Ante las despedidas eternas, un aeropuerto de Nueva Zelanda ha tomado una decisión peculiar: abrazos de máximo 3 minutos

Los responsables de Dunedin lo tienen claro: si quieres una despedida más cariñosa, quédate en el parking

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Nueva Zelanda no es lugar para largas y lacrimógenas despedidas . No al menos si estás en el aeropuerto internacional de Dunedin, situado en la región de Otago, en la Isla Sur. Aunque por sus pistas pasan al año apenas un millón de pasajeros, muy por debajo del tráfico que se registra en los aeródromos de Auckland, Christchurh o Wellington, las autoridades de Dunedin acaban de lanzar un plan pensado para mejorar la fluidez en su terminal de salidas. Y entre sus medidas incluye una que ha levantado polvareda: regular el tiempo máximo que puede durar un abrazo.

Con tres minutos creen que es más que suficiente.

En un lugar de Otago… El aeropuerto internacional de Dunedin es una infraestructura valiosa para la región de Otago, al sur de Nueva Zelanda. Desde él puedes volar a otras terminales repartidas por el país, como Auckland, Wellington o Crhistchurch, y da servicio a la ciudad de la que toma su nombre. Sin embargo no suele protagonizar grandes titulares. No al menos como los de estos días, en los que su nombre ha llamado la atención de The Guardian, la CNN o The Times.

Y todo por algo a priori tan anodino y aburrido como un nuevo plan aeroportuario para agilizar el flujo de pasajeros y evitar embotellamientos. Entonces… ¿Por qué se ha puesto a hablar medio planeta de lo que pasa en el remoto Dunedin?

Abrazos

Cuestión de abrazos. Por uno de los puntos del plan. Además de rediseñar la organización del aeropuerto y reubicar la zona en la que se bajan los viajeros que van a coger un vuelo, los responsables del aeródromo neozelandés han tomado medidas para que las despedidas no se eternicen y entorpezcan el paso.

¿Cómo quieren conseguirlo? Poniéndoles límites. ¿Cómo? Con carteles en los que piden a los usuarios de la terminal que, por más emotivo que sea el momento, por mucho que tengan los nervios a flor de piel o vayan a echar de menos al viajero que se va, no se den abrazos de más de 180 segundos. Es decir, tres minutos.

Las emociones, para el parking. El mensaje lanzado por el aeropuerto no puede ser más rotundo. "El tiempo máximo de abrazo es de tres minutos. Para despedidas más cariñosas, utilice el aparcamiento", ruega el cartel. A no todo el mundo le ha parecido buena idea. De hecho la iniciativa ha desatando una airada discusión en Facebook entre partidarios y detractores. Guste o no, algo sí está claro: no es habitual que un aeropuerto regule la duración de los abrazos.

La directora de terminal, Daniel De Bono lo sabe y por eso quiso explicar sus razones en una entrevista en RNZ. A la vista de la polémica y cómo escalaba el asunto, el propio aeropuerto terminó publicando un comunicado al respecto.

"Semilleros de emociones". De Bono recordó que con frecuencia los aeropuertos se convierten en "semilleros de emociones" y a lo largo de los años el personal de Dunedin "ha visto cosas interesantes", pero lo que busca la terminal con los carteles es agilizar el tráfico de viajeros de una forma desenfada.

El aeropuerto no tendrá vigilantes dedicados a cronometrar cada muestra de afecto, aunque sí, reconoció De Bono, puede pedir a los usuarios que se trasladen al parking si su despedida se eterniza y entorpece el paso de otros pasajeros. "No estamos aquí para decirle a la gente cuánto tiempo deben abrazarse, se trata más bien de un mensaje para que, por favor, sigan adelante y dejen espacio a otros".

No todo son abrazos. No es la única medida adoptada por la terminal neozelandesa, que además de instalar los carteles ha aplicado algunos cambios importantes a nivel organizativo. Por ejemplo ha reubicado su drop-off zone para "mejorar el flujo de tráfico y la seguridad en la terminal". "Al trasladarla reducimos la congestión y facilitamos el descenso seguro de los pasajeros", destaca.

Entre otras cuestiones, los pasajeros ya no tendrán que cruzar por zonas por las que los vehículos circulan en sentido contrario y saldrán de sus propios coches del lado de la acera o en áreas con velocidad muy limitada. Desde Dunedin recuerdan además que el parking permite dejar el coche 15 minutos sin costes para recoger o dejar a pasajeros. Si alguien necesita más tiempo para despedirse con calurosas (y largas) muestras de afecto, De Bono recuerda: la ciencia ya ha demostrado que llega un abrazo 20 segundos para generar una descarga de oxitocina.

Imágenes | Dunedin Airport y Carlos Coronado (Unsplash)

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