Samsung Gear S3, análisis: más eficiente y autónomo, pero, ¿mejor?

Samsung Gear S3, análisis: más eficiente y autónomo, pero, ¿mejor?

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Samsung Gear S3, análisis: más eficiente y autónomo, pero, ¿mejor?

Samsung presentó su Gear S3 durante la feria IFA 2016, pero ha sido ahora cuando la empresa por fin lo ha puesto a la venta en España.

Es por tanto el momento perfecto para analizar el rendimiento de un reloj inteligente que trata de demostrar que Tizen puede ser tan bueno como watchOS o Android Wear. El nuevo smartwatch de Samsung desde luego pone en la mesa muchas buenas opciones y nos ofrece un dispositivo que muestra una buena evolución en un mercado aún sin ganador claro. ¿Es eso suficiente?

Diseño en el Gear S3: más reloj, menos gadget

Samsung ofrece dos versiones distintas del Gear S3. En primer lugar está la edición Frontier, algo más deportiva, que es la que hemos analizado. En segundo, la edición Classic, más centrada en tratar de ofrecer un plus de elegancia gracias a elementos como su pulsera de piel y unos acabados menos "agresivos".

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Lo que queda claro en ambas ediciones es que el diseño de estos Gear S3 hace que desde el principio sea difícil detectar que son gadgets. Sus acabados y materiales los identifican más como relojes tradicionales que como dispositivos tecnológicos, y eso, creemos, puede ser un punto a favor de su potencial aceptación en el mercado.

Nos encontramos con productos ligeramente más grandes (1,3 pulgadas de pantalla frente a los 1,2 del Gear S2) y con un diseño circular que ya es la norma en los fabricantes de smarwatches salvo, por supuesto, Apple. El aspecto general en mano es el de un reloj "grandote" y voluminoso, algo que que lo hace apto para muchas manos... pero no para todas, y aquí parece que la orientación es al público masculino.

El uso del acero inoxidable en la caja del reloj les da a estos S3 una consistencia realmente notable, mientras que la correa que se ofrece por defecto es de una "silicona activa" que es agradable al tacto aunque también resulta algo "pegajosa". Su aspecto, no obstante, es impecable, y podremos intercambiar fácilmente la correa si no nos gusta: Samsung hace uso del estándar en este caso, con correas de 22 mm.

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El diseño está protagonizado por los colores oscuros que dominan todo el reloj, pero sobre todo hay un elemento dominante: el anillo circular y giratorio de la parte exterior de la esfera, que ya sorprendió en el Gear S2 y que es un singular sistema de control de las opciones del reloj.

En la parte derecha encontramos dos botones y el pequeño micrófono, mientras que en la parte izquierda detectamos una pequeña rejilla para el altavoz. Por detrás tenemos el sensor de ritmo cardiaco, y no hay ningún tipo de contactos eléctricos o de toma micro-USB, ya que la carga del reloj es inalámbrica y por inducción, como veremos más adelante.

Armado hasta los dientes, sobre todo en eficiencia

Muchas son las mejoras que afectan al exterior pero sobre todo al interior del nuevo Gear S3. Ese diseño "acorazado" del que hablábamos permite entre otras cosas dotar a este reloj inteligente de resistencia frente al agua y al polvo.

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Él S3 de hecho cumple con la certificación IP68, pero también con la especificación militar MIL-STD-810G de los Estados Unidos que garantiza que por ejemplo es posible utilizar el reloj durante 30 minutos bajo el agua a un metro de profundidad.

Podremos teóricamente nadar con él sin problemas, aunque aquí Samsung, como otros fabricantes, prefiere no hacer mucho ruido con esta capacidad, y recomienda usarla con cautela y lavar el reloj con agua corriente si por ejemplo metemos el reloj en agua salada.

Samsung Gear S2, especificaciones técnicas
Dimensiones físicas 49 x 46 x 12.9 mm y 59 gramos
Pantalla 1,3 pulgadas circular Super AMOLED. Protección Gorilla Glass SR+
Resolución 360 x 360 píxeles, 278 ppp
Procesador Exynos 7270 dual-core a 1 GHz
RAM 768 MB
Memoria 4 GB (no ampliable microSD)
Versión software Tizen 2.3.2
Extras Certificación IP68, Samsung Pay, micrófono, altavoz
Conectividad 802.11n Wifi, Bluetooth 4.1, NFC, GPS, acelrómetro, barómetro, ritmo cardiaco, MTS (pagos móviles)
Sensores Acelerómetro, giroscopio, ritmo cardíaco, luz ambiental, barómetro; la versión 3G añade GPS
Batería 380 0mAh
Precio 399 euros

En el resto de especificaciones hay muchos destacados, pero uno es especialmente relevante: el procesador, un Exynos 7270 que destaca no tanto por su potencia como por su eficiencia. La tecnología de fabricación de 14 nm es clave para lograr rendimientos notables con un consumo energético muy reducido.

