Sonos Beam, análisis: gran potencia y pegada para una barra de sonido compacta pero de impactante sonido

Sonos Beam, análisis: gran potencia y pegada para una barra de sonido compacta pero de impactante sonido

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Sonos Beam, análisis: gran potencia y pegada para una barra de sonido compacta pero de impactante sonido

A comienzos de junio Sonos anunciaba el lanzamiento de Beam, un nuevo modelo de altavoz que llegaría para complementar su actual ecosistema de equipos de sonido inalámbrico con nuevas funcionalidades y características no presentes en los veteranos Sonos Playbar, Sonos One o Sonos Playbase.

Se trata de un dispositivo que intenta integrar en un mismo equipo las posibilidades de un altavoz inalámbrico de los denominados "inteligentes" gracias al control por voz y una barra de sonido compacta con la que mejorar el audio de nuestros televisores planos. ¿Qué ofrece Sonos Beam?, ¿es tan bueno como promete?, ¿cómo se ha comportado durante las pruebas? A continuación tenéis nuestro análisis detallado.

Características y funcionalidades

Con unas dimensiones de 651 x 100 x 68,5 mm y alrededor de 3 kilos de peso, el Sonos Beam tiene una apariencia limpia, compacta y minimalista que no llama la atención en la decoración de la sala y pasa completamente desapercibido tanto con la tonalidad blanca como con la negra mate (modelo que he podido probar), sin luces llamativas ni otros artefactos molestos, quedando toda la electrónica escondida tras un elegante tejido acústicamente transparente que rodea el frontal, laterales y parte trasera de la barra.

Bajo su carcasa nos encontramos con 4 woofers con forma elíptica con respuesta en frecuencia de rango completo, otros tres radiadores pasivos para mejorar la salida de graves reduciendo la distorsión al mínimo ocupando el lugar de los clásicos puertos bass-reflex, y un tweeter cuya misión principal es lograr que los diálogos resulten más nítidos.

Beam White

¿Qué potencia y presión sonora ofrece? Pues no se especifica ni en la web del producto ni en las también minimalistas instrucciones del fabricante. Tan solo se indica que cuenta con cinco amplificadores digitales de clase D. De todas formas, la propia marca afirma que "Beam es una solución optimizada para habitaciones de tamaño pequeño a mediano". Veremos en las pruebas lo que es capaz de ofrecer.

En cuanto a la conectividad, cuenta con WiFi de banda dual en 2,4 y 5 GHz con la que se conecta tanto al router de casa como a otros equipos Sonos compatibles creando una red interna en caso de que así se lo pidamos en la configuración (lo veremos en el siguiente apartado). En su parte trasera nos encontramos con la entrada de electricidad, un puerto Ethernet, un conector HDMI ARC y un botón de sincronización y emparejamiento.

Sonos Beam3

El conector HDMI ARC es precisamente una de las novedades del equipo para este año, gracias al que es posible enviar la señal de sonido del televisor directamente y también encender la tele automáticamente. Si nuestra pantalla es antigua y no cuenta con esta opción, se incluye un adaptador de HDMI a cable óptico para seguir recibiendo la señal en formato digital.

Beam cuenta solo con un puerto HDMI ARC y un conversor HDMI-óptico, pero no con otro tipo de entradas analógicas ni digitales

Se echan de menos más conexiones como por ejemplo alguna entrada y salida HDMI más, una analógica RCA o auxiliar jack de 3,5 mm. No es que sean imprescindibles, pero si nuestro televisor es antiguo o queremos conectar más equipos a la barra puede que encontremos dificultades para hacerlo. En su parte superior tenemos los controles táctiles básicos de funcionamiento como el nivel de volumen y la pausa. También un LED de estado que indica si el equipo está en marcha.

Sonos Beam2

Una de las novedades de este nuevo altavoz de Sonos es la integración directa del asistente Amazon Alexa en el equipo, al igual que la compatibilidad con AirPlay 2, el control desde Siri y Google Home, funciones que irán llegando en los próximos meses de forma progresiva y que todavía no están disponibles en nuestro país. Sin embargo, el equipo ya viene preparado de fábrica con todo lo necesario, incluida una matriz de 5 micrófonos de largo alcance.

En cuanto a la conectividad Bluetooth, al igual que en otras ocasiones Sonos ha optado por utilizar la interfaz Buetooth de baja energía solo para comunicarse temporalmente con el móvil durante el proceso de instalación. Posteriormente el streaming del audio se realiza siempre a través de la red local, lo que redunda en una mayor calidad de sonido pero resta algo de flexibilidad al equipo.

