El planeta es un lugar vasto e inabarcable, pero la imaginación de los productores cinematográficos no. Por cada película exótica filmada en un remoto lugar del Círculo Polar Ártico nos topamos con trescientas rodadas en Central Park (y más en concreto, en esa fuente que quizá no conozcas pero que has visto millones de veces en la pantalla). Las películas y las series tienden a repetir destinos y puntos de rodaje, ya sea por lo llamativo de su escenografía, porque representan el epicentro de muchas historias o, simplemente, porque es barato y cómodo acudir allí.
¿Pero cuál la localización más popular de cada país del mundo? Es la pregunta que se lanza este trabajo elaborado por NetCredit y que encuentra su respuesta en la forma de exhaustivos y muy elegantes mapas. Las ilustraciones se basan en la información codificada por IMDb, la base de datos cinematográfica por antonomasia. Como es lógico, las discrepancias entre uno y otro país son enormes. Mientras Estados Unidos cuenta con un millar de localizaciones repetidas en varias películas, otros, como Mauricio o Moldavia, aparecen mucho menos en la gran pantalla.
Con todo, hay sorpresas. La de Afganistán es la más llamativa. Es la localización más popular lejos de Europa y del continente americano, probablemente por el torrente de películas rodadas parcialmente en Kabul post-11S. Significativamente, sólo cuatro países cuentan con un punto/monumento/población acreditada en más de un centenar de películas o series televisivas: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y... Afganistán. Junto a las producciones de temática bélica, el cine local está eclosionando a través de otros géneros y temáticas.
¿En qué lugar del mundo se han rodado más películas? En Central Park, para sorpresa de nadie. Aparece acreditado en más de 500 títulos. No tiene rival. Su más inmediato perseguidor, Trafalgar Square, a duras penas supera las 130 apariciones. Su ascendencia se remonta un siglo en el tiempo (In Central Park, un documental sobre la azarosa vida neoyorquina de principios de la pasada centuria, fue estrenado en 1900). Canadá cuenta con otro punto cinematográfico muy reconocible para los espectadores de todo el mundo: las cataratas del Niagara. En México, los autores han optado por elegir la Sierra Madre Occidental.
Es una tónica común a lo largo de todo Latinoamérica. Predominan los parajes naturales. En Brasil, como cabría esperar, el título honorífico para la "selva del Amazonas"; en Paraguay, para el río Paraná; en Chile, para el desierto de Atacama; en Argentina, para las cataratas del Iguazú; en Perú, para el inevitable Machu Picchu; en Venezuela, el parque nacional de Canaima; y en Ecuador, las Islas Galápagos. El mapa tiene el mismo sesgo que el cine occidental: acude a continentes ajenos como puntos de encuentro a mitad de camino entre el exotismo, el salvajismo y el mundo indómito. Sólo en Colombia y Uruguay el punto más filmado es un edificio.
Aquí en máxima resolución.
Europa es una historia muy distinta. No para España, eso sí, donde el Cabo de Gata es la localización más recurrente (gracias, directores italianos de los años sesenta que acudieron aquí a grabar sus westerns). En Portugal el paisaje ya cambia, colocando a la Praça do Comércio en lo más arriba de su lista; en Francia los productores se decantan por (redoble de tambores) la Torre Eiffel; para Alemania escogen Alexanderplatz; Italia queda codificada a ojos del mundo a través de la plaza de San Marcos; Rusia a través de la Plaza Roja; y Grecia, cómo no, por la Acrópolis. Grado de originalidad: cero.
Más interesantes son los lugares más filmados en otros puntos del mundo, por lo desconocido de muchos de ellos. Armenia, por ejemplo, se nos aparece en las películas a través del monasterio de Haghpat, una reliquia del cristianismo protomedieval; Yemen a través de Dar al-Hajar, inmortalizada por Pasolini en Las mil y una noches; Myanmar por medio de las colinas de Sagaing; Angola a través de los impresionantes cortados de Fenda do Bimbe; Burkina Faso en los Pics de Sindou; y Mauritania en Oualata, una ciudad de adobe construida en el corazón del Sáhara y patrimonio de la humanidad.
Mapas que ofrecen un viaje a través del mundo tal y como lo ha mostrado el cine.