De hecho este es uno de los motivos fundamentales por los que este reloj brilla especialmente en el apartado de la autonomía, ya que otros relojes inteligentes suelen hacer uso de procesadores como el Snapdragon 400 que están fabricados en tecnología de 28 nm, lo que los hace menos eficientes.

Hay mejoras también notables en la capacidad de la batería, que ahora sube a los 380 mAh desde los 250 mAh del Gear S2, mientras que contamos también con una diferencia importante en sensores, donde el surtido es realmente sobresaliente. Tenemos acelerómetro, giroscopio, sensor de ritmo cardiaco, de luz ambiente pero también el crucial GPS e incluso barómetro.

La conectividad WiFi 802.11n es otra de las buenas noticias, sobre todo porque da aún más autonomía (podremos usar varias funciones del reloj sin que este esté conectado por tethering a la red de datos de nuestro teléfono), además por supuesto del soporte Bluetooth 4.2 y de dos estándares muy llamativos: NFC y MST (Magnetic Secure Transmission), que son la clave del soporte de Samsung Pay.

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Aunque en España no está disponible, hay una versión adicional de estos relojes que ofrece conectividad LTE a través de una tarjeta eSIM embebida. Esa opción podría llegar en el futuro a nuestro país, y los responsables de Samsung de hecho afirman que el producto está preparado: parece que son las operadoras y reguladoras de telecomunicaciones las que tienen que habilitar esa opción, así que no hay fecha concreta para una opción que desde luego daría una autonomía fantástica a este tipo de dispositivos.

La presencia de un altavoz es también novedad en un reloj que gracias a ello permite que podamos hacer y recibir llamadas desde el reloj sin sacar el móvil del bolsillo (sí necesitaremos tenerlo cerca y sincronizado), e incluso escuchar música de forma autónoma en el Gear S3 o recibir las respuestas de voz de S-Voice.

Como veníamos diciendo, el uso de ese nuevo procesador y de una batería de buena capacidad hace que estemos ante el reloj inteligente más destacable del mercado en cuestión de batería. De hecho en nuestras pruebas era fácil superar los dos días de uso sin problemas y sin recargar, pudiendo llegar a 3 días con un uso moderado.

No salen las cuentas con los 4 días que Samsung afirma que se pueden lograr, pero aún así la cifra deja atrás a todos los competidores actuales. Si buscáis un smartwatch que cumpla en este sentido, esta es la opción. Punto. La carga con el pequeño "dock" que incluye Samsung es más lenta de lo que desearíamos: dos horas y media para ir del 5% al 100% (¿para cuándo carga rápida en relojes inteligentes?), pero eso se compensa sobradamente con esa citada autonomía.

Cuestión de software

Samsung ha demostrado que en relojes inteligentes ni watchOS ni Android Wear tienen por el momento una plataforma diferencial, y por eso es aquí donde Tizen es una alternativa realmente viable. El dispositivo cuenta con Tizen 2.3.2, una versión reciente que entre otras cosas dota al Gear S3 de una autonomía interesante, aunque limitada.

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En el smartwatch de Samsung podremos acceder a la tienda de aplicaciones y a la de esferas (watchfaces) para el dispositivo, y hacerlo además sin estar ligados al teléfono. Podremos acceder a esas opciones con una conexión WiFi (el reloj "roba" SSIDs y contraseñas de redes WiFi automáticamente al sincronizarse con nuestro móvil), pero eso sí, no serán las tiendas completas, sino que solo se mostrarán una selección de las apps o esferas destacadas por Samsung.

Para el resto de funciones contamos con Gear Manager, la aplicación que nos permite controlar distintos parámetros desde el móvil e informarnos de algunos apartados hardware y software del reloj. El catálogo software es decente y de hecho el reloj llega con el juego 'Fruit Ninja' preinstalado, algo que demuestra que la plataforma es suficientemente potente para este tipo de ámbitos. Jugar en una pantalla tan pequeña (como escribir en el miniteclado o usar el reconocimiento de escritura —en español esa opción no está disponible—) no tiene mucho sentido, y esa inclusión parece más un "puedo hacerlo" que un "debo hacerlo".

Una de las características llamativas de Tizen que podemos usar directamente desde el teléfono o desde el reloj es la capacidad de personalizar su aspecto. Las esferas disponibles permiten ofrecer todo tipo de alternativas en este sentido, pero es que muchas de ellas son a su vez personalizables.

