Era cuestión de tiempo que la oposición parlamentaria iniciara su batalla mediática contra el gobierno de Pedro Sánchez. Una semana después de la elección de los nuevos ministros, Ciudadanos ha optado por abrir la veda a cuenta de la gestación subrogada. En una entrevista concedida a Los Desayunos de RTVE, Albert Rivera ha tildado de "retrógada" la postura de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, frente a la gestación subrogada. El PSOE, con ella la frente, se opone.
La gestación subrogada, por su parte, ha sido uno de los principales caballos de batalla sanitarios de Ciudadanos durante esta legislatura. La formación ha introducido el debate en la esfera pública, obligando a todas las fuerzas parlamentarias a posicionarse. La suya parece la opinión más firme: una regulación que permita, con las adecuadas garantías, que una pareja estéril pueda encargar a una tercera mujer la gestación de un niño (con las condiciones pactadas).
El resto del partidos cuentan con diversas opiniones internas que, en gran medida, chocan con las de Ciudadanos. Hace un año, Patricia Reyes (diputada de Ciudadanos) y el propio Albert Rivera presentaban en el Congreso de los Diputados un proyecto de ley que plasmaba la visión de la formación naranja. El borrador aún no ha sido aprobado, y continúa congelado dentro del parlamento, en gran medida por la indecisión de algunos partidos la respecto.
En su día, explicamos brevemente todos los argumentos tanto a favor como en contra de la gestación subrogada y su polémica naturaleza. Hoy hablamos de los partidos: ¿qué opina cada uno al respecto? Aquí va un pequeño resumen.
PP: en contra (pero)
Hace dos meses el partido transmitía a los medios de comunicación que abriría un foro de debate interno para aclarar su postura sobre la gestación subrogada. Al mismo tiempo, deslizaba que la opinión "mayoritaria" se posicionaba en contra del proyecto de ley de Ciudadanos. Parece ser la postura que también mantiene Rafael Hernando, portavoz parlamentario, aunque el Comité Ejecutivo, que marca la línea a todo el partido en los asuntos cruciales, no se ha pronunciado.
La disidencia interna surge del sector liderado por Javier Maroto, explícitamente favorable a la regulación. Logró introducir la cuestión en el 18º Congreso popular celebrado hace un año, aunque el asunto no tuvo mayor trascendencia, y ha pedido a Hernando que permita la libertad de voto cuando se lleve a la cámara baja (cosa a la que Hernando se niega). Ilustra la enorme variedad de posturas que la gestación subrogada plantea, incluso dentro de un partido tan monolítico como el PP.
La oposición casaría de forma natural con la figura conservadora y católica del partido. A día de hoy, parece la postura más probable, pero la disidencia interna sugiere que podría cambiar.
PSOE: muy en contra
Pese a la rotundidad de la ministra, las posturas dentro del PSOE quedan lejos de ser unitarias. Los cuadros medios del partido han debatido largo y tendido sobre la posición que la formación socialista debería tomar frente a la subrogada. Durante el 39º Congreso Federal celebrado el año pasado, las tesis contrarias a la gestación subrogada se impusieron a las favorables por 175 votos a 31. Una victoria solvente, pero no exenta de oposición interna, como en el caso popular.
La actual dirección del partido, comandada por Sánchez, se muestra en contra. El peso de los sectores feministas fue clave para aprobar el "no" socialista a la gestación subrogada, frente a los sectores LGBT y juveniles, más favorables. El actual presidente fue muy claro: "El PSOE no puede abrazar ninguna práctica que suponga socavar los derechos de mujeres ni de niñas y apuntalar la feminización de la pobreza". Si la ley se termina votando, el PSOE se opondrá.
Junto a Ciudadanos, es el único gran partido nacional que tiene una postura claramente definida.
Unidos Podemos: finalmente en contra
Resulta paradójico que la otra gran formación de ámbito estatal con numerosas dudas sobre la gestación subrogada fuera Podemos (Izquierda Unida ha sido consistente en su "no"). El partido morado se dividió internamente ante la proposición de Ciudadanos. No tanto por el contenido de la ley, que fue criticado y rechazado casi de inmediato, sino por la propia gestación subrogada, muy discutida entre los círculos feministas. Hace algunos meses, se sumó con claridad al "no".
