La necesidad de adoptar energías renovables nos ha llevado a crear monstruosas instalaciones que aprovechan mucho de lo que nos ofrece ya sea el sol, el viento, e incluso el movimiento de las olas. El objetivo de estos desarrollos es otorgar eficiencia en la generación de energía y un aprovechamiento de los recursos naturales, por lo que nadie se esperaría que se tratase de un lugar visualmente atractivo.
Hoy gracias a la lente del fotógrafo Reuben Wu veremos como una enorme reserva solar puede ser considerada la mayor instalación de arte sin que haya concebida bajo esta idea.
Un fascinate oceano de más de 10.000 espejos en el desierto
La reserva solar ubicada en el desierto de Nevada, Estados Unidos, no es la más grande en su tipo, sin embargo su diseño y ubicación hacen que el lugar parezca sacado de una película de ciencia ficción, ya que sin problemas la podrían hacer pasar como una instalación alienígena.
Esta gran instalación arrancó sus operaciones en noviembre de 2015, consta de 10.347 espejos que gracias a un sistema programado por ordenador son capaces de dar seguimiento a la trayectoria del sol para concentrar toda esa energía en una fuente termosolar, la cual abastece a 75.000 hogares en Nevada.
Reuben Wu aquí vio una oportunidad para ir más allá de la función principal de esta reserva, ya que su aspecto y gran tamaño permite jugar con las perspectivas, además de que al estar ubicada en medio del desierto no hay ningún tipo de obstáculo que invada el paisaje. Por ello un día decidió aprovechar la puesta de sol para jugar con las tonalidades del cielo al reflejarse en los miles de espejos.
Según Wu, la energía que irradia esta gran instalación hace que se convierta en un océano topográfico, asimismo puede ser considerada una de las más grandes instalaciones de arte en el mundo, algo curioso para un proyecto que nunca persiguió este fin.
Más información | Reuben Wu