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Podremos elegir cosas como las tipografías, colores e imággenes de fondo y sobre todo las llamadas "complicaciones" (un nombre extraño, la verdad), que no son más que widgets para esta plataforma con los que poder añadir "esferitas" que muestren estado de la batería, pasos contabilizados, hora en otra ciudad, etc. Poder modificar todos esos parámetros tanto desde el móvil como desde el reloj es realmente llamativo, y hace que esa capacidad de dejar el reloj a nuestro gusto gane muchos enteros.

La interacción con el sistema se basa tanto en los gestos táctiles como en el uso de ese anillo exterior que gira en ambos sentidos horarios que permite irse moviendo por las opciones y luego ir interactuando con ellas tanto en pantalla como con los botones físicos.

Esta interesante novedad introducida con el Gear S2 vuelve a sorprender por su buen funcionamiento, aunque para alguien que como yo ya estaba acostumbrado a un dispositivo con Android Wear y su mecánica táctil, el resultado no es especialmente diferencial. Ni mejor ni peor, simplemente distinto, aunque es cierto que para ciertos escenarios la rueda puede resolver mejor la usabilidad del dispositivo. Para otros, creemos, la empeora.

Los smartwatches son cada vez más cuantificadores de actividad

En esa apuesta software destaca especialmente la atención a la cuantificación de la actividad física, que en Samsung llevan tiempo impulsando a través de S Health. El sensor de ritmo cardiaco y el GPS son grandes compañeros para todos los que gusten de actividades como correr o ejercicios en el gimnasio, y el reloj es también capaz de detectar cuándo subimos escaleras y lo toma en cuenta para avisarnos de esos pequeños logros de actividad física.

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Detecta que llevamos sentados mucho tiempo y nos anima a movernos un poco, y registra la actividad a a diario para que nos animemos a superarnos cada día o compitamos incluso con amigos y conocidos que tengan esta función activada.

En las preferencias de S Health encontraremos además distintos modos de entrenamiento que nos permiten especificar la actividad que vamos a realizar para que el reloj pueda hacer una contabilización más precisa de las calorías que logramos "quemar" con ese ejercicio, pero como decíamos la mayoría de las actividades están orientadas a ejercicios en el gimnasio.

Para otros deportes la cosa es menos destacable, aunque el reloj es capaz de detectar que estamos haciendo alguna actividad (pero no cuál) y entra en un modo automático en el que se evalúa ese esfuerzo. La precisión del contador de calorías quemadas es también probablemente discutible aquí: en mi caso jugué al baloncesto, paseé y salí a correr y mientras que en los dos últimos casos el recuento de calorías quemadas era coherente, con el partido de baloncesto los números eran algo extraños: es una actividad más intensa que correr a un ritmo sostenido, y sin embargo el contador mostraba una cantidad sensiblemente más baja de lo esperado.

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Aquí sí que es cierto que la inclusión de ese GPS es una gran noticia para los corredores y ciclistas, que además se pueden beneficiar de esos 4 GB de capacidad de almacenamiento (en realidad sólo 2,4 GB están a disposición del usuario tras encender el reloj por primera vez) para meter música en el reloj y escucharla a través de unos auriculares BT sin llevar el teléfono a cuestas. El altímetro también es útil en estos casos, ya que permite medir la altitud del recorrido en cada momento y hacer que el seguimiento de la actividad (sobre todo a la hora de correr o montar en bici) sea más preciso.

Se puede usar con teléfonos no-Samsung, con algunos peros

Hace tiempo que los relojes inteligentes de la gama Gear se pueden usar con smartphones basados en Android que no están fabricados por Samsung, aunque para ello hay que cumplir un par de requisitos mínimos: contar con Android 4.4 como mínimo y tener 1,5 GB de RAM en nuestro móvil.

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En mi caso las pruebas se realizaron con un OnePlus One, y los resultados fueron dispares. Aunque las funciones básicas (notificaciones, llamadas, sincronización de datos) funcionan sin problemas, hay otras opciones en las que se nota que la integración del ecosistema Samsung es relevante.

Es el caso de la preinstalación de algunas aplicaciones como la de mapas: no hay ninguna utilidad en este sentido, y el reloj no reconoce si estamos usando Google Maps en el smartphone o no. Para poder hacer algo parecido a lo que hacemos con Android Wear tendremos que instalar por ejemplo HERE Maps/Navigator tanto en el reloj como en el smartphone.

La integración con muchas de las aplicaciones de mensajería es también nula, y no podremos enviar mensajes de WhatsApp o de correo electrónico con órdenes de voz. La falta de herramientas para otras tareas cotidianas (como establecer una simple cuenta atrás) hace que aquí perdamos enteros con competidores en los que ese tipo de funciones están disponibles de serie.

