Honor Magic6 Pro, análisis: el móvil perfecto para luchar por la mejor cámara del mercado

Honor ya tiene sobre la mesa su mejor móvil de gama alta, el Honor Magic 6 Pro. El año pasado analicé un Magic5 Pro que enamoraba en diseño y rendimiento. Este año te adelanto que hay un factor adicional que hace este teléfono un gama alta muy especial. Con un espíritu fotográfico más ambicioso aún que el año pasado, un diseño al que se le ha dado una vuelta de tuerca, y el mejor hardware disponible en la actualidad, este teléfono tiene sólidos argumentos para convertirse en uno de los mejores móviles de 2024.

Pasa por nuestra mesa de análisis el Honor Magic 6 Pro, una alternativa diferente, capaz de competir de tú a tú con los exponentes más salvajes del mercado y con mucho que aportar a una gama alta en la que cada vez es más difícil diferenciarse.

Ficha técnica del Honor Magic6 Pro

Diseño: muy distinto, guste más o menos

Honor ha optado por comper con la forma tradicional que tenía su módulo en el Magic 5 Pro. El Honor Magic 6 Pro sigue apostando por un gigantesco círculo de cámaras en su parte trasera, pero el anillo que lo rodea tiene una forma bastante distinta. En lo personal, no me termina de convencer a nivel estético, ya que se rompe la simetría geométrica que tenía el año pasado.

Lo que vuelve a enamorarme un año más es el tratamiento de la pintura de este teléfono. Honor sigue siendo uno de los fabricantes que mejor lo hace en este aspecto, y es algo difícil de describir con palabras. El tacto, el acabado mate, cómo repele las huellas al instante... La sensación en mano es una de las mejores del mercado, un móvil premium se mire por donde se mire. Los laterales también están sumamente bien rematado, con un aluminio tratado de forma sobresaliente y unos botones que no bailan lo más mínimo.

Si le damos la vuelta, vemos que desaparece la doble perforación lateral para pasar a la zona central superior de la pantalla. Es más simétrica y, sí, recuerda a la isla dinámica del iPhone. Tanto, que ya te adelanto que Honor no ha tenido miramientos en aprovechar esta zona de la pantalla para "inspirarse" en algunas funciones multimedia heredadas directamente de iOS. Ya hablaré de esto más adelante.

Los marcos están bastante bien aprovechados, aunque sigue siendo un terminal con una curva excesiva. Gigantes como Samsung han dicho adiós a la curva a pesar de haber sido pioneros en este tipo de tecnologías. Honor sigue apostando por la curva, algo que no me molestaría si fuese ligera, pero no es el caso. Cada vez que agarramos este teléfono el dedo está tocando pantalla y, como explicaré más adelante, esto es un problema.

Pese a este inconveniente, estoy bastante satisfecho con el diseño del Honor Magic 6 Pro. Es un teléfono muy premium, con un acabado espectacular y un diseño muy propio. Visualmente no termina de enamorarme al no ser tan simétrico su módulo, pero el trabajo está bien hecho.

Pantalla: el mayor brillo pico (HDR) en un teléfono

Que siga la guerra de los nits. Hace unas semanas analizaba el OnePlus 12, el primer teléfono del mercado con brillo máximo de 4.500 nits. Honor va un paso más allá, y nos propone el primer panel con 5.000 nits del mercado. Antes de explicarte qué sucede con este número, voy a repasar el resto de especificaciones el panel.

Es una pantalla enorme, de 6,78 pulgadas con resolución 1280 x 2800. La traducción es que estamos ante un panel Full HD+, por lo que la densidad de píxeles queda en 453ppp. En un terminal de este calibre, echamos en falta resolución Quad HD+ y densidades por encima de los 500ppp. No obstante, la nitidez es más que aceptable en esta pantalla. Según GSMArena, el aprovechamiento frontal es del 91,6%. Los biseles están bien aprovechados, pero contar con curvas ayuda a que esta cifra aumente.

La pantalla es compatible con Dolby Vision, y cuenta con tecnología LTPO para moverse entre 1 y 120 Hz. También tiene un PWM Dimming especialmente alto, de 4.320 Hz. En definitiva, prácticamente todas las tecnologías que se exigen en un teléfono de la gama más alta.

A nivel de calibración encontramos un panel muy equilibrado, con cierta tendencia al azul cuando lo inclinamos mucho (algo típico en ciertos paneles AMOLED) y con la opción de activar ajustes como "tono natural" para ajustar automáticamente la temperatura según la luz ambiente. Los modos de color son dos: normal y vívido, pudiendo cambiar en ambos la temperatura general de color.