Sonos Beam

Drivers:

4 woofers de rango completo, 3 radiadores pasivos y 1 tweeter

Amplificación:

5 amplificadores digitales de clase D

Conexiones cableadas:

HDMI ARC, adaptador HDMI-óptico, Ethernet 10/100 Mbps

Conectividad inalámbrica:

WiFi de banda dual (2,4 y 5 GHz), Bluetooth solo para configuración y AirPlay 2

Asistentes de voz:

Compatible con Alexa, Siri, Google Home y otros por medio de posteriores actualizaciones

Ecualización:

Control ajustable de graves y agudos

Micrófonos:

Matriz con 5 micrófonos de largo alcance

Dimensiones:

68,5 x 651 x 100 mm

Peso:

2,8 kg

Precio:

449 euros a partir del 17 de julio

Instalación y configuración

El escueto manual de instrucciones nos indica que la instalación es un proceso sencillo y efectivamente así es, pero se aleja considerablemente de lo que podríamos considerar como "enchufar y listo". ¿Por qué? Pues porque aunque efectivamente los pasos a dar son muy sencillos y no suponen ninguna dificultad si tenemos algo de experiencia con este tipo de dispositivos, son muchos, muchos pequeños pasos los necesarios para dejarlo todo funcionando.

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Pero empecemos por el principio. Para comenzar a utilizar la Sonos Beam deberemos proceder en primer lugar a instalar la correspondiente aplicación para iOS, Android, PC o Mac que encontraremos en la web de la marca o en la tienda de aplicaciones de cada plataforma. En mi caso utilicé un smartphone Android en el que descargué la aplicación y comencé el proceso.

Éste se inicia solicitándonos que nos hagamos una cuenta Sonos en caso de que no tengamos una. Tras ello nos pedirá que escojamos entre dos modalidades de configuración: Estándar o Boost. El primer caso utiliza la red WiFi de casa ya existente para conectarse a Internet y para la transmisión del streaming dentro del hogar.

Standard Setup

La configuración Boost es diferente, ya que crea una red inalámbrica dedicada adicional a la del router pero requiere que uno de los equipos Sonos esté conectado al router principal por cable Ethernet. En mi caso escogí la opción estándar y continué con el proceso de instalación. La aplicación identificó el tipo de altavoz que tenemos (en este caso el Beam) y comenzó su instalación pidiéndonos además que le facilitemos la contraseña de la red WiFi.

Tras ello nos pide unos minutos de espera, un par de pasos más y en teoría finaliza el proceso básico. Pero entonces se nos solicita una actualización de la app para poder proseguir, a lo que aceptamos gustosos. El proceso tarda un par de minutos más, se detiene por un error relacionado con la descarga de la actualización, vuelve a comenzar y finalmente termina. Por último, llega el turno de empezar a configurar Beam para su utilización con un televisor.

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El software nos pide seleccionar si tenemos más altavoces de la marca con los que montar un conjunto multicanal para proceder a configurarlos automáticamente. Como no es el caso, proseguimos y nos pedirá enchufar la barra a la tele usando el cable HDMI o el conector HDMI-óptico que fue la opción que utilicé desde un reproductor multimedia WD-TV, funcionando a la primera.

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Si no tenemos una tele con HDMI ARC deberemos usar el adaptador óptico

Beam soporta señales PCM estéreo, y Dolby Digital 5.1, pero no otros formatos como DTS, Dolby Atmos, DTS:X, etc., por lo que deberemos tenerlo en cuenta si nuestro televisor no es capaz de decodificarlos por él mismo y de enviar la mezcla estéreo a la barra.

Sonos
Adaptador óptico-HDMI incluido en la caja

Por fin se acaba la instalación básica y podemos empezar a probar la barra bien desde los propios servicios en streaming accesibles desde la aplicación (que hay que configurar aparte) o bien desde el propio televisor o reproductor multimedia. Como podemos observar en las capturas de pantalla, el proceso completo de instalación y configuración duró cerca de 28 minutos (podéis ver la mayoría de pasos en las capturas de la siguiente galería) y aunque es sumamente sencillo hay que tener unos mínimos conocimientos en el uso del smartphone para llevarlo a término.