Es cierto que en algunos casos podemos resolver el problema instalando aplicaciones en el reloj y el teléfono, pero en otros casos nos quedaremos sin poder usar esas funciones cuando sí existen en otras plataformas. El catálogo software es correcto pero tampoco puede competir con el de Google o Apple, y aquí notábamos como algunas herramientas para controlar la actividad física (Runtastic) o la música (Stelio) que utilizamos de forma regular en Android Wear no funcionan con Tizen. Hay alternativas en muchos casos, desde luego, pero menos que en otras plataformas.

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Aquí es donde también es importante destacar que el comportamiento de S Voice como asistente de voz es mucho más limitado que el de los relojes basados en watchOS y sobre todo Android Wear. Los asistentes de Apple y Google están mucho más maduros y eso se nota al tratar de interactuar con un servicio que funciona en lo básico, pero que como decimos no soporta una interacción algo más avanzada.

Las opciones de mensajería son un ejemplo, pero también ocurre con la búsqueda de información (podemos conocer la información del tiempo, pero no preguntar cuál es la montaña más alta del mundo) y desde luego con preguntas contextuales que tanto Siri como Google Now van soportando de forma cada vez más satisfactoria. Puede que esto se solucione ahora que Samsung ha comprado el asistente de voz Viv, pero su llegada a estos relojes probablemente tardará en producirse.

Características con futuro

Los relojes inteligentes están incorporando poco a poco cualidades que los hacen algo menos dependientes del teléfono o que potencian su uso en otros escenarios. En el Gear S3 tenemos por ejemplo ese altavoz que abre posibilidades interesantes a la hora de interactuar por voz con el reloj y que incluso nos permite escuchar música o hacer y recibir llamadas.

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Esta función está lógicamente limitada por las propias características del dispositivo: si hay mucho ruido alrededor nos costará oír a nuestro interlocutor en una llamada con el reloj, pero además está ese factor social. Puede que haya gente que se sienta cómoda hablándole a un reloj como si fuera Michael Knight, pero hoy por hoy esa forma de usar un dispositivo es chocante y puede hacer sentir rara a mucha otra gente.

Lo que sí es especialmente prometedor es el soporte Samsung Pay en el reloj, un servicio que no pude probar (no dispongo de cuenta bancaria en los bancos que ofrecen este servicio (CaixaBank, Abanca, Sabadell y e Imagin) pero que no solo funciona con teléfonos de Samsung, sino también con teléfonos Android de otros fabricantes.

Samsung Gear S3: la opinión y nota de Xataka

Es difícil justificar una compra de 400 euros por lo que básicamente es un accesorio (supervitaminado, sí, pero accesorio al fin y al cabo) para nuestro teléfono móvil. Como ocurre con el resto del mercado, los relojes inteligentes hacen nuestra vida algo más cómoda, pero para muchos usuarios el smartphone es lo único que necesitan y el reloj inteligente no aporta nada especialmente relevante.

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Eso no cambia en el Gear S3, un dispositivo con un diseño y construcción impecables que demuestran que como decíamos cada vez estemos ante soluciones que parecen mucho más reloj y menos gadget. La oferta hardware es también sobresaliente, y el soporte de opciones como Samsung Pay o las opciones de cuantificación de la actividad física cumplen de sobra con lo que podríamos esperar de un producto de estas características.

Lo que más llama la atención del Samsung Gear S3 es sin duda esa autonomía de batería, que es claramente superior a la de otros dispositivos analizados y que como decimos la hace ideal para los que criticaban esta faceta en otros rivales. Es en nuestra opinión el gran argumento de compra del Gear S3 frente a la competencia, más incluso del citado Samsung Pay o de su diseño (con el llamativo anillo exterior) y resto de características.

En esa intención de compra habrá que tener en cuenta también la integración con dispositivos Android no-Samsung (mejorable) y sobre todo limitaciones con S Voice que hacen que en temas de trabajo con mensajería el funcionamiento se resienta. Aquí es evidente que hay mucho margen de mejora para una Samsung que no obstante deja claro que Tizen es una plataforma con muchas opciones de futuro.

8,0

Diseño 8,5
Pantalla 8,25
Software 7,25
Autonomía 9,25
Interfaz 7,5

A favor

  • Autonomía de batería asombrosa para un smartwatch de este tipo
  • La inclusión de GPS, altímetro y barómetro es muy bienvenida
  • Tizen es genial en el ámbito de la personalización
  • La monitorización de la actividad física gana muchos enteros

En contra

  • Carga algo larga
  • Es un reloj grande y voluminoso
  • El catálogo software es peor que el de otras plataformas
  • La integración con móviles Android no-Samsung es mejorable
El reloj ha sido cedido para la prueba por Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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