Respecto al brillo máximo, tenemos la misma situación de siempre: el brillo "real", el que tendremos a pleno sol, se sitúa en un pico HBM de 1.600 nits, la misma cifra que el resto de sus rivales de gama alta. Los 5.000 nits hacen referencia a una ínfima parte de los píxeles del panel en reproducción de contenidos HDR puramente blancos.

Sonido: una importante mejora

El sonido era una de las asignaturas pendientes en el anterior Honor. En esta generación, estoy más que satisfecho con el resultado. No hay apenas opciones de configuración si reproducimos contenido sin auriculares, aunque la ecualización por defecto es satisfactoria. Hay un buen equilibrio en graves y la distorsión no es alta en volúmenes elevados.

Al conectar auriculares, se activa automáticamente la compatibilidad con DTS:X Ultra, y podemos activar opciones como el audio espacial o configurar el tipo de auricular que utilizamos para que el teléfono automáticamente ecualice en base a ello.

Rendimiento: sin problemas a la vista

El Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3 alimenta este dispositivo de Honor, por lo que poco o nada puede salir mal. Esta unidad viene acompañada con 12 GB de RAM y 512 GB de memoria interna, combinación ganadora cuando hablamos de un teléfono de gama alta.

Tanto en test de CPU como en test de GPU el comportamiento ha sido sobresaliente, a la altura de lo que se espera en un procesador de este tipo.  La estabilidad ha superado el 83%, prueba de que apenas sufre throttling o bajadas en el rendimiento por calentarse. dasApuntar  que el teléfono no se calienta demasiado, por lo que podremos disfrutar de intensas jornadas de juego sin el menor problema.

A pesar de que la capa de personalización es algo pesada, este teléfono se mueve con especial fluidez. Todo se nota optimizado, la potencia ayuda a que los tiempos de apertura de aplicaciones y transiciones sean rápidos, y queda así a la altura de los mejores exponentes.

Una biometría sobresaliente

En el apartado biométrico, apuntar que este teléfono es de los pocos Android con reconocimiento facial 3D. El funcionamiento es sobresaliente, prácticamente a la altura del Face ID de Apple (aunque con algunos problemas cuando cae mucho la luz).

Si le sumamos un lector de huellas con un funcionamiento bastante optimizado, la combinación es ganadora. He de decir que durante estas semanas de uso he apostado principalmente por el reconocimiento facial, pero el lector de huellas es un gran apoyo como complemento.

Magic UI 8.1 y Android 14. Tenemos que hablar

Los fabricantes en 2024 empiezan a perder los complejos a la hora de copiarse unos a otros. Lo vimos con una ROM One UI que se inspiraba bastante en iOS y, en el caso de este Honor, la situación es aún más curiosa. Tanto, que quiero empezar este apartado del software mostrando el comportamiento de la propia isla dinámica de Honor.

En la biometría conté que este teléfono tenía reconocimiento facial 3D, algo que logra gracias a su sensor ToF 3D. Al contar con cámara frontal y ToF no basta con una sola perforación en el frontal, y la forma más visual de ocultar estos sensores es trazar esa suerte de isla entre los elementos del hardware, una franja de píxeles negros para homogeneizarlo todo. Para darle una utilidad a esto, Honor ha decidido clonar la isla dinámica del iPhone.

Por ejemplo, cuando estamos reproduciendo música, se activa una animación con la reproducción multimedia. Si pulsamos sobre la isla, se abre una pequeña interfaz con los controles de reproducción. Si bien tengo que admitir que me chocó encontrarme con esto, he de admitir que el funcionamiento es sobresaliente.

Más allá de la isla, nos encontramos ante la clásica ROM de Honor, sin box de aplicaciones, con un centro de control al estilo HyperOS/iOS y con no demasiado bloatware. Es una ROM rica en aplicaciones propias: correo, grabadora de voz, temas, seguridad, notas... Honor cree en su ecosistema propio y en que no sea necesario instalar apps de terceros para funciones básicas.

Otra de las grandes novedades de Honor para esta generación llega bajo el nombre de MagicLM, la inteligencia artificial de Honor. Con partners como Qualcomm y Google, la compañía asiática ha creado su propio modelo generativo, que servirá para analizar el contexto de los mensajes que nos envíen, aportar sugerencias cuando estamos usando apps, mejorar el reconocimiento de imágenes en la galería y más. Esta actualización llegará en el mes de marzo, por lo que en el momento de realizar esta análisis no tenemos las funciones activas.

Rozando los 6.000mAh con una autonomía bárbara

Sencillamente espectacular. No tengo más palabras para la autonomía del Honor Magic 6 Pro, que destrona al OnePlus 12. Por fin, en 2024 estamos rompiendo la barrera de los 5.000mAh, una cifra que parecía alta, pero que no resulta del todo suficiente si tenemos un teléfono con el que la exigencia será máxima. En este caso, hablamos de 5.600mAh, una cifra sencillamente brutal.

