Empleados tradicionalmente para presentaciones profesionales y el entretenimiento a escala comercial, el desarrollo de nuevas tecnologías y el abaratamiento de costes han posibilitado la llegada de los proyectores a los escenarios domésticos para disfrutar del cine en casa — y otro contenido como series, eventos deportivos, programas — con propuestas de calidad a precios interesantes.
Si estás pensando en comprar un proyector para tu hogar, en esta guía de compra de proyectores domésticos encontrarás qué debemos tener en cuenta y una amplia y diversa variedad de modelos.
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LG PF50KS | Philips NeoPix 120 | Samsung The Premiere |
Modelo | Lo positivo | Lo negativo | Precio | |
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Philips NeoPix 120 | Tiene un precio muy bajo y es compatible con dispositivos como Fire TV Stick o Apple TV | Su resolución es HD y su luminosidad es de 100 lúmenes | ||
LG PF50KS | Integra una batería de 2,5 horas y dispone de conectividad WiFi y Bluetooth | Su brillo se queda un poco justo | ||
Optoma UHD310X | Ofrece resolución 4K y es compatible con HDR | Por su precio, echamos en falta un pequeño extra en el nivel de luminosidad | ||
Benq TK850M | Cuenta con varios modos deportivos y ofrece una resolución 4K | No dispone de Bluetooth | ||
Samsung The Premiere | Es un modelo de tiro corto que viene con Modo Filmmaker y Alexa integrada | Su precio es alto |
Nuestra selección de proyectores de cine en un vistazo
- Philips NeoPix Ultra 2+, sencillo y con bajo precio.
- LG PF50KS, muy compacto y con la funcionalidad de smart tv.
- Optoma UHD310X, con calidad 4K y compatible con HDR.
- Benq TK850M, el óptimo para ver deportes.
- Samsung The Premiere, con modo Filmmaker, ideal para cine y series.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir un proyector doméstico
Tecnología de generación de imagen: LCD, LCoS y DLP
En el mercado encontramos esencialmente tres tipos de tecnologías empleadas para generar imágenes en un proyector: el popular LCD (Liquid Crystal Display), DLP (Digital Light Processing) y el LCoS (Liquid Crystal on Silicon). En esta tercera opción se encuentran las implementaciones D-ILA (Digital Imaging Light Amplification), desarrollado y usado por JVC, y SXRD (Silicon Crystal Reflective Display), desarrollada y usada por Sony.
Sin detenernos demasiado en su funcionamiento, la esencia de cada uno de ellos es la siguiente: como en los televisores, los proyectores LCD utilizan una fuente de luz que pasa a través de tres pequeños paneles LCD, a los que se les asignan los colores rojo, verde y azul, para crear y proyectar imágenes.
En el caso de los proyectores de tipo DLP, se emplea una fuente de luz en combinación con una rueda de color y un chip DMD (Digital Micromirror Devices) fabricado por Texas Instruments, la empresa propietaria de la tecnología. Este chip contiene pequeños espejos inclinados, de modo que la luz atraviesa la rueda, se refleja en la matriz de espejos y alcanza la pantalla.
Finalmente se encuentra LCoS, una tecnología de proyección de imagen más compleja que cuenta con sus respectivas variantes, D-ILA y SXRD, y que combina las tecnologías anteriores. En este caso, los paneles LCD dejan o no pasar la luz, como en los proyectores LCD, que posteriormente se reflejará en un dispositivo de silicio para componer la imagen, como en los proyectores DLP.
Tras aclarar las bases de su funcionamiento, nos vamos a sus diferencias a efectos prácticos. Todas ellas son tecnologías de proyección de imágenes plenamente consolidadas técnicamente y asentadas en el mercado y, aunque con el paso del tiempo sus diferencias han ido difuminándose, cada una de ellas tiene sus puntos fuertes y debilidades.
Los proyectores LCD destacan por la naturalidad de los colores, y por ofrecer una luminosidad muy buena con las imágenes en color, más exigentes que cuando medimos el nivel de brillo del blanco. En su contra, no suelen ofrecer unos negros tan profundos y unos blancos tan brillantes como los mejores modelos DLP.
