Al ver la imagen de arriba, con toda probabilidad la icónica sintonía de 'Tiburón' de Steven Spielberg (que puedes revisar en Filmin) empieza a sonar en tu cabeza. Dos notas minimalistas, aterradoras, que van danzando para representar el acecho de la bestia sobre la bañista nocturna, y que son el reflejo perfecto de la obsesiva mente del escualo donde Spielberg nos ha introducido gracias a sus aterradores planos subjetivos: solo piensa en una cosa, y solo tiene un objetivo.
John Williams, autor de la banda sonora, es responsable de algunas de las partituras más famosas de todos los tiempos: junto a Spielberg también rubricó las de la saga 'Indiana Jones', 'Parque Jurásico' o 'Encuentros en la Tercera Fase', entre otras. También es el responsable de composiciones tan reconocibles como las de 'Harry Potter', 'Star Wars' o 'Superman' (aquí tenemos debilidad también por la muy adorable de 'Solo en casa').
Pero la de 'Tiburón' es una relativa rareza, de cuando aún no era tan conocido. Lejos de las espectaculares fanfarrias que le harían famoso, aquí demostró su excelente pulso para crear atmósferas de tensión, algo que repetiría en parte en 'Parque Jurásico', donde las combinaría con su otra especialidad: el sentido de la maravilla al descubrir mundos nuevos. 'Tiburón' queda, por eso mismo, como una obra extraña en su carrera, cuando aún no había desarrollado un sello reconocible. Y el mismo Spielberg se extrañó cuando escuchó una composición tan esquemática.
"Pensé que era una broma cuando Johnny la tocó para mí en el piano de su casa", contó Spielberg a Stephen Colbert en 2023. "Me llamó y me dijo: 'Ya tengo el tema musical de 'Tiburón'. ¡Ven y escúchalo en el piano!'. Fui corriendo a su casa y Johnny se sentó en el piano. Estaba muy emocionado con la presentación, cogió un par de dedos, no los diez, solo un par porque no necesitaba los diez para tocarlo, y hace: 'Duh-duh... duh-duh ¡Empecé a reírme!". John Williams confirmó la reacción del director: "Me dijo: 'No puede ser en serio' Le dije que probaríamos con celos y bajos en la orquesta".
Lo curioso es que la banda sonora sirvió para suplir un problema en el rodaje: en esas icónicas secuencias iniciles, el tiburon mecánico estaba siendo reparado, así que la música sirvió para que el espectador imaginara al monstruo sin verlo. Así lo cuenta Spielberg: "El tiburón no llegaba a tiempo porque lo estaban reparando continuamente, y Johnny salvó la película porque se convirtió en el tiburón, la música sustituyó al tiburón ausente. Eso lo hizo mucho más terrorífico y le dio más suspense que si hubiésemos tenido al tiburón funcionando a la perfección".
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