Así es Dolby Atmos por dentro y esto es lo que nos ofrece en el cine y en casa

Así es Dolby Atmos por dentro y esto es lo que nos ofrece en el cine y en casa

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Así es Dolby Atmos por dentro y esto es lo que nos ofrece en el cine y en casa

Hace ya casi un siglo que el sonido llegó al cine. En 1921 se realizaron las primeras proyecciones que utilizaban el sistema Photokinema, que permitía tener música y sonido de ambiente durante la película sin necesidad de interpretarlos en vivo, que era lo que se solía hacer hasta ese momento. Desde entonces la tecnología aplicada a las imágenes ha mejorado mucho, y el sonido no se ha quedado atrás.

La última innovación «potente» en materia de sonido que ha llegado a las salas de cine, y también a nuestro hogar, es Dolby Atmos. Durante los dos últimos años el número de salas de exhibición preparadas para reproducir la banda sonora de las películas en este formato se ha incrementando notablemente. Sin embargo, muchos cinéfilos no saben exactamente qué nos ofrece esta tecnología, y, sobre todo, si merece realmente la pena pagar por ella. Intentemos encontrar la respuesta a estas preguntas analizando cómo es Atmos por dentro.

Deconstruyendo Dolby Atmos

Para preparar este post no quería conformarme con conocer la teoría y ver algunas de las películas con sonido Atmos que se han proyectado durante los últimos meses en las salas de exhibición. Además, me parecía importante conocer cómo trabajan los ingenieros de sonido con esta tecnología, analizarla desde dentro, y, afortunadamente, pude resolver esta necesidad visitando el estudio de sonorización y doblaje Best Digital, situado en una tranquila población en las afueras de Madrid.

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Esta es la habitación del estudio de sonorización y doblaje Best Digital en la que residen los procesadores de sonido encargados de lidiar con Dolby Atmos.

Lo interesante es que no se trata de un estudio de sonido más. De hecho, tiene la primera sala con certificación Dolby Premier Atmos de España. Esto significa, sencillamente, que cuenta con el equipamiento necesario para producir bandas sonoras con sonido Atmos, y, además, con unas instalaciones certificadas directamente por los ingenieros de Dolby en Estados Unidos. Algunas de las últimas películas cuyo sonido ha sido producido y mezclado en Best Digital son «La isla mínima», «Autómata», «Ocho apellidos vascos» y «Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo», lo que nos permite hacernos una idea del material con el que trabajan.

Dolby Atmos puede administrar el sonido de hasta 64 canales independientes, pero pone a nuestra disposición un número virtualmente infinito de ellos

Vayamos ya con lo que realmente importa. Atmos no es, sencillamente, una tecnología de sonido capaz de manejar más canales. Como curiosidad, puede administrar el sonido de hasta 64 canales independientes, pero lo realmente importante de Atmos es que pone a nuestra disposición un número virtualmente infinito de ellos. Y lo hace porque no trabaja con canales: lo hace con objetos. Para entender qué es un objeto podemos imaginarlo, sencillamente, como una fuente emisora de sonido. En una secuencia de una película podemos ver simultáneamente en la pantalla varias decenas de objetos, y todos ellos pueden estar emitiendo sonido a la vez. Esto Atmos es capaz de gestionarlo, pero no lo hace de la misma forma en que lo resuelven otras tecnologías de codificación del audio, como Dolby Digital o DTS.

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Si os fijáis en los monitores podéis ver la recreación que hace Dolby Atmos del espacio sonoro tridimensional de las salas de cine en las que va a ser reproducido.

En vez de preocuparse por determinar a través de qué canal debe emitirse cada sonido, los cineastas y los ingenieros trabajan con un espacio virtual tridimensional que representa la sala física en la que se va a proyectar la película, y con el que interactúan a través de un ordenador. Lo que ellos ven son objetos, o fuentes puntuales de emisión de sonido, y pueden desplazarlos por toda la sala de exhibición con una libertad absoluta en un espacio realmente tridimensional, y sin verse obligados a pensar en ningún momento en canales de audio. Pero para que esto sea posible debemos contar con un recurso hardware que en Dolby Atmos ocupa una posición central: los altavoces del techo.

Cajas acústicas en el techo

A diferencia de otras tecnologías de sonido, como Dolby Digital o DTS, Atmos, además de recurrir a altavoces frontales, laterales y traseros, tomando como referencia la posición del espectador, necesita que se hayan instalado también cajas acústicas en el techo. No se trata de una necesidad caprichosa, sino de un recurso imprescindible para implementar el enfoque estratificado que nos ofrece esta tecnología, y, sobre todo, para renderizar el sonido con la precisión requerida en un entorno tridimensional real.

