Con el crecimiento generalizado de las pantallas de los terminales de la gama alta, prácticamente el Galaxy Note 8 y el Huawei Mate 10 se han quedado solos como integrantes de lo que hace no mucho tiempo denominábamos phablets. ¿Cuál de los dos ha sido el mejor de este 2017?
Dos phablets puros pero muy distintos
Tanto el Huawei Mate 10 como el Galaxy Note 8 son ahora mismo los modelos de phablets que más puros podemos considerar. Los fabricantes de estos dispositivos cuentan con equipos de diagonal algo más contenida dentro de la misma gama, y para estos dispositivos dejan grandes baterías o detalles como el S-Pen de Samsung. Sin embargo, su aproximación al formato phablet lo realizan de manera muy diferente.
El Huawei Mate 10 es el más conservador de los dos. Lo más importante es que conserva una pantalla con formato 16:9, y se aleja pues de la moda imparable de diseños alargados. El Mate 10 es bastante ancho pero cómodo en mano, y es el único que podemos identificar claramente con la pantalla apagada.
Por su parte, el Galaxy Note 8 estira su diseño hasta límites que incluso puede hacerlo incómodo para manos pequeñas, pero saca algo de ventaja en el acabado, que nos parece de más calidad pese a que ambos están fabricados en cristal. En general, la sensación de mayor nivel en el diseño se la otorgamos al modelo de Samsung, incluyendo detalles muy bien pensados como el hueco para el S-Pen o que hayan mantenido el puerto de auriculares.
No tan contentos hemos quedado con la situación del lector de huellas. El del Note 8 queda junto a la cámara, muy alejado de donde posamos de forma natural el dedo, y demasiado cerca de la cámara, la cual acabamos tocando queramos o no. La lección la da el Mate 10 gracias a que, pese a reducir mucho los marcos, deja espacio para mantener el lector de huellas en la parte delantera, todo un acierto por comocidad de uso. Y funciona estupendamente, dándole además algo de diferenciación entre tanto modelo sin marcos.
AMOLED frente a LCD: cuestión de preferencias personales
Las diferencias en términos de pantalla del Note 8 y el Mate 10 no se limitan al formato elegido. Menos en densidad de píxeles, todo lo demás es también diferente. Los paneles, pese a que ofrecen una calidad alta en ambos modelos, son opuestos: Super AMOLED para el panel del Samsung Galaxy Note 8 frente al LCD del Huawei Mate 10.
A nivel de calidad global, la tecnología AMOLED de Samsung es superior por contraste y brillo a al LCD que ha montado Huawei, pero en ambos casos estamos ante pantallas de gran nivel. Quien prefiera la saturación del Note 8 seguro que ve a un nivel superior ese panel frente a la realidad más sosegada que nos permite la pantalla del Mate 10.
Tampoco se aprecian diferencias sustanciales a nivel de rendimiento en el día a día. Los dos procesadores incluidos en estos terminales son de máximo nivel, y a día de hoy, las diferencias en la memoria RAM no son relevantes para el usuario común.
Dos modos de entender la batería
Una autonomía superior a los demás terminales del mercado es algo que ha caracterizado siempre a los phablets. Por eso es una categoría donde ese elemento es crucial. En el enfrentamiento directo entre la batería del Note 8 y el Mate 10, el modelo de Samsung es un claro ganador. Ambos superan el día de uso, pero en el caso del Galaxy Note 8, lo hace de forma solvente y con margen de maniobra en la segunda jornada.
No le ocurre lo mismo al Huawei Mate 10 pese a su sorprendete capacidad: 4000 mAh. Esa falta de optimización del consumo la compensa muy bien con el sistema de carga rápida, uno de los mejores que hemos podido probar este 2017 que acaba. Apenas media hora para tener listo el teléfono al 50% de su capacidad.
Po último hay que hablar de la carga inalámbrica, disponible en el caso del Galaxy Note 8 y que, a pesar de ser todavía muy lenta, permite desentenderse de la misma si asimilas una manera de funcionar en la que con un cargador inductivo en la zona de trabajo, el terminal siempre está ahí colocado y con la carga muy alta de forma continuada.
La doble cámara no falta pero vista de manera diferente
No podía faltar un sistema fotográfico de alto nivel y doble cámara en estos dos terminales de gama alta. Tanto el Huawei Mate 10 como el Galaxy Note 8 ofrecen doble sensor pero con ideas diferentes.
Samsung va a lo seguro y a su excelente comportamiento en escenas nocturnas, suma un zoom 2X con modo retrato para el segundo sensor. En ambos casos estamos hablando de 12 MP de resolución. Huawei, sin renunciar a una cámara de rendimiento alto aunque no excelente, ofrece un segundo sensor de más resolución, 20 MP, y de tipo monocromo. Las fotos en blanco y negro, si te apasiona ese estilo, son indiscutiblemente las mejores de todo el mercado.
A nivel de software, pese a la capa de Samsung, el Note 8 está más cerca de Android nativo que el EMUI de Huawei. Aquí dependerá de lo identificado que te sientas con un Android de serie o las ganas de personalización que quieras, podrás optar por un terminal u otro. A destacar en todo caso el aporte que Samsung hace del lado del uso del S-Pen.
También queremos destacar de amnos terminales su decidida apuesta por la convergencia, similar en resultados, pero con la clara ventaja del modelo de Huawei por no requerir accesorio ni base alguna más que un cable. Ahorramos coste y llevamos esa posibilidad allá donde queramos.
¿Y el precio? Con esta igualdad general matizada por detalles concretos, igual todavía no tienes claro qué modelo es mejor. El precio es entonces un elemento vital y que en el caso de estos dos terminales, no es baladí. Actualmente la diferencia es de entre 150 y 200 euros (el Galaxy Note 8 está rondando los 800 euros por los 650 euros del Mate 10), pero cuando se presentaron la diferencia era todavía mayor. ¿Cuál es para vosotros el mejor phablet de año?
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