Desde hace un par de años vivimos una auténtica explosión de la telefonía móvil avanzada. Los terminales tienen mejores y más grandes pantallas y funcionalidades que hasta hace poco eran o un sueño o directamente estaban implementados en otros equipos más avanzados.
Todo el mundo da por supuesto que en unos años (Duncan Stewart lo establece para 2014) el teléfono móvil será el dispositivo principal con el que accederemos a Internet, y eso significa como mínimo acceso directo a información y servicios. Si luego pensamos en la explosión de aplicaciones para los nuevos teléfonos, ¿quién es el loco/a que piensa en un límite para lo que puede hacer el móvil por nosotros?
La semana pasada vivimos precisamente uno de esos momentos en los que a todos nos viene a la cabeza la frase nada es imposible. Android, que poco a poco va erigiéndose como el sistema operativo del futuro, se volvía a llevar el gato al agua de la mano de Google, que llevaba a este sistema operativo la traducción simultánea de conversaciones.
Y qué decir de las posibilidades del nuevo Google Googles, que ha demostrado que con una simple foto que hagamos a un Sudoku, él se encarga de resolvérnoslo. ¿Seguimos? Realidad aumentada, geolocalización con acceso a servicios de forma directa, pagar, control de coches, domótica …
Y sí, también desde mi móvil (previo pago de una conexión de datos) puedo llamar gratis por teléfono. Exacto, para hacer eso de hablar, como los antiguos usuarios del teléfono.
Y tú, ¿qué haces con tu teléfono móvil y no te atreves a contar?
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