Visitamos el “lugar más tenebroso de la Tierra”: la zona desmilitarizada de Corea

Visitamos el “lugar más tenebroso de la Tierra”: la zona desmilitarizada de Corea
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Siete de la mañana en Campamento Kim, unas instalaciones adyacentes a la base Yongsan Garrison del ejército estadounidense en Seúl. Desde este punto da comienzo el tour organizado por Koridoor que cada día lleva a decenas de turistas a la zona desmilitarizada de Corea (DMZ en sus siglas en ingles), el lugar que el ex presidente del país de las barras y estrellas, Bill Clinton, definió como “el lugar más tenebroso de la Tierra”. El viaje a la frontera tiene un precio de 80 dólares americanos por barba para civiles, 40 para los que pertenecen a las fuerzas armadas del Tio Sam o están relacionados de alguna manera con ellas.

Revisión de pasaporte y ropa y últimas indicaciones; todo listo para un paseo por los lugares más emblemáticos de la frontera que separa la península coreana desde el Acuerdo de Armisticio de Corea del 27 de julio de 1953. El ambiente en el autobús es bastante bueno. El guía que acompaña al grupo empieza contando que es su primer día en este trabajo y con una sonrisa nerviosa pide en un inglés un tanto forzado que disculpen si comete alguna equivocación.

"Es excitante estar en un sitio en mitad de un conflicto bélico, ¿no?"

Durante su discurso inicial pregunta al grupo “¿por qué os interesa visitar la zona desmilitarizada de Corea?”, y sin dar tiempo a nadie para responder el mismo contesta: “porque es excitante estar en un sitio en mitad de un conflicto bélico, ¿verdad?”, todo ello sin perder la sonrisa.

Mientras tanto en los asientos traseros del autocar una madre con sus dos hijos, una niña en torno a los diez años y un adolescente a punto de llegar a la edad en la que beber alcohol debería estar permitido, revisa los pasaportes de los tres y con profunda seguridad comenta con sus vástagos: “es una pena que papá no pudiera venir hoy con nosotros”, mientras sus hijos hacen bromas con la elevada cifra de de sellos que atesoran sus pasaportes estadounidenses.

Jsa Visitor Center Charla previa en el centro de visitantes

Nueve de la mañana. Primera parada, el centro de visitantes del Área de Seguridad Compartida (Joint Security Area, JSA) ubicado en el campamento Bonifas. El Área de Seguridad Compartida es la única zona de la DMZ en la que las dos coreas tienen contacto directo. En las escaleras que dan acceso al centro de visitantes espera un soldado estadounidense, apellidado Sink, que recibe al grupo para llevarlo a una sala en la que han de firmar un documento en el que aceptan toda la responsabilidad de cualquier acontecimiento en el que se puedan ver involucrados en la JSA.

Souvenirs Tienda de souvenirs de la JSA

El puente de no retorno

Tras la firma y una charla introductoria los avezados turistas llegan a la Casa de la Libertad y desde allí a las famosas casas azules en las que se llevan a cabo los contactos entre los dos bandos. En el interior de una de ellas los visitantes se fotografían junto a dos impasibles policías militares surcoreanos; la madre que anteriormente lamentaba que su marido no acompañara a la familia durante este día también fotografía la inerte máquina de aire acondicionado situada junto a uno de los policías militares. Afuera soldados norcoreanos observan desde su lado a los turistas con sus prismáticos, parecen más que acostumbrados a la escena.

Tourists Jsa Conference Room Tomando fotos en las casas azules

De vuelta al autobús varios viajeros revisan las pantallas LCD de sus cámaras para ver si han captado con claridad a alguno de los soldados norcoreanos que observaban el panorama desde la distancia. A poco más de diez kilómetros por hora el autocar pasa junto al puente de no retorno -que sirvió como punto de intercambio de prisioneros hasta 1968- y el enclave en el que tuvo lugar el incidente del hacha que acabó con la utilización de dicho puente para siempre. En dicho incidente ocurrido el 18 de agosto de 1976, dos militares estadounidenses murieron a manos de soldados norcoreanos.

Panmunjom 2

Un paseo por el túnel sorpresa fallido y una cerveza

Once y media de la mañana. El autobús llega al tercer túnel de infiltración, otro de los intentos fallidos por parte de Corea del Norte de enviar soldados al sur para un posible ataque sorpresa. Tras el claustrofóbico paseo por las profundidades de la DMZ llega la hora del almuerzo. Antes de probar bocado el guía informa a los comensales que aquellos que lo deseen pueden, aunque sea ilegal, comprar cerveza norcoreana como suvenir; para ello hay que darle primero a él el dinero y posteriormente recogerlas en el autocar.

Solo un par de visitantes, de unos 20 que componen el grupo, deciden comprar el exótico brebaje. Con el estomago lleno la tropa, que ya empieza a formar piña, llega al observatorio Dora desde el que se puede ver Kijng-dong, el pueblo fantasma del lado norcoreano conocido como el pueblo de la propaganda en el lado sur (hasta 2004 se podían escuchar constantes mensajes transmitidos a través de enormes altavoces, contando las supuestas maravillas del régimen por encima del paralelo 38).

North Korean Village Kijong Dong La ciudad norcoreana de Kijong Dong, también conocida como "el pueblo de la propaganda"

Última parada, estación de Dorasan. Todo es impecable en esta estación de tren sin uso -salvo algunos trenes turísticos con origen en Seúl- que algún día promete unir a través del ferrocarril el norte y el sur. En un ambiente más relajado algunos de los turistas se fotografían de manera divertida junto a dos jóvenes surcoreanos, en edad del servicio militar obligatorio, que custodian una parte de la estación.

Con estas fotos el grupo abandona la DMZ para poner rumbo a la capital surcoreana donde terminarán los servicios de Koridoor, la agencia de viajes que organiza el tour. Mientras tanto, en la frontera que recorre la península coreana a lo largo del paralelo 38 la vida salvaje sigue abriéndose camino; la escasa presencia de la mano del hombre en esta porción de tierra de nadie ha provocado que diferentes especies animales hayan establecido aquí su hábitat.

Dorasan Station Estación de Dorasan

Mañana los soldados volverán a patrullar la frontera, los turistas regresarán con sus cámaras y la naturaleza seguirá abriéndose camino en “el lugar más tenebroso de la tierra”.

Fotos | danigargon

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