El Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico antes se llamaba Renault Mégane Scénic. Al menos en su primera versión, como versión monovolumen del compacto y que, además, sirvió para popularizar los monovolúmenes del segmento C.
Casi 30 años después, el Scénic ha perdido por el camino su hilo conductor con el Mégane, que ahora se llama Megane E-Tech. Igual que el compacto, ha perdido la tilde de su nombre. Y, sin embargo, ha ganado en relato pues, aunque no hay un discurso que señale directamente ambos coches, parece que, ahora, Scenic y Megane vuelven a estar estrechamente ligados, siendo el primero una versión mucho más familiar que el segundo.
Pero, sobre todo, en este reinicio de la firma, ambos coches destacan por lo evidente. Ambos modelos son eléctricos. En el caso del Scenic, le sienta de maravilla.
Ficha técnica del Renault Scenic
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Renault Scenic |
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TIPO DE CARROCERÍA. |
SUV compacto de cinco plazas. |
MEDIDAS Y PESO. |
4,470metros de largo, 1,908 metros de ancho y 1,571 metros de alto. Distancia entre ejes de 2,785 metros. 1.747 kg (60 kWh de batería) y 1.842 kg (82 kWh de batería) |
MALETERO. |
545 litros. |
POTENCIA MÁXIMA. |
160 kW (220 CV). |
CONSUMO WLTP. |
16,3 kWh/100 km batería de 60 kWh y 16,8 kWh/100 km batería de 82 kWh. |
DISTINTIVO AMBIENTAL. |
Cero emisiones. |
AYUDAS A LA CONDUCCIÓN (ADAS). |
Sistemas ADAS obligatorios por la Unión Europea como control de crucero adaptativo, frenada de emergencia o cámaras delanteras y traseras. |
OTROS. |
Sistema de infoentretenimiento basado en Android Automotive compatible con Apple CarPlay y Android Auto mediante conexión Bluetooth. Pantalla de 12,3 pulgadas para el cuadro de instrumentos y central de 12 pulgadas en formato vertical. |
HÍBRIDO ELÉCTRICO. |
No. |
HÍBRIDO enchufable. |
No. |
eléctrico |
Sí. Versiones de 125 kW (170 CV) con batería de 60 kWh y de 160 kW (220 CV) con batería de 82 kWh. |
precio y lanzamiento |
Disponible desde 38.700 euros (batería de 60 kWh) y 45.500 euros (batería de 82 kWh) sin ayudas del Plan MOVES III. Primeras entregas en junio de 2024. |
Un eléctrico familiar con muy pocos rivales
El Renault Scenic E-Tech 100% eléctrico se ha decidido por completo por el formato SUV. Lejos quedan los años donde todo se hizo monovolumen. Ahora lo que vende es el formato todocamino y a las modas hay que adaptarse. Es una decisión que Renault, en su objetivo por reimpulsar su marca en los últimos años., también ha tomado con el Renault Espace.
Por fuera, el Renault Scenic da la sensación de ser, exactamente, lo que es: un SUV de 4,47 metros de largo. Decimos esto porque, como señalan desde la marca, se ha querido huir de esa "obligación" de distinguir en exceso la gama eléctrica. Salvo por una parrilla mucho más cerrada que se disimula con las molduras romboides, nada indica que estamos ante un coche completamente eléctrico.
Puede que las manijas de la puerta, enrasadas, nos recuerden su concepto como vehículo cero emisiones pero a primera vista nada nos hace pensar que estamos ante un coche "diferente".
Tampoco sucede por dentro. Renault utiliza para sus plazas delanteras el mismo lenguaje de diseño que está adoptando en sus últimos automóviles. Doble pantalla en L, con un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas (1920 x 720 píxeles) y una central de 12 pulgadas, en formato vertical (1250 x 1562 píxeles).
Cualquiera de las dos sorprenden por su buena calidad. Renault utiliza Android Automotive OS, a la que aplica su propia capa de personalización que, en mi opinión, escoge con mucho acierto los colores, las animaciones y los gráficos utilizados.
En el sistema de infoentretenimiento, todo se mueve con una soltura que sorprende. Todos los toques reciben una respuesta instantánea y su manejo es La pantalla cuenta con una zona inferior donde se pueden mantener abiertas otras dos aplicaciones. Y especialmente interesante es poder contar con Google Maps ya integrado en el vehículo (con ventajas que veremos más adelante). Se puede utilizar Apple CarPlay, mediante conexión Bluetooth si se quiere pero no encuentro motivos para hacerlo.
La única pega que puedo encontrar es que, quizás, el cuadro de instrumentos peque de barroquismo en algunas de sus pantallas. A veces encontramos un exceso de elementos que es difícil de asimilar y en los primeros compases no es sencillo, por ejemplo, saber el nivel de frenada regenerativa que tenemos seleccionado. Con todo, es posible que con una prueba de mayor duración podamos tener todo un poco más claro.
Pero donde realmente gana este Renault Scenic es en sus plazas traseras. Sentados dentro, parece mentira que estemos ante un coche de 4,47 metros de largo. El espacio para los pasajeros es realmente amplio y cómodo. Eso sí, hay que tener un par de cosas en cuenta. Lo primero es que yo no he encontrado problemas a la hora de sentarme, midiendo 1,68 metros de alto. Otros compañeros de mayor estatura sí han señalado que las piernas les quedan demasiado altas.
Lo segundo es que se pierden definitivamente las tres plazas traseras individuales en la banqueta trasera. Durante años, esta fue una de las señas de identidad del Renault Scenic, pudiendo acoplar tres sillas para niños pequeños. En este caso, se pierde esa posibilidad. Dos adultos viajarán cómodos y también lo harán tres niños pero, como suele ser habitual en estos tamaños, un tercer adulto puede tener algún problema más para desplazarse en la plaza trasera aunque, eso sí, no se encontrará con el problema del túnel de transmisión, gracias a su suelo plano.
