A veces una simple idea se convierte en la tendencia de toda una generación. Pensemos en esos portátiles ultraligeros que puedes llevar a cualquier parte y donde HP ha hecho historia con sus series Spectre y Pavilion. No solemos ver a la tecnología como una de las bellas artes. Sin embargo, cuando algo funciona lo integramos en nuestra vida como un reloj favorito, una camisa que nos encanta o unos zapatos que nos sientan como un guante.
Cada día, miles de creadores de contenido asocian su estilo e identidad a marcas de tecnología. E identidad es precisamente lo que destila el nuevo HP EliteBook Dragonfly G3. Con dos acabados de magnesio y aluminio en azul o plata, este portátil quiere conquistar primero tu mirada y después tus manos. Pero veamos qué guarda más allá de sus delicadas líneas y con qué avales puede conquistar a alguien que busque y necesite un laptop que dispare su creatividad.
Menos es más
No siempre necesitas más para convencer a los usuarios. Si tu propuesta es mejor, todo el mundo se dará cuenta. Ahí está el caso de HP y la transformación de sus ultrabooks convertibles hacia un nuevo paso evolutivo. ¿Y qué significa evolucionar? Mejorar, cambiar y mantener.
Se conservan unas medidas mínimas —297.4 x 220.4 x 16.4 mm— y un peso pluma —0,99 kg— para convencer a propios y extraños, pero otros muchos elementos han sido transformados. Quienes hayan pasado horas y horas en Teams o Zoom durante los meses de confinamiento y teletrabajo recordarán la ventaja estratégica de la que gozaban quienes tenían por casa un equipo con buena webcam.
Así bien, la cámara de este HP EliteBook Dragonfly G3 pasa de ser un humilde sensor de 1MP con resolución 720p a convertirse en uno de 5MP capaz de capturar vídeo a 1080p y corregir la luz ambiental mediante IA. La calidad de la grabación también se ve compensada con dos micros capaces de generar una escena estéreo profesional —además de dos altavoces certificados por la famosísima marca danesa Bang & Olufsen—.
En cuanto al tiempo de uso, también cambian algunas cosas: pueden elegirse entre dos configuraciones de batería de 48 WHr y 68 WHr más grande, frente a los 56 WHr que limitaba el anterior modelo.
Sobre el resto de elementos técnicos, puedes elegir desde un SSD 256 GB PCIe NVMe hasta un monstruo de 1TB y desde un procesador i5-1245U con 16GB de RAM hasta uno de los últimos procesadores Alder Lake i7 de 12ª generación y 32GB de RAM. Las gráficas se limitan a un chip Intel Iris Xe integrado, lo que desemboca en un menor consumo energético y en una construcción delgada. En la libertad está el gusto.
¿Quieres conectar una cámara de vídeo para editar fotos? Puedes. Para eso está la ranura nanoSIM. ¿Quieres escuchar la última playlist que hiciste en Spotify? Por supuesto. El puerto jack sirve tanto para auriculares como para altavoces. ¿Necesitas conectar un monitor auxiliar? Tampoco hay problema. No falta ni el puerto HDMI 2.0 ni dos puertos USB-C Thunderbolt 4, uno enfocado a la carga —rápida, de 100W— y otro para conectar o cargar cualquier dispositivo externo.
La importancia de una pantalla 3:2
Productividad, qué bonito nombre tienes, que dirían. El HP EliteBook Dragonfly G3 es, como su propio nombre indica, como una libélula: aerodinámico, ultraligero, resistente y tecnológicamente pensado para la productividad, hagas lo que hagas. Algunos de los cambios más obvios respecto a la anterior generación residen en su flamante pantalla táctil, a elegir entre un panel IPS de resolución 1080p o un panel 2K de tecnología OLED capaz de alcanzar un brillo de 400 nits.
La multitarea se ve premiada con una pantalla 3:2. Una relación de aspecto cada vez menos inusual con respecto a los habituales 16:9 pero que suele sorprender. No debería: este ancho extra se traduce en poder visualizar más información en la misma cantidad de espacio.
Esta tendencia, más cuadrada, recuerda a los tiempos del 4:3. Y es que siempre será más natural concentrarse en una sola tarea cuando desaparece el formato panorámico, ese que invita al multitasking. La relación de aspecto 3:2 maximiza la cantidad de información en un solo espacio, en una sola aplicación, ya sea el navegador, una presentación para algún cliente o una hoja de cálculo. Y menos scroll también implica menos agotamiento en las muñecas.
En resumen, los ojos no tienen que mirar hacia los lados para identificar más datos dentro de un Excel, por ejemplo, lo que supone una vista menos agotada durante largos periodos de uso. A cambio, eso sí, HP abandona el apellido x360 en el nombre de estos convertibles: su bisagra no puede aperturarse en 360 grados, pero sí es más robusta y ligera que nunca.
Más pantalla también se traduce en un teclado más largo —además de un enorme trackpad, más amplio y cómodo—. Un teclado que conserva lo mejor de la anterior generación: teclas retroiluminadas para poder operar en habitaciones oscuras, de perfil bajo, y resistentes a derrames. Y sobrevivirán sin problema al derrame de un refresco, sí, pero mejor no ponerlas a prueba.
De igual forma, su certificación militar MIL-STD-810H garantiza que este convertible está diseñado para soportar algo más que una limpieza rápida con la gamuza. Esta numeración lo certifica como resistente a las interferencias electromagnéticas, a la lluvia, a la humedad ambiental, a los golpes y a la presión sobre un bolso o mochila e incluso a la niebla salina. De locos.
Conciencia y resiliencia
Y evolucionar también significa aprender de los errores. HP es de sobra conocida por sus sus sistemas de reciclaje de cartuchos de tinta, su packaging sostenible y sus soluciones de reciclaje. Pero para este HP EliteBook Dragonfly G3, la marca ha echado el resto, utilizando más de 60 millones de botellas de plástico de Haití para su fabricación y para la de otros productos similares. Como una vez que cualquier pieza de plástico llega al océano es casi imposible recolectarla, HP lo ha integrado en su cadena de suministro circular y lo ha reciclado antes de que esto suceda.
Esto se ha traducido en más de 771 toneladas de basura que no han ido a parar al océano y que ahora, en su lugar, se destinan a construir desde productos para impresión hasta hardware. Ahí es nada. Porque el efecto WOW desaparece, pero una buena decisión deja huella.
Fotos | HP
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