"La corriente del tiempo": el mapa de 1803 que aspiraba a resumir toda la historia de la humanidad

Der Strom der Zeiten es un mapa incompleto de la historia humana, pero uno de bella impronta

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El siglo XIX es aún hoy uno de los periodos más fascinantes de la historia. Produjo numerosas revoluciones ideológicas, políticas y técnicas que moldearon para siempre los tiempos contemporáneos. Al mismo tiempo, abrió las puertas de un mundo, ampliando numerosos descubrimientos, contactos entre diversas civilizaciones y avances científicos. El cambio fue estructural y a todos los niveles.

De ahí que la cartografía también evolucionara. Los albores de la modernidad estuvieron plagados de innovaciones gráficas que darían paso a la artesanía cartográfica de nuestro tiempo. Ya no se trataba simplemente de representar el mundo (al cabo de siglo ya estaría prácticamente explorado y descubierto en su totalidad), sino de ubicar al ser humano en él. Domada la naturaleza, ¿no era hora de mapear a la propia humanidad?

Ya hemos visto cómo ilustradores como J. H. Colton o John B. Sparks trataron de hacerlo a través de un formato por entonces innovador: el río, una corriente continua desde el inicio de los tiempos de la que se desgajarían afluentes en forma de culturas y civilizaciones. Aquellos eran trabajos imaginativos y prisioneros de su tiempo, plagados de un rampante eurocentrismo y repletos de clichés históricos y políticos.

Sin embargo eran interesantes por sí mismos, porque aspiraban a capturar en un sólo gráfico el paso del tiempo. De todo el tiempo. El trabajo de ambos, pero muy especialmente de Colton, contribuiría a expandir la explicación de la historia y de la geografía social mediante herramientas gráficas. Pero no fue seminal. Tal honor quizá corresponda al autor del probablemente primer histomapa de siempre: Friedrich Strass, cartógrafo austriaco.

histomapa

Titulado Der Strom der Zeiten (La corriente del tiempo), la ilustración vería la luz tan pronto como 1803, tiempo antes siquiera de que Napoleón hubiera levantado su imperio. El excelente acabado gráfico y lo audaz de la representación gozaría de gran éxito, siendo traducido a varios idiomas y sirviendo de influencia remota para otros activistas, educadores, geógrafos e ilustradores (desde Emma Willard hasta Eugene Pick).

Der Strom der Zeiten bebía en parte de las ideas de Joseph Priestly, filósofo británico, y aspiraba a plasmar de un plumazo un entendimiento vertical de la historia de los seres humanos. Bajo el título de "Historia del Mundo", parte de una nebulosa gris de la que brotan espontáneamente culturas ya conocidas por aquel entonces. Los griegos, los asirios, los italianos, los chinos o los fenicios. Strass centra su atención en los pueblos y en las culturas europeas, marginando el desarrollo o el protagonismo de imperios africanos o asiáticos.

map1 El inicio de todo. (David Rumsey Collection)
map2 Detalle de los primeros pueblos. (David Rumsey Collection)
map4 La importancia del Imperio Romano. (David Rumsey Collection)

Era un mal común de los ilustradores, intelectuales, científicos y pensadores europeos de la época. China y la India acapararon la mitad de la población mundial y la mitad de su producción económica durante siglos. Sin embargo, el río de Strass rápidamente se centra en el Imperio Romano como el muñidor de tantas civilizaciones del presente, y del que surgirían numerosos estados centrales al desarrollo de Europa, como España o Francia.

map5 Las culturas orientales. (David Rumsey Collection)
map6 Los reinos latinos. (David Rumsey Collection)

Los afluentes surgen, se unifican y desaparecen conforme avanza el tiempo. La mirada histórica de Strass era esencialmente elitista: enumeraba a los monarcas y dirigentes en función de sus posesiones (Felipe II y Carlos V se convierten en el afluente fluvial más ancho de su época) de forma cronológica. A la derecha quedan encalladas las civilizaciones asiáticas. Otras, como las africanas o las americanas, ni siquiera figuran.

Der Strom der Zeiten es un mapa incompleto de la historia humana, pero uno de gran relevancia para el desarrollo de una mirada distinta al transcurrir del tiempo y a la posición del ser humano en él. Y junto a todo ello, es aún hoy precioso.

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*Una versión anterior de este artículo se publicó en febrero de 2019


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