He dejado de contar horas de pantalla con este Honor, ya que me ha sido imposible acabar con su batería en un solo día. El contador de tiempo de pantalla se reinicia cada 24 horas, por lo que tampoco es posible mostrar ciclos de más de un día. Lo que puedo contar, es que este teléfono puede llegar fácilmente a 12 horas de pantalla bajo WiFi, y es prácticamente imposible lograr que baje de 8 horas en uso intenso.

Son cifras sencillamente bárbaras a las que se suma un consumo en reposo espectacular. El terminal no ha gastado ni siquiera un 1% por noche, muestra de la buena optimización que ha hecho Honor con su ROM.

La carga rápida es la única pega, ya que cuenta con "solo" 80W. Ojo, es una cifra más que generosa, pero no deja de ser cierto que para ser el absoluto rey de la autonomía también hay que liderar en carga rápida. La configuración se complementa con nada menos que 66W de carga inalámbrica y 15W de carga inalámbrica reversible. ¿Tiempos de carga? Menos de 50 minutos para cargarse por completo. Hay rivales con 120W pero, si tengo que poner en una balanza carga rápida o miliamperios hora, me quedo con lo segundo.

Cámara: 180 megapíxeles de teleobjetivo

Hablar de Honor es hablar de ambición fotográfica, y es que la compañía ha recogido el testigo de Huawei en Europa y trata de convertirse en una de las referencias en este campo. La combinación de cámaras es bastante peculiar este año, ya que tenemos el teleobjetivo con mayor resolución del momento.

• Cámara principal: 50 MP, apertura variable f/1.4 - f/2.0.
• Cámara teleobjetivo: 180 MP, f/2.6 (zoom periscópico 2.5x).
• Cámara ultra gran angular: 50 MP, f/2.0.

El hardware es espectacular, y acompaña a una aplicación que ya nos suena y que no ha evolucionado demasiado respecto a la generación anterior. Como en cada análisis de Honor, incido en que necesita un pequeño renovado, sobre todo en el apartado de ajustes.

Es una app que recuerda a la antigua Huawei de hace más de cinco años, y adaptarse a las actuales interfaces europeas le vendría de perlas. Más allá de esto, el funcionamiento es más que correcto y tiene todo lo necesario.

Fotografías con la cámara principal

La cámara principal del Honor Magic6 Pro es brutal, y supone un importante salto respecto a la generación anterior. La principal pega que he podido detectar es que tiende a sobreexponer algunas zonas de la imagen en condiciones de luz muy dura, pero no es ni mucho menos algo generalizado.

Hay un claro oversharpening y un ligero lavado para evitar el ruido, dos prácticas habituales y casi inevitables en la gama alta actual. A pesar de estos pecados, puedo asegurar que esta cámara es espectacular y sitúa a Honor por fin entre los mejores exponentes del mercado.

Algo que me ha gustado especialmente es que no tiene pérdida alguna de nitidez en bordes. El detalle se mantiene a lo largo de toda la imagen, constante. Respecto a la colorimetría, en algunas ocasiones tiende a saturar verdes y azules, pero en otros escenarios me he encontrado con uno de los mejores exponentes del mercado a la hora de representar naranjas, marrones y colores en franjas menos estridentes.

Destaco especialmente el trabajo en algunos elementos finos que no siempre suelen procesar bien los teléfonos, como ramas de árboles, barandillas, grano del suelo... La cantidad de detalle que logra rescatar este Honor es muy buena, siempre con un equilibrio excelente entre luces y sombras.

Un tema curioso con este teléfono es el de la apertura variable. Este teléfono puede variar entre f/1.4 y f/2.0, lo cual implica que físicamente estamos modificando el obturador. Esto genera que, cuando el obturador está más cerrado (f/2.0), se generen efectos curiosos, como que se marquen las puntas del sol en contraluces fuertes. Es algo que no me ha sucedido en móviles con apertura variable como el Xiaomi 13 Ultra, y puede resultar algo molesto ya que en automático suele disparar en f/2.0.

Respecto a poder disparar en f/1.4, personalmente, no me supone un antes y un después. El teléfono tiende a disparar en f/2.0, usando la apertura más luminosa tan solo cuando cae la noche. Más allá de ese rescate extra de luz que pueda hacer en condiciones de baja luz, la diferencia en profundidad de campo en un sensor tan pequeño como el de un teléfono no es tan relevante.

En fotografías de interior y con luz artificial, no ha tenido problema ninguno. De hecho, puedes apreciar la nitidez que hay en la etiqueta de Andy, así como el detalle fino en los pequeños arañazos que le acompañan. Ha tratado bastante bien la iluminación artificial, con un trabajo de exposición correcto.

