Sanyo CS1, vídeo de alta definición en un cuerpo atractivo

Sanyo CS1, vídeo de alta definición en un cuerpo atractivo
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Sanyo ha movido pieza en la guerra que tienen las marcas clásicas de videocámaras con los modelos más compactos y económicos con esta Sanyo Xacti CS1 que os presentamos en este videoanálisis.

Tomando como base el su diseño clásico con forma de pistola, el ejercicio de miniaturización está muy logrado y realmente la Sanyo Xacti CS1 es una videocámara de bolsillo que es capaz de grabar en alta definición a 1080 y con los modos 30p y 60i. Pero esa reducción tan radical de tamaño nos ha mostrado en el análisis unos inconvenientes asociados a querer meter los mismos controles y opciones de una cámara mayor en un cuerpo tan pequeño.

Sanyo CS1, alta definición con formato de pistola estilizado

La Xacti CS1 de Sanyo la encontramos en la web de la marca dentro de la categoría LifeStyle en vez de en las Compact. No lo entendemos muy bien porque pocas videocámaras compactas encontrarás más pequeñas y ligeras que el modelo que te presentamos en este videoanálisis.

Este Xacti CS1 tiene en su diseño su gran atractivo, con un acabado metálico de calidad. La forma de pistola que ha hecho famosa Sanyo se mantiene pero el cambio de grosor es impresionante respecto a los modelos más famosos. Evidentemente la ergonomía no es la misma y como veremos más adelante, ese cambio de diseño lleva aparejados inconvenientes que tenemos que valorar.

La Sanyo CS1 un modelo Dual, como Sanyo ha puesto de moda, lo que significa que es capaz de grabar vídeo y a la vez hacer fotos. El sensor que usa es un CMOS de 1/5 pulgadas de casi 3.5 megapíxeles. No es pues un sensor de los más grandes que encontramos en las videocámaras compactas. Para que te hagas una idea, una Sanyo HD2000 tiene un sensor con el doble de tamaño. El resultado no nos ha defraudado pero no podemos buscar ni mucho menos encontrar la misma nitidez que en modelos superiores en precio y características.

El objetivo tiene una apertura de entre 2.8 y 3, y mantiene el tipo en entornos de poca luz pero poco más. La pérdida de color y el grano hacen enseguida acto de aparición. Como los otros modelos Xacti, destacamos la posibilidad de controlar el enfoque manualmente, así como el modo Macro que tan práctico nos resulta siempre. Otros parámetros que podemos controlar manualmente es la sensibilidad y el balance de blancos.

Al abrir la pantalla de esta CS1 nos encontramos con una LCD de 2.7 pulgadas que no es táctil y con resolución de 230.000 píxeles que se ve bastante bien.

La grabación de vídeo que conseguimos con esta CS1 es de 1080 60i como máximo, y las fotos pueden tener, sin forzar, una resolución de 3 megapíxeles, aunque la calidad de las mismas no nos ha gustado, notándose mucho la falta de nitidez y los bordes en los objetos.

Los vídeos los almacena en formato MPEG-4 AVC/H.264, y no hemos tenido problemas para editarlos en los programas más habituales. La autonomía de la batería incluida es de más o menos una hora, como promete el fabricante.

El contenido queda almacenado en tarjetas de memoria SD, siendo la CS1 compatible con las nuevas SDHC y SDXC. No hay memoria interna, y si intentamos grabar sin la tarjeta colocada, recibimos un aviso.

El zoom de 10 aumentos es de tipo óptico, y aunque el micrófono integrado funciona muy bien, siempre nos gusta que exista la opción de colocarle uno externo.

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El tamaño sí que importa

Si bien hemos alabado lo sexy que es la cámara Sanyo Xacti CS1 con su estilizada forma, ese tamaño tan reducido tiene unos costes que debemos aprender a asumir como un precio a pagar por poder llevar una videocámara de calidad en el bolsillo de un pantalón sin que se note.

Sanyo ha optado por mantener el acabado y funcionalidades completas de sus modelos superiores a pesar de tratarse de una videocámara especialmente compacta. He ahí su principal diferencia con modelos de los llamados de bolsillo o bajo coste. Pero integrar en menos espacio todas las posibilidades tenía sus contras.

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Los controles son diminutos y por ello difíciles de manejar si no prestas mucha atención. Hablamos tanto de los principales en el cuerpo como de los que encontramos en la pantalla. Estos últimos nos han resultado especialmente pequeños e incómodos de usar.

También el insertar la tarjeta de memoria cuesta un poco y nos resulta un poco enclenque el mecanismo para ellos.

La opinión de Xataka

La Sanyo CS1 nos ha demostrado que las videocámaras compactas, y hablo de las verdaderamente compactas, pueden tener gran acabado, ser eficientes y resultar cómodas para grabar vídeos de alta definición con buenos resultados.

Eso sí, hay un precio que pagar, tanto en efectivo (cuesta 300 euros) como en ergonomía, donde meter tantos botones de control se paga en la comodidad.

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