Lo último en manipulación política: vídeos ralentizados para hacer parecer fumados a Pelosi o a Rodríguez

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“Que cutre eres, tío”, le responde el analista de medios Jose M Guardia a otro usuario en Twitter. La ofensa de Selene01234, cuenta con miles de seguidores, es presentar un vídeo del nuevo secretario de organización de Podemos, Alberto Rodríguez. La burda manipulación muestra unas declaraciones de Rodríguez reproducidas a una velocidad reducida de más del 50%, lo que lleva a parecer al candidato como fumado o borracho. 

Dos posibilidades: o bien el montaje ha pasado sin levantar suspicacias entre los cientos de cuentas que lo han retuiteado, o simplemente les ha dado igual.

Una estrategia importada: hace dos semanas los medios estadounidenses discutieron un suceso parecido. Un video manipulado de Nancy Pelosi, actual presidenta de la Cámara de Representantes y azote de Trump, hacía que la congresista pareciese borracha o senil, no preparada para dedicarse a la política. El vídeo se subió a Facebook el 22 de mayo y para un par de días después ya tenía 2.8 millones de reproducciones. El abogado de Trump, Rudolph W. Giuliani, lo compartió en Twitter a sus millones de seguidores con la pregunta “¿Qué le pasa a Nancy Pelosi?”.

La segunda b de las campañas de desinformación: otro vídeo independiente también circuló ese mismo mes, en este caso auspiciado por la cadena Fox News. Un montaje de todos los titubeos y equívocos de Pelosi en una charla de veinte minutos de duración se resumió en un vídeo de un minuto con esos momentos estelares. “PELOSI BALBUCEA EN UNA RUEDA DE PRENSA”, tuiteó el Presidente. En el vídeo Fox achacaba sus errores a su edad, 79 años. Trump tiene 72.

La que nos espera: según los analistas hay dos factores importantes para hablar de estos fenómenos. El primero es que tiene que ver con la democratización de los medios y las redes sociales. Ahora cualquiera puede hacer cuatro retoques con un programa de edición y subirlo a multitud de cuentas, reales o falsas, que pueden llegar a millones de ciudadanos. Algunos de ellos no tendrán la inteligencia suficiente para percibir el montaje.

Y la moral de las tropas: la otra es que los vídeos sirven como combustible político para influir en el clima de las personas de todos los espectros (a favor, en contra o dubitativos sobre un candidato), moviendo la simpatía que nos despiertan distintos candidatos. Muchos no se creerán las imágenes, pero se verán influidos por lo que en ellas ha visto.

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