Por qué los asiáticos llevan a Harvard a los tribunales por discriminarles en favor de negros e hispanos

Students For Fair Admissions Rally
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La asociación demandante bajo la que se encuentran multitud de estudiantes asiamericanos cuya admisión fue rechazada por Harvard se llama Estudiantes en defensa de admisiones Justas. Capitaneando la demanda encontramos a Edward Blum, activista conservador blanco que lleva toda su vida luchando en diferentes causas legales contra la discriminación positiva en Estados Unidos. En noviembre de 2014 demandaron a la prestigiosa institución por llevar estadísticas étnicas de los candidatos, en 2016 perdieron y ahora han vuelto a intentarlo

¿Por qué? Porque, según los asiáticos, el uso de esos criterios raciales en los formularios ha provocado una discriminación contra los asiáticos. Lo cierto es que, viendo las estadísticas de admisión de la universidad (que guardaba celosamente y que sólo ha hecho público a raíz de la demanda), tienen razón: si Harvard admitiese al 10% más talentoso de sus candidatos (en verdad es aún más restrictivo sólo admite al 4.5%), más de la mitad deberían ser asiáticos, casi un tercio blancos y apenas un 0.9% negros, mientras que a día de hoy sólo entran un 25% de asiáticos, un tercio de blancos y un 15% de hispanos y otro tanto de negros.

Y los tribunales no les dieron la razón: la polémica sigue viva por la reciente sentencia por la que una jueza federal ha desestimado la demanda, dictaminando que la famosa institución de la que nace la élite política y económica del país tiene razón al considerar la raza para admitir estudiantes... siempre y cuando esto contribuya a formar un cuerpo estudiantil diverso, como está ocurriendo en los últimos tiempos, ya que 2021 ha sido el primer año en los 380 años de la escuela en el que se han graduado más alumnos de otras etnias que blancos. Blum y sus abogados ya han anunciado que recurrirán ante el Tribunal de Apelación y, si fuera necesario, ante el Supremo.

La discriminación que no cesa. Esa apertura de documentos acerca del proceso de admisión de Harvard ha provocado un daño imprevisto por los movimientos anti discriminación positiva: pese a que esta institución, como muchas otras de la Ivy League, llevan tiempo afirmando que hacen lo posible por limitar el privilegio rico y blanco, lo cierto es que les sigue beneficiando bajo el epígrafe llamado ALDC.

ALDC se refiere a los candidatos que entran como atletas, descendientes, donantes de alto nivel e hijos del personal, en todos los casos alumnos que no entran estrictamente por méritos académicos y que son, a día de hoy, el 43% de entre todos los estudiantes blancos de Harvard, mientras que para el resto de etnias apenas un 16% de sus admitidos encajan en este grupo.

Ascensor social escacharrado: lo grave no es sólo, como han denunciado, que sea una vía de acceso que beneficie a las familias con tradición con la institución, algo que lógicamente recae en gente blanca y rica, sino que el propio sistema de puntos actual les da un peso desmedido: los atletas (que suelen ser aplicantes de tenis, golf y lacrosse) tienen 14 veces más probabilidades de entrar que un estudiante raso; los candidatos descendientes de otros estudiantes de Hardvard, 5.7 veces más probabilidades; los hijos del personal, 10 veces más. Son cifras de admisión muy parejas al resto de la Ivy League

Como denuncian en Quartz, de hecho, las admisiones por la vía de los descendientes es un tipo de política institucional que se estableció en estas escuelas para limitar el acceso de estudiantes judíos.

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