Los tratamientos farmacológicos contra la obesidad han ganado tracción gracias al éxito de fármacos como Ozempic, un medicamento destinado a controlar la diabetes. Un equipo de investigadores estadounidenses ahora está trabajando en un nuevo fármaco enfocado en la pérdida de peso. Eso sí, la clave del nuevo tratamiento no está en el compuesto sino en su administración.
Fármacos más precisos. Un equipo de la Universidad de Massachusetts ha ideado un nuevo fármaco que podría ayudar a las personas interesadas en perder peso. El compuesto que utilizan es un tiromimético (una molécula que emula a las hormonas tiroideas), pero la innovación no está en el compuesto sino en la forma de administrarlo, encapsulado en un aerogel.
Aunque el tratamiento por ahora ha demostrado ser capaz de reducir el peso, por ahora en ratones, los investigadores creen que podría abrir la puerta a tratamientos contra enfermedades como la diabetes tipo 2 o la enfermedad de hígado graso.
Evitando efectos secundarios. La sustancia transportada por el aerogel es la axitiroma (axitirome), un compuesto tiromimético, una suerte de hormona tiroidea sintética. Aunque este tipo de compuestos puede ayudar a mantener el metabolismo de nuestro riñón en equilibrio, vienen asociados a varios problemas.
Problemas como sus efectos secundarios o la aclimatación de nuestro cuerpo con el consumo prolongado, lo que hace que pierdan eficacia. Aquí es donde entra en juego el revestimiento de aerogel.
¿Cómo funciona? La axitiroma se administra en un nanogel aniónico (ANG). Este segundo compuesto permite que el compuesto farmacológico llegue en exclusiva al riñón, donde debe realizar su función, evitando que se disgregue por otras partes del cuerpo donde puede causar complicaciones.
Este “mensajero” permite que el fármaco se adentre en los hepatocitos (las células del hígado), tras lo cual la glutationa presente en estas células hace que la cápsula se disuelva y la axitiroma pueda activar los receptores beta de la hormona tiroidea. Esto desata una reacción que hace que se reduzcan los lípidos entre otros efectos.
Los investigadores observaron que lo que logra este proceso es en cierta manera revertir el sendero de tránsito del colesterol, haciendo que éste se reduzca. Uno de los detalles más sorprendentes es que la reducción de peso y mejora de la salud hepática en los ratones se produjo pese a que los investigadores no alteraron los patrones dietéticos de los ratones, a quienes se había estado sobrealimentando para inducir su sobrepeso.
Modelos animales. Por ahora los ensayos tan solo se han realizado en ratones. “Hay una cantidad de trabajo significativa a ser llevada a cabo entre ratones y humanos”, explica en una nota de prensa S. Thai Thayumanavan, coautor del trabajo y director del centro de investigación donde se ha llevado a cabo “pero esperamos que acabe convirtiéndose en un medicamento.”
No sólo trabajo de laboratorio, como cualquier medicamento, una vez esté preparado para su uso en humanos, tendrá que enfrentarse a varias fases de ensayos clínicos para demostrar su seguridad, eficacia y eficiencia. Por ahora el trabajo ha sido publicado en la revista PNAS Nexus de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
Diabetes y obesidad. No solo se dio la circunstancia de que durante el tratamiento los investigadores no alteraran los patrones alimentarios de los ratones, sino que estos no parecieron perder el apetito. Esto contrasta notablemente con tratamientos como Ozempic, que no sólo hace que se reduzca el apetito, también puede generar náuseas y vómitos en quienes se lo administran.
La correlación entre peso y bienestar está sobradamente documentada, pero en numerosas ocasiones el foco se centra en el peso y no en la salud. Puesto que correlación no implica causa, esto puede acabar resultando problemático.
El nuevo tratamiento sin embargo no solo muestra promesa en cuanto a la pérdida de peso sino que también podría potencialmente ayudarnos a afrontar enfermedades relacionadas con el hígado y los niveles de colesterol, y otras asociadas al sobrepeso como la diabetes. Aún queda mucho para que podamos comprobar si este nuevo tratamiento se queda en sólo una promesa o si por el contrario nos ayudará a mejorar nuestro bienestar más allá de las convenciones estéticas.
Imagen | Nephron/Lucas van Oort
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