Hay gente que, no contenta con los formatos tradicionales que tienen los portátiles, experimenta con ideas curiosas. Es lo que ha hecho Carter Hurd, que se ha fabricado un curioso portátil —sin touchpad, eso sí— para probar cómo sería un equipo así con una pantalla con formato especialmente ultrapanorámico.
Ese portátil tiene potencia suficiente para disfrutar de sesiones de gaming gracias a su gráfica dedicada incluida. Hurd le ha añadido además un teclado mecánico y algunos componentes más para lograr un aspecto sorprendente... pero no especialmente práctico.
Bien como concepto, pero poco más
Hurd —con muchos proyectos a sus espaldas— contaba su aventura con este portátil en su canal de YouTube, donde en el pasado ya ha publicado otras curiosas creaciones en las que también experimenta transformando y adaptando dispositivos a su gusto.
La idea de crear algo así le vino tras ver algunos conceptos de Intel que nunca llegaron a convertirse en realidad, aunque luego sí se haya visto algo similar con los Asus ZenBook Duo.
En este caso la idea era solo dejar como pantalla principal la pantalla alargada. Hurd utilizó la placa base de un portátil gaming que tenía a mano y que contaba con una gráfica dedicada, y se compró una pantalla externa que se ajustaba a su diseño.
Esa pantalla —disponible en Amazon— tiene una diagonal de 12,6 pulgadas y una resolución de 1.920 x 515 píxeles, lo que hace que su formato sea ultrapanorámico gracias a una relación de aspecto de 41:11.
A partir de ahí añadió un teclado mecánico inalámbrico —el modelo concreto también está a la venta— aunque tuvo que adaptar el chasis para que la placa del portátil pudiera ser situada en su parte inferior. Imprimió en 3D una base para "elevar" el teclado y así poder dar cabida a todo el diseño, que tenía otras curiosidades.
Por ejemplo, la de hacer uso de una unidad SSD en formato M.2 que cortó directamente por la mitad porque de otro modo hubiera sobresalido. Salió bien, porque la circuitería estaba efectivamente en la mitad funcional de esa unidad.
También tuvo que adaptar el chasis para la tarjeta Wi-Fi, que acabó sobresaliendo un poco. Además, la antena para mejorar la cobertura quedó colocada en uno de los laterales del equipo.
La última modificación importante era especialmente curiosa: el apoyo para la pantalla tenía justo detrás una ranura que servía precisamente para convertir esa pantalla principal en una pantalla auxiliar.
¿Cómo es eso? Al usar el equipo Hurd se dio cuenta de que ese formato de pantalla era poco funcional para la mayoría de escenarios —ni siquiera es un portátil como tal, ya que hay que usar un ratón externo—, así que creó un diseño en el que poder acoplar una pantalla externa convencional con la que poder trabajar para poder usar la pantalla ultrapanorámica como segunda pantalla, al estilo de los citados Asus ZenBook Duo.
Su experimento le dejó claro que este equipo tenía difícil aplicación práctica para trabajar o jugar con ese formato de pantalla, pero sí indicó que con una segunda pantalla —sea la de la imagen o una Smart TV conectada inalámbricamente, por ejemplo— la idea tiene cierto encanto. Quizás no tanto para la inversión, aunque desde luego el resultado sea vistoso.
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