Cuando cae la noche, los resultados están al nivel de lo visto de día. No es una de esas cámaras que sufre cuando hay menos luz, todo lo contrario. La cámara del Honor tiende a rescatar algo más de luz de la que realmente hay, incluso cuando no activamos el modo noche. Es por esto que reitero que la apertura f/1.4 no la considero tan relevante, porque en f/2.0 el sensor es capaz de obtener suficiente luz.

Más allá de intentar sacarle las cosquillas, de nuevo, el trabajo de nitidez en bordes es espectacular, así como el trabajo de exposición en algunas zonas de iluminación artificial. Este es uno de los mejores exponentes nocturnos, con mucha diferencia.

El trabajo con el balance de blancos también es digno de mención. Es un teléfono que tiene al neutro, pero que respeta siempre el tono de las luces. De nuevo, destacado el buen trabajo con elementos finos, como carteles iluminados con luz artificial, asfalto, o separación entre los ladrillos de los edificios. Es uno de los mejores apartados nocturnos del momento, si no el mejor.

Zoom y ultra gran angular

Los 180 megapíxeles parecen marketing, hasta que haces fotografías zoom con el Honor Magic6 Pro. Este es probablemente el teleobjetivo más nítido que he probado jamás, y aunque sea de "tan solo" 2.5 aumentos, los resultados son impecables. La cantidad de detalle que rescata es impresionante, es un sensor muy coherente en colorimetría respecto a la lente principal, y al no ser un zoom demasiado largo invita a disparar prácticamente todas las fotografías con él.

Al ser un sensor de tan alta resolución, no tiene problema ninguno cuando pasamos de 2.5x. Este disparo en 5x es mucho más nítido que algunos de los que he probado en rivales con zoom de cinco aumentos ópticos.

La cantidad de nitidez es sencillamente brutal, un trabajo impecable en zoom. Si disparamos en 180 megapíxeles, notaremos diferencias muy notables en el procesado. Sorprendentemente, la interpretación del color es muy distinta, siendo algo más saturada al disparar en 180.

Una práctica difícil de comprender es que la reducción de ruido en 180 megapíxeles, incluso en condiciones de buena luz, es muy agresiva. Tanto, que se genera algo de efecto acuarela. No es algo que deba preocupar en exceso, ya que no es habitual ampliar las imágenes por encima del 200%. Pese a ello, los modos de alta resolución están precisamente para eso, y me gustaría ver un tratamiento más "en bruto" de la imagen, menos carga de procesado.

El ultra gran angular, pese a ser de 50 megapíxeles, es el sensor más débil. Es el único que tiende a tonos rojizos cuando fotografiamos bajo luz dura, no siendo demasiado consistente con la cámara principal y teleobjetivo en ocasiones. Los resultados no son malos, ni mucho menos. Simplemente no llegan a brillar tanto como sí lo hacen la cámara principal y teleobjetivo.

Retrato

El modo retrato de Honor hace un buen trabajo con las pieles y a nivel de nitidez. La única desventaja es la cantidad de bokeh, muy alta y artificial por defecto (podemos regular la cantidad antes y después de tomar la foto). El trabajo de segmentación de elementos finos es mejorable, ya que no es capaz de aislar elementos como el pelo.

Selfie

El selfie queda resuelto de forma algo justa. hay nitidez, pero el procesado de los colores es excesivo. Los azules, tonos de piel... todo tiende hacia una colorimetría poco precisa y muy orientada a la sobresaturación.

Vídeo

Respecto a la grabación de vídeo, tenemos 4K a 60 FPS, formato LOG y la posibilidad de pregrabar con LUTs (filtros) para no tener que añadirlos en postedición. La calidad es buena, aunque no es el mejor exponente en vídeo.

El trabajo del estabilizador muestra un resultado algo artificial (se notan los pequeños saltos en estabilización al caminar), la colorimetría tiene demasiado punch y, en resumidas cuentas, es una asignatura con notable, pero no sobresaliente.

Honor Magic 6 Pro, la opinión de Xataka

El Honor Magic 6 Pro es un gran teléfono y una evolución importante respecto al modelo de la generación anterior. Tiene una buena pantalla, el mejor procesador del mercado, un apartado de sonido sobresaliente y una autonomía sencillamente espectacular para todos los que quieran un teléfono en el que la batería siga siendo la prioridad.

El apartado fotográfico es también una agradable sorpresa. No necesita un 10x ni nada parecido para ser uno de los reyes en zoom, y las fotografías con la cámara principal también dejan un sabor de boca espectacular. Es una cámara que competirá por el top cinco sin ninguna duda en este 2024, y la mejor cámara que he podido probar en un Honor.

Un teléfono de sobresaliente, la mejor propuesta de Honor hasta la fecha y un duro contrincante en la mesa de los mejores teléfonos de gama alta de 2024.

El dispositivo ha sido cedido para la prueba por parte de Honor. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.