La baja recaudación de 'La sociedad de la nieve' en taquilla no es un fracaso: es una estrategia de Netflix

La película de J. A. Bayona tiene unas cifras muy bajas de taquilla, pero hay claras explicaciones para ello

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'La sociedad de la nieve', la película en la que J. A. Bayona vuelve a relatar la tragedia del accidente de avión que dejó a los supervivientes aislados 72 días en los Andes en 1972, obligándoles a recurrir al canibalismo para salir adelante, es una de las películas más comentadas del momento. Pero aunque espectadores y crítica coinciden en elogiar su espectacularidad y factura técnica, está teniendo en recorrido comercial poco usual para una producción de su envergadura: existe cierta polémica en torno a su recaudación que, como veremos, se basa en cuestiones algo irrelevantes.

Paso breve por cines. Para empezar, 'La sociedad de las nieve' ha seguido la trayectoria de tantas superproducciones de Netflix: unas semanas antes de su estreno en la plataforma, pasa por salas. Esta estrategia de Netflix, que en los últimos tiempos hemos visto en estremos como 'El asesino' de David Fincher, es un eco de los tiempos de 'El irlandés' de Scorsese o 'Roma' de Cuarón, cuando quería medirse de tú a tú con las majors de Hollywood.

Los cines no exhiben. Desde el principio de su exhibición, la película se ha encontrado con considerables tropiezos. El primero de ellos ha sido que las dos cadenas de salas más importantes de España, Cinesa y Yelmo, no han exhibido la película, con la consiguiente caída en el número de salas. Eso ha llevado a que las recaudaciones, en términos absolutos, sean mucho más bajas que las de otras películas españolas recientes, como el éxito sorpresa 'Ocho apellidos marroquís'.

Los números que se saben. Un artículo de El Periódico de España contaba este fin de semana cómo, tras el estreno en salas el 15 de diciembre, se confirmaba la política habitual de Netflix de no dar datos de taquilla de sus estrenos, en consonancia con la opacidad parcial de sus datos de visionado en streaming. Según cuentan algunos exhibidores en el artículo, recibieron órdenes de Netflix de no comunicar los datos a Comscore, como sí hacen con el resto de los estrenos.

Obligaciones para Netflix. Sin embargo, las salas están obligadas poco después a comunicar al Ministerio de Cultura las cifras. Estas aparecieron, tres semanas después del estreno de la película, en el catálogo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA). Ha coincidido por casualidad (y con cierto retraso, ya que lo habitual es dos semanas después del estreno) cuando la película llegaba a Netflix, el pasado 4 de enero.

Fracaso con matices. Según estas cifras, la película llevaría 255.707 euros recaudados, equivalente a 38.289 espectadores, en lo que los expertos consideran que podrían ser sus dos primeros días de exhibición. Así lo aseguraba Pau Brunet (experto en taquilla y director de @boxofficespain) desde su cuenta de Twitter, entre otros cálculos previos. Son cifras muy bajas (comparemos con 'Ocho apellidos marroquís' en su primer fin de semana: 1'7 millones de euros), pero matizables: el bajo número de salas y la perspectiva disuasoria para los espectadores del estreno inminente en streaming matizan ese fracaso. Aparte de que son cifras nada completas: posiblemente habrán engordado muy sustanciosamente con la Navidad.

Éxito en otros ámbitos. La película parece estar funcionando bien en Netflix, como era de esperar: está en el top de lo más visto de Netflix en medio centenar de países, y esta semana tendremos el número de visionados totales si logra colarse en el top 10 global de la plataforma, algo más que posible. Y esto es lo que interesa a Netflix: el estreno en salas es un trámite imprescindible, por ejemplo, para presentarse a premios.

El trámite del estreno. Aunque es obvio que un paso por cines da un empaque de cine "de verdad" a las películas (un estigma para las que no lo hacen que vienen de los tiempos en los que las películas producidas directamente para vídeo se consideraban menores), el paso por cines es obligatorio para optar a premios como los Oscar. De hecho, hasta ahora era suficiente con una semana en salas, pero la Academia se ha planteado ampliarlo de cara a 2024 para beneficiar a las salas, después de un pequeño paréntesis en el que no ha sido necesario debido a la pandemia.

Una estrategia meditada. Por eso el estreno en salas es poco más que un trámite para llegar a los premios (y también una parte contractual que Netflix firma para complacer a los directores que quieren que sus películas, a menudo tan espectaculares como ésta, se vean en pantalla grande). Es en su plataforma donde Netflix pone toda la carne en el asador, ahora que ha abandonado sus intenciones de competir de tú a tú con las majors y prefiere dedicarse a lo que realmente sabe hacer: arrasar en la cada vez más decidida guerra del streaming.

Cabecera: Netflix

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