Sonos Beam: Calidad de sonido

Pero lo importante de un equipo así no debería ser la configuración sino la calidad de sonido. ¿Cómo se ha comportado en este aspecto? Para realizar las pruebas utilicé dos tipos de contenidos. En primer lugar música procedente de mi lista habitual de temas para probar equipos de sonido (podéis acceder a ella desde aquí) que contiene un poco de todo con estilos variados y cada tema seleccionado por algún motivo en concreto.

Los temas los reproduje directamente desde archivos en su formato original sin pérdidas (FLAC y WAV) para que la posible compresión del streaming presente en los servicios online no influyese en la escucha. Para ello opté por la reproducción directa desde el WD-TV (usando una memoria USB con los archivos) y también desde la aplicación de escritorio para Windows utilizando la red WiFi con el objetivo de comprobar si había fallos, cortes o problemas en la transmisión en varias habitaciones diferentes de la casa, algo que no sucedió en ninguna de las pruebas.

En segundo lugar, al tratarse de una barra de sonido no podía faltar el cine y las series. Para ello reproduje los fragmentos de "películas para presumir de home cinema" que suelo usar habitualmente como "Terminator Génesis", "Jack Reacher", "Star Trek: hacia la oscuridad", "La Jungla de Cristal 4 y 5", "Misión imposible 4", "El Hobbit", la nueva "Pacific Rim: Uprising" al completo y series como "Westworld", "Colony", "Walking Dead" así como algún vídeo promocional de Dolby, DTS, THX y programa de noticias.

Sonos Beam5

Nada más empezar con las pruebas y comenzar a salir sonido de la barra la primera impresión fue de asombro: ¿Cómo es posible que salga tanta cantidad de sonido de un equipo tan pequeño? Probé a subir el volumen y no había rastro de distorsión hasta casi ponerlo al máximo, punto en el que la caja acústica empezó a vibrar y fue necesario volver a bajarlo.

Las voces se escuchan muy nítidas y definidas, por encima en todo momento del resto de sonidos, algo que es de agradecer en una barra de sonido. Muestra aparentemente buenos graves que bajan hasta unos 50 Hz, por lo que los efectos como explosiones, disparos, sonidos de armas, vehículos, puñetazos, etc. están bien representados, aunque quizá se puede echar en falta más presencia en subgraves (por debajo de 50-60 Hz), algo que podemos solucionar añadiendo un subwoofer de la marca al conjunto.

Surrounds
Beam permite añadir un subwoofer Sonos para mejorar las bajas frecuencias

Beam es capaz de llenar la sala de 20 metros cuadrados de un sonido que en primera escucha impresiona, pero tras el asombro inicial por tal cantidad de potencia nos damos cuenta de que la respuesta en frecuencia no es todo lo plana que debería. Da la sensación de que una parte de los graves y algunas bandas de la sección aguda predominan sobre el resto de frecuencias medias, lo que aporta un toque espectacular pero resta realismo.

La barra sorprende por su capacidad para generar presión sonora con un sonido potente, impactante y de gran pegada, aunque excesivamente brillante en la sección de agudos

De hecho, los agudos por encima de 2 KHz parecen estar muy marcados, tanto que tras unos minutos comenzó a producir una cierta fatiga auditiva obligándome a bajar el volumen y buscar alguna opción en la configuración. Efectivamente tenemos un ecualizador y podemos jugar un poco con graves y agudos solucionando parcialmente el problema.

Sonos Beam1
Ecualizador básico que podemos usar desde la aplicación Sonos para Windows

Aunque es cierto que la barra no distorsionó en ningún momento, el punto dulce de escucha se encuentra con el volumen situado en un punto intermedio entre la mitad y tres cuartos del máximo de la potencia (depende de cada película, claro) para reducir las vibraciones de la caja y el exceso de aire interior de la misma.

Una vez situamos el volumen en su punto ideal y reducimos un poco graves y sobre todo los agudos, obtenemos un sonido muy impactante con buena pegada y capacidad de impactar al espectador que sorprende por parecer que estamos ante un equipo mucho más grande. De echo, en muchas ocasiones da la sensación de tener al lado un subwoofer externo por la presión sonora alcanzada en la banda de 60-100 Hz que no llega a retumbar ni a resultar molesta salvo en casos puntuales.

Sonos Beam4

¿Algún punto negativo en este aspecto? Quizá una parte de la dinámica en las bandas sonoras. Aunque la mayoría de efectos especiales y las voces están siempre en primer plano claras y definidas (tal vez brillantes en exceso), la banda sonora pasa a veces desapercibida en volúmenes medios-bajos fruto de la ecualización interna de la barra a la que los usuarios no tenemos acceso.