Esto significa, en palabras más sencillas, que combinando la emisión puntual de un sonido a través de varias cajas acústicas situadas en las paredes laterales, posterior o delantera, con los altavoces del techo, los espectadores tendremos la sensación de que el sonido ha sido emitido desde un punto cualquiera que no tiene que coincidir necesariamente con la ubicación física de una caja acústica.

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Obviamente, la libertad creativa que ofrece esta tecnología a los cineastas es enorme. Y, por otra parte, la presencia de las cajas acústicas instaladas en el techo delata rápidamente a las salas de exhibición que están preparadas para reproducir bandas sonoras codificadas con audio Dolby Atmos. Durante los últimos dos años he podido disfrutar en los cines unas veinte películas que utilizan esta tecnología, y, en mi opinión, hay dos escenarios en los que supera claramente las prestaciones de otras técnicas de codificación. La más evidente es que permite posicionar un sonido en el espacio físico que nos rodea con mucha precisión y de una forma muy convincente.

Y la segunda, que no es menos importante, es que nos ofrece una continuidad muy superior a la de los sistemas tradicionales con distribución 5.1 o 7.1. Cuando una fuente de emisión de sonido se desplaza en la pantalla debe tener su correspondencia en el espacio sonoro que nos rodea. El problema es que hasta ahora cuando el sonido pasa de un canal a otro se suele producir un «espacio vacío» que obliga a nuestro cerebro a esforzarse para reconstruir ese desplazamiento del audio, y normalmente se produce una falta de coherencia espacial que se manifiesta en forma de discontinuidad sonora. Sin embargo, Atmos nos ofrece un sonido mucho más coherente y con una continuidad parecida a la del mundo real.

Atmos no solo destaca por su capacidad de inmersión; también por su coherencia espacial y precisión tímbrica

Pero esto no es todo. Curiosamente, esta tecnología también permite a los cineastas encaminar sonidos específicos a un determinado altavoz, y esto representa una ventaja importante: el mezclador puede erradicar los artefactos que suelen producirse al reproducir sonidos en un grupo de altavoces, y, de esta manera, la precisión tímbrica del sonido es mayor, lo que le da más realismo. Afortunadamente, Atmos es independiente de la configuración específica de altavoces de una sala en particular, por lo que es posible disfrutar esta tecnología en espacios que no tienen por qué tener el mismo número y la misma distribución de cajas acústicas. Aunque, eso sí, deben satisfacer unos requisitos mínimos.

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El componente responsable de «traducir» la banda sonora codificada en Dolby Atmos para que sea posible reproducirla con precisión en una sala concreta que tiene una distribución de cajas acústicas particular es el procesador de sonido, que tiene que estar preparado para lidiar con Atmos. Grosso modo, este dispositivo renderiza el sonido procesando las pistas de audio y manipulando el retardo y la ecualización. De esta manera los espectadores percibimos un audio bien ubicado en el espacio, dotado de una gran coherencia y con un timbre realista.

Como hemos visto hasta ahora, los objetos juegan un rol muy importante en esta tecnología de sonido, pero Atmos también trabaja con capas, que son submezclas basadas en canales, y que, por tanto, se administran como los canales que todos conocemos.

Así funciona Atmos en el hogar

Los primeros receptores A/V preparados para procesar bandas sonoras codificadas en Dolby Atmos llegaron al mercado a mediados del año pasado. Marcas como Onkyo, Yamaha, Pioneer o Marantz, entre otras, nos permiten disfrutar esta tecnología en nuestros equipos de cine en casa, pero es evidente que, además de tener un receptor A/V compatible con Atmos, necesitamos algo más.

El primer eslabón de la cadena de reproducción son los contenidos, y, afortunadamente, ya podemos hacernos con algunas películas en Blu-ray Disc que incorporan sonido Atmos en español, como «Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo» o «Torrente 5: Operación Eurovegas», y también otras con Atmos en la versión original en inglés, como «Invencible» o «Transformers: La era de la extinción». De momento hay pocas, esa es la verdad, pero muchos de los títulos que llegarán en el futuro incorporarán esta tecnología.