El maletero es grande. Sus 545 litros cumplirán para gran parte de los conductores y, además, tiene acceso directo desde las plazas traseras. El suelo sí queda algo bajo pero desde Renault anuncian un accesorio que, al mismo tiempo, sirve para generar diferentes compartimentos en el maletero y convertirlo en un espacio a dos alturas.
El Renault Scenic apuesta por simplificar las cosas
En cuanto a las capacidades técnicas del Renault Scenic, el nuevo SUV eléctrico se venderá con dos tamaños de batería y dos motores. La gama se ha simplificado al máximo y los clientes potenciales sólo tendrán que escoger potencia o batería pues una cosa y otra van de la mano.
La batería de 60 kWh de tamaño viene unida a un motor de 125 kW (170 CV). Sobre el papel, y ciclo de homologación WLTP, promete 430 kilómetros de autonomía. En este caso, no hemos tenido la oportunidad de probar esta versión por lo que no podemos hacer una aproximación demasiado exacta de cuál será su alcance real. Sin sobresaltos, debería estar en unos 300-350 kilómetros en carretera a velocidades legales.
La opción más ambiciosa cuenta con una batería de 82 kWh y motor de 160 kW (220 CV). En este caso, homologa 625 kilómetros y un consumo de 16,8 kWh/100 kilómetros, ligeramente superior a los 16,3 kWh/100 kilómetros del modelo anterior.
Esta es la versión que hemos podido probar y podemos decir que el Renault Scenic sorprende, al menos en esta primera prueba, por sus consumos. En nuestro trayecto donde se combinó autovía y carretera secundaria con cierto desnivel, el consumo final fue de 17,8 kWh/100 kilómetros. Es posible que el consumo sea ligeramente superior en autopista pero no creo que se dispare mucho más allá de estas cifras. Si esto es así, estamos hablando de que, a 120 km/h sostenidos, nos iríamos al menos a 450 kilómetros de autonomía reales.
En cuanto a las potencias de carga, la batería pequeña alcanza picos máximos de 130 kW, mientras que la de mayor capacidad ya se eleva hasta los 150 kW. A 130 kW, el coche debería pasar del 15 al 80% de la autonomía en 32 y 37 minutos respectivamente.
Y a la hora de simplificar las cosas este nuevo Renault Scenic aprovecha todas las virtudes de Google Maps para los coches eléctricos. Su planificador de rutas es un punto importante a la hora de no complicarse demasiado la vida. Éste tiene en cuenta la distancia y la autonomía disponible en la batería pero también la orografía, las condiciones meteorológicas y el estado del tráfico para calcular la ruta, mostrar las paradas y adelantarnos la capacidad de la batería con la que deberíamos llegar al siguiente cargador o a nuestro destino.
Para mayor facilidad, la batería alcanza la temperatura optima unos minutos antes de enchufar el coche a la corriente eléctrica, una función que el coche realiza por sí mismo.
Ya en movimiento, sus 220 CV mueven con soltura al vehículo. El Scenic responde muy bien a las demandas del acelerador y se puede jugar fácil con las levas en el volante (con cuatro modos de retención) para recuperar energía y frenar el coche. Echamos de menos, eso sí, un modo one-pedal que permita frenar por completo el vehículo sin la necesidad de pisar el freno.
El confort de marcha es muy bueno, el coche está bien aislado y las plazas traseras son enormes
Entre sus puntos negativos, el freno es demasiado esponjoso y mejora ligeramente con la activación del modo Sport (también cuenta con uno personalizable, uno ECO y otro Comfort). Es un problema recurrente entre los coches eléctricos y en este Renault Scenic también se deja ver.
Tampoco estoy del todo cómodo con su dirección. Ésta es muy rápida pero la siento demasiado blanda y falta de información. Esto provoca cierta desconexión entre lo que siento en las manos y lo que ocurre realmente. El coche entra en las curvas con mucha facilidad pero tanta falta de peso me ha dificultado adaptarme en un primer momento.
En autopista y con buen asfalto, el coche es muy cómodo y se siente bien aplomado. El coche además está muy bien aislado y los ruidos aerodinámicos no son reseñables circulando a velocidades legales. A falta de una prueba más exhaustiva, parece un muy buen coche para viajar con la familia.
Además, cuenta con detalles muy valorables en ese sentido. Los sistemas de ayudas la conducción cuentan con los habituales modos de frenada de emergencia o control de crucero adaptativo. En esta primera prueba no pudimos exprimirlos al máximo pero en aquellas ocasiones en las que pudimos testarlas sí nos dejaron buenas impresiones de inicio.
Pero Renault también ha hecho un esfuerzo en ese punto familiar y en lo que los clientes pueden esperar en este sentido. Añade algunos sistemas de seguridad interesantes, como una segunda frenada en caso de colisión para tratar de evitar que el coche siga avanzando y corra el riesgo de chocar de nuevo. También un interesante detalle para las plazas traseras, como el soporte para teléfonos móviles o tablets que se puede desplegar en el reposabrazos traseros.
Estamos, por tanto, ante un coche muy bien pensado y que tiene muy pocos rivales. Los BMW iX1 o BYD Atto 3, que pueden pelar por tamaño, tienen concepciones no tan familiares y precios muy dispares, en comparación a los 38.700 euros de los que parte este Renault Scenic con su batería de 60 kWh y los 45.500 euros con la opción más capaz de 82 kWh. En ambos casos, hablamos de precios sin descuentos del Plan MOVES III, por lo que se podría descontar hasta 7.000 euros en ambos casos.
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