¿Por qué utilizamos el calendario gregoriano y no otro de los muchos que existen?

¿Por qué utilizamos el calendario gregoriano y no otro de los muchos que existen?

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¿Por qué utilizamos el calendario gregoriano y no otro de los muchos que existen?

Hoy es el 434 aniversario de algo que, aunque no utilices, lo tienes siempre en cuenta aunque sea de forma involuntaria. Hablo del calendario gregoriano, que a priori puede no sonar demasiado importante pero que al fin y al cabo contiene las medidas de tiempo que utilizamos hoy en día: horas, días, semanas, meses, años.

Hasta Google lo está conmemorando en la portada de su buscador. El calendario gregoriano mide nuestras vidas, pero... ¿existen otros calendarios? ¿los usábamos antes de llegar a este sistema de medidas? ¿Cómo era la vida cuando no la medíamos en los meses y las semanas que tenemos ahora?.

¿Qué calendario teníamos antes de la implantación del gregoriano?

Julio Cesar Julio César (aquí aceptando la rendición de Vergincetórix) fue uno de los promotores del calendario juliano.

La respuesta rápida a eso es: depende de donde vivieras. La época "pre-gregoriana" se remonta al siglo XVIII, época en la que cada civilización medía los días con su propio sistema. Pero si tenemos que hablar de nuestro caso entonces hay que mencionar el calendario juliano.

El nombre del calendario juliano viene de Julio César, Emperador de Roma que promovió una reforma de los calendarios que había en la época. Éstos se basaban en ciclos lunares y en el sol, y no medían el tiempo con precisión suficiente. Así que se cogió el calendario romano que se usaba en el imperio con el mismo nombre y se le aplicaron algunos ajustes para poder medir mejor ese tiempo a partir del año 46-44 Antes de Cristo.

Los años bisiestos ya formaban parte de la vida cotidiana hace más de dos mil años

Estos ajustes fueron, por primera vez, fijar la duración de un año en 365 días y establecer un año bisiesto cada cuatro años con fines compensatorios. Pero en ese mismo año esos años bisiestos le daban al mes de febrero una duración de... 24 días. Hubo unos años en los que las autoridades religiosas quisieron que los años bisiestos ocurriesen una vez cada cinco años y no cada cuatro, lo que obligó a un periodo de compensación de 36 años en los que no hubo ningún año bisiesto. Ah, y los años empezaban el 1 de marzo, no el 1 de enero.

¿Qué es lo que provocó que el 1 de enero se convirtiera en el día de año nuevo? Pues las Guerras Celtibéricas. El 1 de marzo como final de año no permitía planear bien el asedio de Numancia y otras batallas, así que se estima que alrededor del año 135 el comienzo de año se retrasaba dos meses.

¿Por qué tenemos el calendario gregoriano?

Gregorio Xiii El Papa Gregorio XIII recibiendo a varios embajadores.

La propuesta del calendario gregoriano nace fruto de la detección de un error en el juliano a medida que la precisión con la que se contaban los días iba aumentando. Resulta que el calendario juliano daba por sentado que un año tiene 365,25 días de duración (con esos 0,25 días compensándose con los años bisiestos tras acumularse y formar un día entero).

Pero no es así. El año no dura 365,25 días, sino que dura 365,242189 días según descubrieron en la Universidad de Salamanca. Eso significa que hay ahí once minutos de error que año tras año se van sumando y forman un error enorme con el paso del tiempo. En el año 1582, ese error era de diez días y amenazaba con desplazar demasiado la Semana Santa.

Gregorio XIII corrigió el error acumulado del calendario juliano de golpe, saltándose diez días

Así que el Papa Gregorio XIII tomó la decisión (de ahí el nombre de Calendario Gregoriano) de cambiar el sistema y adaptar un nuevo calendario. Se corrigieron esos diez días de golpe durante octubre de 1582 y empezó así un proceso de adaptación al nuevo calendario Gregoriano que no se completaría hasta 1752 por la tozudez de algunas comunidades protestantes a seguir los pasos del catolicismo.

De todas formas no creas que el calendario gregoriano es la panacea de la precisión: esos 365,242189 días nos obligan a hacer correcciones más allá de los simples días bisiestos. Cada vez que un año termina en 00 (1900, 2000, 2100) hay que mirar si ese año es múltiplo de 400. Si lo es, entonces ese año también es bisiesto.

Otros calendarios que podríamos adoptar si nos apeteciera

Dragon
  • Calendario persa/iraní: con 12 meses y meses de 30 y 31 días, este calendario se usa de forma oficial en Afganistán desde 1957 y en Irán desde 1925. El año empieza en lo que nosotros medimos como el 21 de marzo. Podéis calcular la fecha en ese calendario desde esta web.
  • Calendario islámico: se basa enteramente en los ciclos lunares y divide cada año en 12 meses y 364,12 días. El Corán lo considera sagrado y de seguimiento obligatorio para todos los musulmanes. Podéis ver la fecha del calendario islámico aquí y las equivalencias con nuestro calendario aquí.
  • Calendario hebreo/judío: este calendario se basa en los ciclos tanto de la luna como del sol. Puede tener doce o trece meses dependiendo de si el año es bisiesto o no, y el primer día del año fluctúa alrededor de nuestros meses de octubre y diciembre. Ahora mismo están en el año 5574, puedes calcular fechas más concretas desde aquí.
  • Calendario chino: usado en (oh, sorpresa) China, aunque sólo para festividades y en algunas comunidades del país. Se divide en doce meses, trece si el año es bisiesto. Puede tener una diferente cantidad de días: 353, 354 o 355 en un año normal y 383, 384 o 385 en uno bisiesto. El próximo año nuevo será el 28 de enero de 2017, y lo llamarán el año del gallo.

Imágenes | Eliazar, rollanb, Wikimedia

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