvemos siempre a él. Es más acorde con la forma de ser de una artista, capaz de subirse a una grúa para una fotografía en medio del palacio real de Madrid, a ser una negacionista del coronavirus porque se podía curar con amor.

El Hortelano Pintura en la que aparece la estrella Ouka Leele

Desde los 18 años tuvo claro que la fotografía era la mejor manera de expresarse. Y que la mezcla de la fotografía y la pintura le permitiría decir todo lo que quería. Todos recordamos su serie 'Peluquería' (1979) donde buscaba el surrealismo; o el periodo en el que empezó a experimentar con la fotografía digital de la mano de José María Mellado... Para muchos es la autora de la portada del primer disco de 'Los ilegales'.

Ouka Lelee La portada del primer disco de 'Los ilegales'

Incluso llegó a intentar olvidarse de la fotografía y apostarlo todo por la pintura, como podemos ver en los documentales en los que ella era la protagonista. Pero sus fotos eran más famosas que ella.

'Rappelle toi Barbara', uno de los trabajos más famosos de Ouka Leele

Polémicas aparte, estamos ante una artista que recordaba en todo momento sus paseos infantiles por el Museo del Prado, donde encontró múltiples referencias, que utilizó en una de sus más famosas fotografías 'Rappelle toi Barbara'. Tenía el poder de cortar el tráfico alrededor de la fuente de la Cibeles en pleno centro de Madrid.

Ouka Leele Rappelle toi, Barbara (1987) Ouka Leele

El alcalde Juan Barranco le encargó una enorme obra de 126 cm x 178 cm, para el museo de Arte Contemporáneo. Y ella, ni corta ni perezosa, convenció al ayuntamiento para cortar el tráfico y recrear la historia de Atalanta e Hipómenes, los leones de la diosa. Y todo a partir del cuadro de Guido Reni, 'Atalanta e Hipómenes' del Museo del Prado.

Cuentan las crónicas que solo tuvo 15 días para terminar el trabajo con su sello característico, que da forma a su obra:

  • Preparar la escenografía. En este caso dispuso a 16 personas alrededor de la mítica fuente.
  • Hacer la fotografía en blanco y negro, seguramente en gran formato para poder ampliar a semejante tamaño.
  • Con paciencia dibujar toda la escena, sobre la copia positiva, con acuarelas de tonos pastel para darle un aire pictórico a la obra.

Estamos ante una obra única (luego descubrió las posibilidades de las copias digitales para poder venderlas más de una vez) en la que la fotografía y la pintura se dan la mano. La fotografía da la forma y la acuarela ilumina el resultado.

Y aunque tuvo un trabajo en el que la fotografía bastaba, su firma, su sello, será ya por siempre la conjugación de la fotografía y la pintura. Fue una artista que generaba tanta admiración como rechazo. Pero ella decidió seguir su camino con quien quisiera acompañarla. Y ya está, por derecho propio, en el olimpo de las fotógrafas con un estilo propio.

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