Postura de Podemos acerca de la explotación reproductiva: "Nos oponemos a cualquier cambio legislativo que permita esta práctica en España, porque consideramos que vulnera los derechos humanos de las mujeres en nuestro país y en el mundo" pic.twitter.com/6SpXk7wBJq
— Feminismos Podemos (@pdmFeminismos) 15 de febrero de 2018
El debate, de más de un año, puso de manifiesto los múltiples conflictos morales y políticos que plantea la gestación subrogada en todo el espectro político. En Podemos se sintetizaron las dos corrientes feministas: aquella que opta por dar libertad sexual a las mujeres y aquella que juzga de forma extremadamente crítica la técnica, al considerarla una forma de explotación sexual para las mujeres sin recursos (es decir, una contraposición moral y social).
Se impuso la social, finalmente, mayoritaria dentro de Feminismos Podemos. Si se votara hoy, la gestación subrogada no tendría su apoyo.
Ciudadanos: a favor
Ciudadanos introdujo hace un año la proposición de ley en el Congreso, y hasta ahora ha recabado pocos apoyos. Aquel borrador impedía a las mujeres menores de 25 años acceder a la subrogada y establecía unos mínimos económicos y sociales para acogerse a la legislación (tratando de neutralizar las críticas de los sectores feministas que la interpretan como una posible vía de escape para las mujeres sin recursos). También prohibía la remuneración por gestar.
A cambio, eso sí, la gestante podría percibir dinero de los subrogantes para afrontar los gastos de embarazo y parto. Para Rivera y su formación, la ley permitiría regular una práctica existente y que obliga a numerosas mujeres a viajar a otros países para practicarla con garantías. "Ya sé que hay gente a la que le cuesta entender que hay gente solidaria, pero la hay (...) ¿Por qué no podemos donar vida?", recalcó Rivera, reafirmando la línea altruista a la que aspira su ley.
Es coherente con el tono liberal del partido en lo social, y buscaba de este modo desligar el proyecto de las críticas de carácter social tanto del PSOE como del PP.
ERC, PNV y PdeCAT: extraños aliados
En otro irónico giro de los acontecimientos, son tres partidos nacionalistas los que hasta ahora han apoyado la postura de Ciudadanos. Lo que lo territorial nítidamente separa lo ha unido un proyecto de ley que, a juicio de ERC, es bastante similar "al canadiense" y satisface las precauciones sociales naturales a un partido de corte progresista. Para el partido, la subrogada no puede ser "una actuación de barra libre", cosa que la ley de Ciudadanos, a su juicio, no fomenta.
PNV y PdeCAT plantearon posturas similares, siempre desde la cautela. Los tres partidos no han dado un "sí" afirmativo, pero se han mostrado dispuestos a estudiar la propuesta. Aitor Esteban resumió la postura posibilista de su formación con un sencillo "amplitud de miras" (el Euskadi Buru Batzar aún no tiene postura firme), y Carles Campuzano declaró que una ausencia regulatorioa generaba mayores inseguridades y mayores incertidumbres".
Es decir, prudencia, pero hablemos.
Grupo mixto: pléyade de opiniones
Queda el grupo mixto, una amalgama de partidos regionalistas de posiciones políticas e ideológicas muy dispares. En ese sentido, Ciudadanos no encontrará apoyo en Bildu, cuyos postulados más cercanos a las posturas feministas le aceran a PSOE y Podemos en su negativa. Quizá sí en Compromís: la líder del partido, Mónica Oltra, ha expresado su deseo de "regular" la técnica, aunque no ha especificado un apoyo concreto a la propuesta de Cs. Podría apoyarla.
Previsiblemente, UPN y Foro comparten posturas con el PP, mientras que Nueva Canarias y Coalición Canarias tienen un perfil más posibilista. Aunque aportaran sus votos, es improbable que Ciudadanos lograra sacar adelante la ley.
Imagen | Suhyeon Choi/Unsplash