La tecnología DLP tiene entre sus bazas el nivel de contraste, la luminosidad global, nitidez y la generación de imágenes muy brillantes, lo que los hace un candidato a tener en cuenta en habitaciones con luz ambiental. Sin embargo, cuando explicábamos las bases de su funcionamiento, nombrábamos una rueda de color en combinación con un chip DMD, algo que encontramos en los modelos más asequibles, ya que los chips DMD son caros. Esta rueda provoca cierto ruido al girar y la fidelidad de color es inferior a la de los LCD. Si nos vamos a los modelos más premium, la rueda de color es sustituida por tres chips DMD, solucionando así el problema.
Por último, los proyectores LCoS, que por un lado intentan aunar las ventajas de las tecnologías LCD y DLP y por otro, minimizar sus defectos. De hecho, suelen ofrecer un contraste muy bueno, unos negros profundos, buen nivel de detalle en las zonas oscuras, y, algo muy interesante para cinéfilos: la matriz de píxeles apenas es visible. Su principal hándicap es el precio, ya que suelen ser más caros que los modelos equivalentes que utilizan las tecnologías LCD y DLP.
Densidad de píxeles y resolución
La idea de un proyector en un escenario doméstico está enfocada a disfrutar de series, programas y películas emulando la sensación de estar en una sala de cine, es decir, una pantalla grande con imágenes de calidad.
Si queremos aprovechar al máximo la resolución del proyector, hemos de tener claro cuál es la resolución de origen de la señal de vídeo para decantarnos por un modelo que la ofrezca de forma nativa.
En la práctica, teniendo en cuenta que un proyector es una inversión de presente y futuro y que el contenido que vamos a visualizar va a estar, como mínimo en HD, el punto de partida son los proyectores Full HD y 4K, en función de nuestro presupuesto.
En el mercado encontramos proyectores con resolución Full HD y 4K nativos, si bien a nivel doméstico existen modelos de JVC D-ILA que logran los 8K, pero no son nativos, sino que es un 4K nativo con la tecnología Pixel Shift, que ofrece buenos resultados.
Este truco mecánico consiste en desplazar los paneles de píxeles (de tipo 4K), de modo que su intersección genere una matriz virtual de mayor resolución. En este sentido, existe una mejora pero no será igual a la resolución de una pantalla 8K nativa.
Tipo de fuente de luz
Dentro del espectro de proyectores domésticos también encontramos diferentes tipos de fuentes, que permiten generar la luz que necesitamos enviar hasta la pantalla de proyección, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes.
La tecnología más tradicional son las lámparas de gas de alta presión, generalmente de vapor de mercurio o de Xenon — este último gas en la gama más alta —, frecuentes especialmente entre los modelos más baratos. Esta fuente de luz suele tener una vida útil de unas 5.000 horas en el mejor de los casos, ofrecer una luminosidad de entre 1.000 - 2.000 lúmenes y se va degradando conforme pasa el tiempo. Estos modelos necesitan unos minutos para calentarse y entrar en acción.
Otros proyectores emplean una fuente de emisión de luz LED, similar a las de las lámparas o televisores. Las fuentes de luz LED tienen una vida útil superior a las lámparas de alta presión, apenas se degradan con el paso del tiempo, consumen poco y son asequible. Además, esta tecnología propicia modelos pequeños y compactos, características todas ellas muy interesantes para su uso en escenarios profesionales, donde es más frecuente encontrar este tipo de fuente.
Finalmente encontramos las fuentes de luz láser. Esta tecnología presente ventajas importantes frente a las lámparas de alta presión convencionales, como una alta luminosidad que puede rondar los 5.000 lúmenees, lo que permite emplearlos en espacios con luz ambiental, mayor capacidad de entrega de luz, una vida útil más larga (25.000 horas), contaminan menos, la calidad de la luz no se degrada prácticamente y contribuyen a una restitución del color más precisa. Eso sí, también es una tecnología notablemente más cara que las lámparas de alta presión y las fuentes LED.
Otros factores a tener en cuenta
- Un proyector que no proporcione luz suficiente no será capaz de proyectar una imagen brillante, lo que hará que la veamos suave incluso en espacios oscuros. Aunque el tamaño de la habitación, la distancia o la luz ambiental son factores a tener en cuenta, el ratio para determinar la cantidad de luz entregada son los lúmenes ANSI. Un buen punto de partida un proyector doméstico son los 1.000 lúmenes.
