En su crisis energética, Alemania ha tomado una decisión inédita: nacionalizar a su mayor empresa gasística

En su crisis energética, Alemania ha tomado una decisión inédita: nacionalizar a su mayor empresa gasística
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Tiempos extraordinarios requieren medidas extraordinarias. Es lo que ha debido pensar el canciller alemán Olaf Scholz para llevar a cabo la decisión de nacionalizar Uniper, la mayor empresa energética de Alemania y su mayor importador de gas.

8.000 millones de euros y el 99% de Uniper. El Gobierno alemán ha acordado con Uniper, el gran importador de gas de Alemania, un aumento de capital de 8.000 millones de euros que saldrá de las arcas públicas. A cambio el gobierno alemán controlará el 99% de las acciones, por valor de 1,70€ cada una.

La empresa hasta la fecha estaba controlada por la compañía finlandesa Fortum. Para el cambio de manos, el gobierno comprará por un valor de 500 millones de euros el 56% del capital que posee la empresa finlandesa.

La banca alemana se encargará de asegurar la viabilidad económica. El gran temor de Alemania era que Uniper colapsara económicamente debido al gas ruso. Solo en la primera mitad del 2022, las pérdidas de Uniper han sido de 12.418 millones de euros.

Para hacer frente a la situación, el banco estatal KfW proporcionará financiación y asegurará la liquidez. No es algo nuevo por eso, ya que Uniper solicitó créditos por valor de 13.000 millones en agosto. Estas líneas de crédito serán reemplazadas tras la adquisición.

"Sacrificando" a la gran energética. Las palabras de Klaus-Dieter Maubach, CEO de Uniper, describen bien cuál es el mensaje que se quiere enviar. "“El acuerdo de hoy nos permite continuar con nuestro negocio y cumplir con nuestro rol como proveedor de energía crítica para el sistema. Esto asegura el suministro de energía para las empresas, los servicios públicos municipales y los consumidores. [...] En Uniper somos conscientes de nuestra responsabilidad con Alemania y Europa".

La nacionalización (¿o mejor dicho rescate?) es el paso final tras la iniciativa en julio de aprobar un paquete de apoyo por valor de 19.000 millones de euros, entre los que se incluía una participación accionarial del 30%. Aquello fue insuficiente y ahora ha llevado a un movimiento de gran calado: la nacionalización de una compañía clave con tal de evitar el colapso. Alemania es consciente del rol que juega en la crisis energética europea y está tomando excepcionales medidas. El tiempo dirá si es la decisión correcta.

Imagen | Roel WijnantsSeguir

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