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Onkyo, Yamaha, Pioneer y Marantz son algunas de las marcas que ya han colocado en el mercado receptores A/V compatibles con Atmos

Ya tenemos nuestro receptor A/V compatible con Atmos y un puñado de películas en Blu-ray Disc que utilizan esta tecnología. El lector de BD en principio no es un problema porque cualquiera que satisfaga íntegramente las especificaciones actuales del estándar Blu-ray debería ser capaz de extraer el sonido en formato bitstream. De hecho, no sirve únicamente un lector de BD, sino también una consola de videojuegos, un ordenador o un reproductor multimedia. Esto es posible porque Dolby ha implementado Atmos en Blu-ray Disc como una extensión de Dolby TrueHD y Dolby Digital Plus. Y, por otra parte, la especificación HDMI 1.4 también es compatible con Atmos.

Pero aún tenemos un «cabo suelto»: las cajas acústicas. Si queremos disfrutar una experiencia de sonido envolvente lo más convincente posible lo ideal es que instalemos al menos cuatro altavoces de pequeño tamaño en el techo de nuestro salón. Esto es lo que recomienda Dolby, pero, obviamente, es una solución algo engorrosa y poco práctica, por lo que es posible que muchos usuarios se nieguen a instalar cajas acústicas en el techo. Afortunadamente, tenemos alternativas más fáciles de ejecutar.

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Si tenemos unas cajas de calidad y no queremos deshacernos de ellas podemos comprar unos módulos que incorporan un altavoz y se colocan sobre estas. Lo interesante es que apuntan hacia el techo para aprovechar las reflexiones murales y simular la presencia de una caja acústica sobre nuestras cabezas. La última opción es un poco más drástica si ya tenemos un equipo de cine en casa: comprar un conjunto de cajas preparadas para Atmos, y, por tanto, con altavoces capaces de proyectar el sonido hacia el techo para aprovechar las reflexiones murales.

Atmos en los dispositivos portátiles

Dolby no se ha limitado a llevar Atmos a las salas de exhibición y a nuestros equipos de cine en casa. También ha conseguido aplicar esta tecnología a los dispositivos portátiles para ofrecernos la posibilidad de disfrutar el sonido envolvente en cualquier lugar utilizando unos auriculares convencionales. Durante la última edición del Mobile World Congress la compañía estadounidense anunció que había trabajado con Lenovo para fabricar un nuevo smartphone, el A7000, y dos tabletas, los modelos TAB 2 A8 y A10, con sonido Atmos.

Poco después de hacer público este anuncio tuve la oportunidad de charlar en el MWC con John Couling, uno de los vicepresidentes de Dolby, acerca de la integración de Atmos en los dispositivos portátiles. Y también pude probar los productos de Lenovo durante unos minutos. La verdad es que la sensación de estar sumido en un campo sonoro envolvente está muy conseguida. Dolby ha hecho algo similar a lo que otras empresas de sonido habían desarrollado antes, pero con un resultado más logrado.

Lenovo A7000

Grosso modo, utilizan unos algoritmos de procesamiento muy avanzados que recurren, entre otros recursos bastante complejos, al retardo asociado a la emisión de sonidos hacia nuestras orejas para «engañar» a nuestro cerebro y hacerle creer que la fuente de emisión está ubicada en cualquier lugar del espacio que nos rodea. Pero esto no es todo. Dolby también se ha asociado con Jaunt VR, la startup de Sillicon Valley que ha diseñado la primera cámara de vídeo capaz de registrar las imágenes de 360 grados necesarias para generar una producción audiovisual de realidad virtual, con un objetivo: completar la experiencia que ofrecen sus imágenes con el sonido envolvente de Dolby Atmos.

La competencia también aprieta

Dolby no está sola en el mercado del sonido envolvente para aplicaciones cinematográficas. En 2010 Galaxy Studios y el fabricante de proyectores profesionales Barco se asociaron para desarrollar el sistema Auro 11.1, que utiliza una distribución similar a la 5.1 que todos conocemos, pero que añade cinco canales adicionales en altura para incrementar la sensación de inmersión. Y a principios de este año DTS dio a conocer también su tecnología DTS:X, diseñada expresamente para competir con Atmos.

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Al igual que la propuesta de Dolby, la de DTS recurre a los objetos, y no solo a los canales, y parece que ha sido bien recibida por marcas como Denon, Marantz, Onkyo o Pioneer, entre otras, por lo que es posible que este mismo año lleguen al mercado los primeros receptores A/V preparados para DTS:X. A los usuarios nos beneficia que haya competencia y ninguna empresa domine el mercado con claridad, así que bienvenidas sean las alternativas. Les seguiremos la pista y os contaremos más cuando tengamos nuevos datos interesantes acerca de estas propuestas.

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