Con motivo de la Semana Santa, millones de personas aprovecharon para salir de sus ciudades durante algunos días en busca de busca de sol, arena y mar. Algunas de ellas, sin embargo, acabaron visitando playas que han sido catalogadas como “no aptas para vacacionar”.
Según recogen nuestros compañeros de Xataka México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) advirtió de la presencia de bacterias enterococos faecalis, normalmente presentes en las heces, en las playas Rosarito, Tijuana y Tijuana I.
Vacaciones en playas contaminadas
La mencionada advertencia llevó al Ayuntamiento de Tijuana a tomar cartas en el asunto. A través de la Delegación Municipal de Playas, el organismo instaló varios avisos preventivos de “playa temporalmente cerrada” en las mencionadas ubicaciones de Baja California.
Pese a las advertencias, como indica el portal López-Dóriga, muchas personas hicieron caso omiso a los riesgos sanitarios derivados de la contaminación y acudieron de todos modos a los lugares turísticos que habían sido recomendados como no aptos durante la Semana Santa.
Cabe señalar que la COEPRIS hace muestreos periódicos en las playas. Los lineamientos del organismo indican que la playas aptas no deben superar las 200 puntos de enterococos por cada 100 mililitros. Así, antes de la Semana Santa, varias playas no superaron la prueba.
En Rosarito se registraron entre 403 y 1,346 puntos, en Tijuana entre 606 y 1,100, y en Tijuana I entre 308 y 594. ¿La consecuencia de estos valores? Simplemente playas catalogadas como “no aptas para uso recreativo” debido a la presencia de riesgo sanitario para las personas.
Los enterococos son bacterias esféricas que no causan peligros en la flora intestinal, pero cuya presencia en otras partes del cuerpo puede derivar en problemas para la salud, como diversas infecciones, y se caracterizan por presentar resistencia a los antibióticos en determinados casos.
Como se encuentran presente generalmente en las heces, es decir, en la materia fecal, estas pueden acabar contaminando playas producto de la descarga de aguas residuales, una práctica de creciente preocupación por su importancia medioambiental y de salud de las personas.
Imágenes: Ayuntamiento de Tijuana
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