La imagen estéreo no está muy definida aunque destaca en efectos especiales puntuales dando la impresión de estar ante un equipo mucho más grande

¿Cómo es la imagen estéreo? Pues no todo lo buena que nos gustaría. Aunque Beam cuenta con varios drivers situados en los laterales para mejorar la dispersión del sonido, no logra crear un escenario sonoro convincente.

Es cierto que el sonido llena la sala (sobre todo una pequeña), pero al ser una barra tan compacta, en general no consigue una imagen estéreo de calidad más allá de momentos puntuales con efectos muy concretos durante las escenas de acción o en la música.

A la hora de reproducir los temas musicales el comportamiento fue bueno, aunque con matices. En general notamos que le faltaba cuerpo, presencia escénica y cierta fidelidad a la hora de representar los instrumentos y las voces. Esto fue sobre todo más claro con los temas de música clásica y acústicos en los que deberían distinguirse claramente los instrumentos y las voces sin acompañamientos adicionales, momento en el que se echa en falta algo de frecuencias medio-graves. Eso sí, como señalábamos al comienzo del apartado, las voces quedan bien definidas en todo momento incluso pecando de excesivo brillo sobre todo en las femeninas.

La opinión de Xataka

Sonos ha querido complementar su ecosistema de equipos de audio con una nueva barra de sonido que ellos mismos explican está indicada para salas de tamaño medio. Y efectivamente así es. Con un volumen de escucha moderado nos da la sensación de estar ante un equipo mucho mas grande, incluso en ocasiones parece que hubiese también conectado un subwoofer adicional, lo cual es muestra del buen hacer de los ingenieros de la marca.

La potencia sonora proporcionada por la barra es sobresaliente y más que suficiente para acompañar nuestros televisores de pantalla plana, mejorando sustancialmente su sonido de serie en caso de que tengamos un modelo de gama media o incluso media-alta una vez que ajustemos un poco la ecualización para rebajar los agudos y moderar los graves.

Control

Sin embargo, no todo es potencia en un equipo HiFi y en esta ocasión hay ciertas carencias en la representación frecuencial y en la capacidad de la barra para lograr un escenario sonoro convincente.

Una vez la tenemos configurada, la utilización de la aplicación de Sonos en el móvil o en un PC es muy sencilla. Podemos agregar servicios de streaming, radios por Internet o nuestra propia colección de archivos y reproducirlos directamente en la barra usando la conectividad WiFi de casa o bien a través del televisor o reproductor multimedia.

Servicios en Streaming compatibles con Sonos Beam
Servicios en Streaming compatibles con Sonos Beam

Sin embargo, hay algunos puntos que no me han gustado y que merece la pena resaltar. Por ejemplo la escasez de conexiones disponibles. Si no tienes un televisor con HDMI-ARC estás obligado a usar la entrada óptica y limitado a un solo aparato. No podrás conectar más equipos como una consola, reproductor multimedia, ordenador, etc.

También se echa en falta un mando a distancia con las funciones básicas. Es cierto que podemos usar el smartphone, pero nunca está de más contar con un mando y sobre todo con un botón de apagado o interruptor en la barra, que se queda en modo de espera de bajo consumo, sí, pero personalmente prefiero dejarlo todo desconectado sobre todo si es un equipo que no voy a usar a diario.

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Aplicación Sonos para Windows

¿Es Sonos Beam para mí? Si lo que estás buscando es una barra de sonido compacta con mucha potencia sonora sin necesidad de subwoofer adicional y que sea capaz de reproducir música utilizando la WiFi de casa (que ofrece más calidad que la típica conexión Bluetooth) y de conectarse a otros equipos Sonos para completar una configuración multiroom, Beam probablemente sea una buena opción, sobre todo si ya cuentas con algún altavoz más que utilizar como sistema surround y un subwoofer para incrementar la pegada y subgraves.

Si de lo contrario estás pensando más en una experiencia HiFi o de cine en casa tradicional con mayor presencia sonora, efectos envolventes, un escenario acústico más realista y múltiples posibilidades de conexión, la nueva Sonos Beam probablemente no sea la mejor opción.

El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Sonos. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.

Más información | Sonos
En Xataka | Sonos One, análisis: el altavoz más sofisticado de su generación

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