Para el que no los conozca, el grupo ARRI es un proveedor de equipo cinematográfico afincado en Alemania, y como es de esperar no confecciona cámaras para el gran público, aquí la prioridad es la calidad de imagen en formato grande. Su último creación se llama ARRI Alexa 65.
¿4K? Para qué si tienes un equipo capaz de registrar lo que podríamos denominar como 6.5K. La máxima resolución de trabajo en vídeo de este portento es de 6.560 x 3.102 píxeles, y lo hace con el rango dinámico - 14 pasos, cerca de los 18 de Red Dragon - esperado en una cámara destinada al sector profesional y del cine.
El secreto para conseguir estas especificaciones está en el nuevo sensor A3X de 65 milímetros, de tipo CMOS, que es tres veces más grande que el formato Super 35. Es el sensor más grande de sus características en el mercado, con un área activa de imagen de 54,12 x 25,59 milímetros.
En lo que a lentes respecta, ARRI toma el formato medio de Hasselblad para trabajar con el nuevo sensor, con hasta ocho nuevos objetivos, que van desde un 24-300 a un 50-110 milímetros. Ampliar la oferta de lentes a otras marcas dependerá de la acogida del sistema en el mercado.
Lógicamente no vamos a esperar un producto liviano, con toda la circuitería y elementos necesarios para registrar vídeo a tanta calidad. La nueva ARRI pesa 10.5 kilos, y es algo más gruesa que modelos anteriores de la marca, ya que hay que acomodar al nuevo sensor.
Sobre precio y disponibilidad, no hay nada declarado por ARRI. Inicialmente se alquilará de forma exclusiva a ciertos clientes para que se vaya sacando rentabilidad a este diamante en el mundo de la grabación de vídeo.
Más información | ARRI
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