Que los macarrones con queso formen parte de la dieta marciana: el propósito de estos científicos y su sistema de envasado

Que los macarrones con queso formen parte de la dieta marciana: el propósito de estos científicos y su sistema de envasado
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La comida espacial ha evolucionado con los años, siendo otra de las cosas que mejora de la mano de la evolución tecnológica y gracias a la carrera espacial, pero no puede decirse que se caracterice por su exquisito sabor. Quizás en parte por eso estos científicos de la universidad Estatal de Washington (EE.UU.) estén estudiando un sistema para conservar frescos los macarrones hasta cinco años.

No es exactamente eso, pero la idea sí es que los alimentos puedan aguantar frescos tanto tiempo incluso estando cocinados como unos mac&cheese, los populares macarrones con queso estadounidenses, que han sido la receta de pruebas de este nuevo sistema de envasado. La meta: que supere los tests de la NASA y que pueda ser una alternativa ante la idea de llegar a Marte (y volver sanos y salvos).

Aguantando tres años (teóricos) y a la espera del visto bueno de las tropas

Hablando de la dieta en la Estación Espacial Internacional (ISS), ya comentamos que mantener las condiciones de cualquier cosa en el espacio es difícil, al tener que afrontar condiciones como la ingravidez, la anoxia o las potentes radiaciones. Cierto es que un importante agente del deterioro de los alimentos son las bacterias, pero aunque quizás no haya tanta población en ese lugar haberlas haylas, y ante todo hay que deshidratar los alimentos, lo cual además hace que los packs pesen menos (algo valiosísimo a la hora de enviar cargas al espacio).

Si hay que deshidratar, ¿cómo quieren estos científicos que alguien en Marte disfrute de un plato tan sustancioso y suculento como los macarrones con queso tras años y en Marte? Bueno, como también vimos existía la posibilidad de "disfrutar" de recetas como la sopa de miso o incluso pizza (por primera vez en agosto de este año), pero el reto es que aguante mucho más y que no sea de consumo relativamente inmediato, y en eso radica la idea de envasado del equipo liderado por Shyam Sablani.

Lo que hicieron es esterlizar la comida por un proceso llamado esterilización termal asistida por microondas (MATS), desarrollado en la misma universidad, optando por el plástico al tratarse de microondas (como en casa) y al ser el vidrio poco práctico en este caso. Aunque la clave es el nuevo material de empaquetado, compuesto de múltiples capas de plástico y prescindiendo de lo que se ha usado en los últimos diez años: una capa antioxidante con compuestos metálicos.

Macarrones Imagen: Sablani et al.

Según Sablani, esta microcapa no resiste bien el proceso de esterilización debido a que se cuartea, comprometiendo al final la salubridad y durabilidad del alimento. De ahí que para el suyo hayan optada por capas de distintos plásticos, de modo que se logre una buena barrera, un buen sellado y que sea resistente, tanto que los científicos aseguran que triplica la duración de los macarrones con queso, haciéndolos aguantar bien hasta tres años, aunque esto tiene truco.

Explica el equipo que no han esperado tres años para comprobar la fiabilidad de las láminas de plástico, sino que han acelerado el proceso natural en laboratorio usando incubadoras a unos 38ºC durante seis meses, lo cual equivaldría a unos tres años a una temperatura ambiente (nueve meses para unos cinco años), según Sablani. De lo que no se olvidan es de la palatabilidad, de ahí que en las futuras pruebas con el Ejército estadounidense se verá si dan su visto bueno a nivel de sabor cuando lo prueben.

Próximo paso: la NASA

De momento ni la NASA, ni SpaceX, ni ninguna otra agencia o empresa espacial ha intentado llevar al ser humano a Marte. Es un viaje largo y hay que asegurar muchos aspectos antes de proponerlo, sobre todo teniendo en cuenta que no es sólo ir, es también volver, y no morir de hambre para contarlo (sólo la ida y la vuelta ya podrían suponer más de un año y medio y hay que tener en cuenta lo que puede prolongarse el viaje por la variable distancia relativa entre los planetas).

Sablani añade que la NASA tiene conocimiento del trabajo de este equipo, pero aún quieren madurar más su proyecto para someterlo a los tests de la NASA en la ISS porque tres años no son suficientes. De ahí que su meta sea lograr la resistencia de hasta cinco años, probando con otras recetas más allá de los macarrones

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