El contraste nativo es más importante que el contraste dinámico a la hora de elegir un proyector
El contraste es un parámetro que complementa al brillo a la hora de proporcionarnos la experiencia con las imágenes proyectadas. El contraste es la relación entre el negro más intenso y el blanco más puro. Así, un proyector con un contraste alto proporciona blancos más blancos y negros más negros. Ojo porque en las especificaciones de los proyectores es frecuente encontrar poco claras las cifras de contraste nativo y contraste dinámico: mientras que el nativo se ciñe a lo explicado, el dinámico se consigue empleando un iris mecánico, un dispositivo similar al diafragma de una cámara o al iris de un ojo, que se abre o cierra para acotar la recepción de luz. Este truco permite ofrecer un contraste mayor, por lo que es frecuente que los fabricantes aporten este dato. En una sala oscura, un ratio de contraste nativo 1.500:1 es bueno, pero 2.000:1 o más es mucho mejor.
Un aspecto fundamental a la hora de elegir un proyector es que cuente con las entradas que vamos a necesitar. Lo habitual es encontrar modelos con puertos HDMI y también son frecuentes las entradas VGA y DVI para ordenadores. No obstante, si tienes dispositivos antiguos, es interesante dar con modelos que dispongan de entradas de S - Video.
Modelos destacados
A continuación, listamos una variada serie de propuestas de diferentes características y presupuestos. Hemos tomado las especificaciones técnicas de las webs de los respectivos fabricantes y, como ya hemos explicado en el apartado anterior, en algunos casos los datos relativos al contraste no han sido debidamente especificados. En este sentido, detallamos entre paréntesis si se trata de contraste nativo o dinámico. En los casos en los que no se especifica nada, creemos que se hace referencia al contraste dinámico.
Hasta 1.000 euros
En este rango de precios encontramos proyectores de cine en casa que se enmarcan dentro de la gama de entrada. En general veremos resoluciones Full HD, escasas opciones de configuración y conectividad simple y reducida a las tomas con cable que ofrecen un acercamiento a la experiencia del cine sin realizar una gran inversión.
Philips NeoPix 120
Resolución | HD | Fuente de luz | LED | Tecnología | LCD |
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Lúmenes | 100 | Contraste | 3.000:1 | Precio | 189,62 euros |
LG PF50KS
Resolución | Full HD | Fuente de luz | LED | Tecnología | DLP |
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Lúmenes | 600 | Contraste | 100.000:1 | Precio | 426,96 euros |
Optoma UHD310X
Resolución | UltraHD 4K | Fuente de luz | LED | Tecnología | DLP |
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Lúmenes | 2.200 ANSI | Contraste | 250.000:1 | Precio | 799 euros |
De 1.000 a 2.500 euros
A partir de este punto, los proyectores de cine en casa integran funcionalidades para disfrutar de contenido con mayor calidad a través de una mayor resolución, compatibilidad con estándares de imagen, reproducciones de colores más fieles a la realidad y una conectividad más completa. Asimismo, las fuentes de luz de tipo láser comienzan a ganar espacio frente a las solventes lámparas de alta presión de vapor.
Benq TK850M
Resolución | 4K | Fuente de luz | lámpara | Tecnología | DLP |
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Lúmenes | 3.000 | Contraste | 10.000:1 | Precio | 1.680,18 euros |
Desde 2.500 euros
Si bien se trata de una barrera orientativa, una subida de precio implica consolidarse en el 4K, la compatibilidad con estándares de imagen y reproducción de color, así como elevados contrastes para disfrutar del cine con una experiencia cada vez más próxima a la gran pantalla.
Samsung The Premiere
Resolución | 4K | Fuente de luz | láser | Tecnología | DLP |
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Lúmenes | 2.800 | Contraste | 1500:1 | Precio | 2.549 euros |
Philips NeoPix 120 | LG PF50KS | Optoma UHD310X | Benq TK850M | Samsung The Premiere |
Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados han sido propuestos ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.
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